Primera | Especial Di St¨¦fano
El d¨ªa de La Saeta
El homenaje del f¨²tbol mundial a Alfredo Di St¨¦fano es una buena ocasi¨®n para contar toda la verdad sobre su fichaje por el Real Madrid. 'La Saeta' nunca fue jugador del F¨²tbol Club Barcelona, aunque su nombre aparece en un mural del Camp Nou entre otros barcelonistas.
Se suele escribir sobre el fichaje de Alfredo Di St¨¦fano por el Real Madrid con ignorancia supina, o, por qu¨¦ no decirlo, con manifiesta mala fe. Se confunden, voluntariamente o no, los hechos incontrovertibles que condujeron al desenlace final y se afirma categ¨®ricamente que Alfredo Di St¨¦fano -el mejor jugador del mundo, a?ado de mi cosecha-, actu¨® triunfalmente en el Real Madrid por decisi¨®n de la dictadura franquista.
Cuando el Barcelona incluy¨® a Di St¨¦fano en un mural que decora la fachada del Camp Nou, y que incluye los nombres de los futbolistas que vistieron de azulgrana en partidos ben¨¦ficos o amistosos, se resucitaron viejos fantasmas. El d¨ªa del homenaje a La Saeta se presenta una magn¨ªfica oportunidad para contar toda la verdad sobre un fichaje que cambi¨® la historia del f¨²tbol europeo.
1945. Alfredo Di St¨¦fano debut¨® con 19 a?os en la Liga Argentina como jugador del River Plate ante el Hurac¨¢n, equipo al que fue cedido la siguiente temporada, para regresar m¨¢s tarde al River, donde en 1947 ya dio muestras de su enorme calidad al proclamarse campe¨®n de Liga, m¨¢ximo goleador con 27 goles y campe¨®n con Argentina del Suramericano, en el que marc¨® cinco goles en seis encuentros.
1948. Este a?o signific¨® un par¨®n en su carrera. El sindicato de futbolistas argentino declar¨® la huelga de jugadores profesionales. El campeonato se disput¨® con aficionados y Di St¨¦fano tuvo que verlo desde las gradas. Volvi¨® a jugar en mayo de 1949 con el entusiasmo muy mermado y una p¨¦sima relaci¨®n con la directiva riverplatense presidida por Liberti. Visit¨® por vez primera Europa, al desplazarse a Italia para jugar un partido a beneficio de las familias de los jugadores del Torino fallecidos en Superga, y, de pronto, apareci¨® la gran noticia en titulares de prensa:
AGOSTO DE 1949. "Alfredo Di St¨¦fano y N¨¦stor Rossi se fugan a Colombia". Sucedi¨® el 9 de agosto de 1949.
Colombia viv¨ªa en esos a?os una escisi¨®n en su f¨²tbol. Dirigentes de DIMAYOR -el equivalente a la Liga de F¨²tbol Profesional en Espa?a- se hab¨ªan separado de la Federaci¨®n Colombiana y creado la Asociaci¨®n Colombiana, que hab¨ªa comenzado a reclutar jugadores, fundamentalmente sudamericanos, a golpe de d¨®lar, y Di St¨¦fano fue uno de ellos, recalando en el Millonarios. Los clubes de la Federaci¨®n protestaron ante la FIFA y lograron que este organismo no reconociera a los equipos de la Asociaci¨®n.
Pero el conflicto se fue alargando y la FIFA envi¨® al italiano Ottorino Barassi al Congreso Sudamericano, celebrado en Lima en 1951. Barassi consigui¨® un acuerdo entre las partes afectadas, que inmediatamente fue conocido como el Pacto de Lima.
En s¨ªntesis, el Pacto de Lima reconoc¨ªa a los clubes colombianos la propiedad sobre los jugadores del conflicto, entre ellos Di St¨¦fano, hasta el 15 de octubre de 1954, pero al tiempo les prohib¨ªa traspasarlos a cualquier otro club. A partir de esa fecha, la propiedad de estos jugadores revertir¨ªa a sus clubes de origen. Es decir, Di St¨¦fano era legalmente del Millonarios hasta el 15 de octubre de 1954, y despu¨¦s su ficha volver¨ªa a pertenecer al River Plate. (Anexo 1).
MARZO DE 1952. Este pacto y la consiguiente reincorporaci¨®n a la FIFA de los clubes de la Asociaci¨®n permiti¨® a Millonarios realizar giras de exhibici¨®n por diversos pa¨ªses, entre ellos Espa?a, en marzo de 1952, y participar en el torneo organizado por el Real Madrid, como conmemoraci¨®n de sus Bodas de Oro. Lo gan¨® y entre sus jugadores llam¨® poderosamente la atenci¨®n su delantero centro, Alfredo Di St¨¦fano. La directiva madridista tante¨® a la millonaria, que respondi¨® sobre la imposibilidad de un acuerdo debido a una de las cl¨¢usulas del Pacto de Lima.
En las Navidades de 1952, Millonarios visit¨® Chile y Di St¨¦fano aprovech¨® para viajar a Buenos Aires. Decidi¨® entonces no regresar a Colombia. Millonarios, esta vez perjudicado, protest¨® ante la FIFA y denunci¨® que Di St¨¦fano, con contrato en vigor hasta el 15 de octubre de 1954, hab¨ªa percibido 4.000 d¨®lares de la ficha en concepto de anticipo. La FIFA comunic¨® a las federaciones nacionales la an¨®mala situaci¨®n del jugador, advirtiendo de la imposibilidad de su fichaje.
1953. Por tanto, a comienzos de 1953, Di St¨¦fano se hallaba en Buenos Aires, en rebeld¨ªa con Millonarios, a quien pertenec¨ªa hasta el 15 de octubre de 1954, y con el compromiso de retornar al River Plate a partir del 1 de enero de 1955.
SALTO ATR?S: 1950. Cambiando de coordenadas de tiempo y espacio nos situaremos en Espa?a en 1950.
La Selecci¨®n espa?ola preparaba su intervenci¨®n en el Mundial de Brasil y contrat¨® para jugar partidos de entrenamiento a un combinado de jugadores exiliados de pa¨ªses de la Europa del Este, que se le conoc¨ªa como Hungaria por tener mayor¨ªa de futbolistas h¨²ngaros. Destacaba su delantero centro, Laszlo Kubala, y Real Madrid y Barcelona pusieron sus ojos en ¨¦l.
Comenzaron las negociaciones y el Madrid no acept¨® la imposici¨®n de Kubala: que se contratase tambi¨¦n como entrenador a Fernando Daucik, su cu?ado. El Barcelona acept¨® y se hizo con los servicios de Kubala, aunque por problemas burocr¨¢ticos entre la Federaci¨®n H¨²ngara, la Espa?ola y la FIFA no pudo debutar hasta la primavera de 1951.
Despu¨¦s de una temporada plagada de ¨¦xitos, en la que conquista la Liga y la Copa, a la siguiente (1952-53), tras los primeros partidos, a Kubala se le detect¨® una afecci¨®n pulmonar y comenz¨® un largo recorrido de consultas, reconocimientos, an¨¢lisis y radiograf¨ªas. Cuatro meses m¨¢s tarde, varios doctores manifestaron su pesimismo sobre el futuro deportivo del jugador.
La desolaci¨®n en el Bar?a fue enorme. Para mantener la supremac¨ªa alcanzada en el f¨²tbol espa?ol hab¨ªa que buscar nuevas soluciones y el presidente, Enrique Mart¨ª, encarg¨® al secretario t¨¦cnico, Jos¨¦ Samitier, el fichaje de una superfigura para paliar la baja de Kubala. Samitier entr¨® en contacto con Di St¨¦fano, quien le coment¨® la situaci¨®n en que se encontraba: con contrato con Millonarios hasta el 15 de octubre de 1954 y perteneciendo a River Plate a partir del 1 de enero de 1955.
El presidente barcelonista orill¨® a Millonarios y se dirigi¨® al River, logrando un acuerdo telef¨®nico con el presidente de la sociedad bonaerense. Por cuatro millones de pesetas se hac¨ªa con los derechos del River Plate sobre Di St¨¦fano, es decir, desde el 1 de enero de 1955.
23 DE MAYO DE 1953. Alfredo Di St¨¦fano lleg¨® al aeropuerto de Barajas. Le recibi¨® Samitier y sin pausa viajaron a Barcelona, tras pernoctar en Zaragoza. El jugador se instal¨® en Barcelona con su familia.
Mientras tanto, el 22 de febrero hab¨ªa reaparecido Kubala y el Barcelona volvi¨® a proclamarse campe¨®n de Liga y Copa. Estos ¨¦xitos hicieron que el Bar?a fuera invitado a la Peque?a Copa del Mundo, en Caracas. Mart¨ª, el presidente barcelonista, quiso aprovechar el viaje y declar¨® a la salida: "Solucionar¨¦ el fichaje de Di St¨¦fano".
La entrevista entre Enrique Mart¨ª y Alfonso Senior, presidente de Millonarios, no acab¨® felizmente. Senior exigi¨® 27.000 d¨®lares (1.350.000 pesetas) por ceder los derechos de su club sobre Di St¨¦fano, cifra que a Mart¨ª le pareci¨® exagerada. Sus declaraciones tras la fallida negociaci¨®n resultaron explosivas: "El Barcelona est¨¢ dispuesto a tener a Di St¨¦fano una temporada completa sin jugar. Millonarios debe rebajar sus exigencias".
?Fue entonces Alfonso Senior quien contact¨® con el Madrid o el club merengue quien tuvo la iniciativa? La realidad es que ?lvaro Bustamante, vicepresidente madridista, envi¨® a Bogot¨¢ a Raimundo Saporta con los 27.000 d¨®lares que Alfonso Senior demandaba por la cesi¨®n de los derechos de su club sobre Di St¨¦fano. Hubo acuerdo y el Madrid se hizo con los derechos de Di St¨¦fano hasta el 15 de octubre de 1954. Saporta prosigui¨® viaje a Buenos Aires y visit¨® la sede del River Plate, donde pudo constatar que el Barcelona ya hab¨ªa efectuado un desembolso de dos millones de pesetas a cuenta de la cifra convenida (50%) y, por tanto, no pod¨ªa el Madrid dar el golpe definitivo para hacerse con todos los derechos sobre el jugador, aunque s¨ª obtuvo garant¨ªas de no beligerancia del River en un posible futuro conflicto.
Considerando, por tanto, que Di St¨¦fano era ya jugador madridista, Saporta viaj¨® a Barcelona y mantuvo una entrevista con el jugador en el Hotel Regina, donde le abon¨® sus primeras pesetas como integrante de la plantilla madridista. Ante este detalle, Di St¨¦fano, que se sent¨ªa abandonado por el club azulgrana desde que el equipo partiera hacia Caracas -no hab¨ªa disputado m¨¢s que tres partidos "festivos", seg¨²n sus palabras, en Masnou, Sitges y Palafrugell- comenz¨® a ver la vida de un color m¨¢s claro y mucho m¨¢s su esposa, Sara Alicia, a quien ya se le hab¨ªa presentado la preocupaci¨®n cotidiana de estirar las pesetas de la compra familiar.
AGOSTO DE 1953. El 7 de agosto regres¨® de Am¨¦rica la expedici¨®n barcelonista. Enrique Mart¨ª volv¨ªa sin la Peque?a Copa del Mundo y sin resolver el caso Di St¨¦fano por no pagar lo que ped¨ªa el Millonarios. El 9 de agosto, Samitier abandonaba la secretar¨ªa t¨¦cnica del Barcelona tras una entrevista con Mart¨ª, en la que no llegaron a un acuerdo para renovar el contrato del viejo mago barcelonista.
Una semana m¨¢s tarde, el presidente del Millonarios se reun¨ªa en Madrid con Santiago Bernab¨¦u y cerraban definitivamente la operaci¨®n del traspaso de Di St¨¦fano. Pero no estaba tan claro:
-El Barcelona no pod¨ªa tramitar la solicitud de licencia para Di St¨¦fano en la Federaci¨®n Espa?ola de f¨²tbol sin la cesi¨®n de derechos a su favor que ten¨ªa el Madrid.
-El Madrid no pod¨ªa tramitar la solicitud de licencia de Di St¨¦fano sin el visto bueno del River Plate, que a su vez hab¨ªa vendido sus derechos al Barcelona.
La pescadilla se mord¨ªa la cola y la Federaci¨®n Espa?ola, ante la cercan¨ªa del final del plazo para inscribir jugadores extranjeros para la temporada 1953-54, se dirigi¨® a la FIFA. En su respuesta, el m¨¢ximo organismo futbol¨ªstico mundial decretaba: "Alfredo Di St¨¦fano no podr¨¢ jugar por ning¨²n club espa?ol mientras su situaci¨®n ante esta Federaci¨®n Internacional no quede absolutamente aclarada".
El 24 de agosto de 1953 entr¨® en vigor la nueva disposici¨®n legal de la Delegaci¨®n Nacional de Deportes sobre prohibici¨®n de nuevas incorporaciones de jugadores extranjeros al f¨²tbol espa?ol. S¨®lo cab¨ªa una soluci¨®n: Madrid y Barcelona deber¨ªan ponerse de acuerdo para, contando con el benepl¨¢cito de la FIFA, buscar una salida al futuro de Di St¨¦fano.
Todav¨ªa la directiva barcelonista hizo una ¨²ltima tentativa. El 26 de agosto se reuni¨® en Madrid el vicepresidente Narciso de Carreras con Alfonso Senior. Fue Carreras, y no Mart¨ª, quien acudi¨® a esta reuni¨®n por las malas relaciones que hab¨ªan quedado entre el presidente del Barcelona y el del club colombiano.
El presidente del Millonarios confirm¨® al vicepresidente del Barcelona que todo estaba cerrado a favor del Madrid. Narciso de Carreras llegaba tarde para enderezar el rumbo equivocado tomado antes por su presidente.
Enrique Mart¨ª perdi¨® los nervios y se dirigi¨® unilateralmente a la directiva de la Juventus de Tur¨ªn para traspasarle los derechos del jugador argentino. Este acto provoc¨® la indignaci¨®n de Di St¨¦fano, que no hab¨ªa sido consultado. Ante la negativa del club turin¨¦s a entablar negociaciones sin tener el consentimiento de la FIFA, Mart¨ª cometi¨® otro grav¨ªsimo error: se dirigi¨® al River Plate intentando la anulaci¨®n del contrato firmado entre ambos clubes y la devoluci¨®n del dinero (dos millones de pesetas) ya entregado al club bonaerense, cosa que el River Plate rechaz¨® (Anexo 2).
Enrique Mart¨ª y su directiva comprendieron que la soluci¨®n pasaba por Chamart¨ªn y la FIFA. El organismo internacional design¨® mediador a Armando Mu?oz Calero, ex presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol. ?ste decidi¨® que Di St¨¦fano jugara para el Real Madrid las temporadas 1953-54 y 1955-56, y en el Bar?a las 1954-55 y 1956-57. Cumplidas estas cuatro temporadas, ambos equipos deber¨ªan ponerse de acuerdo sobre el futuro del jugador en Espa?a. (Anexo 3).
El acuerdo se firm¨® pero segu¨ªa existiendo el grave inconveniente de la prohibici¨®n del fichaje de extranjeros desde el d¨ªa 24 de agosto anterior. Barcelona y Madrid elevaron un recurso de s¨²plica al general Moscard¨® manifestando que las gestiones y compromisos entre todas las partes hab¨ªan cristalizado con anterioridad a la entrada en vigor de la citada prohibici¨®n.
En la tarde del d¨ªa 19 de septiembre, la Delegaci¨®n Nacional de Deportes hac¨ªa p¨²blico el siguiente comunicado: "Elevados a esta Delegaci¨®n Nacional de Deportes, por varios clubs de f¨²tbol, recursos de s¨²plica con motivo de la propuesta hecha a la superioridad por esta Delegaci¨®n sobre prohibici¨®n de fichajes de jugadores extranjeros profesionales de f¨²tbol, y a la vista de las razones expuestas en las citadas s¨²plicas, la Delegaci¨®n Nacional, en sesi¨®n del d¨ªa 18 del actual, acord¨® proponer a la superioridad que confirme dicha prohibici¨®n, con la excepci¨®n de aquellos fichajes que estuvieran en tr¨¢mite de gesti¨®n con anterioridad al d¨ªa 22 de agosto de 1953.
El acuerdo cuyos t¨¦rminos est¨¢n contenidos en esta nota lo ha confirmado la superioridad en todos sus extremos".
Por fin aparece una intervenci¨®n de la superioridad jer¨¢rquica de la Delegaci¨®n Nacional de Deportes, es decir, de un ministro del Gobierno espa?ol, que aprobaba t¨¢citamente que Alfredo Di St¨¦fano, argentino, pudiera actuar dos temporadas en el Real Madrid y otras dos en el Barcelona. ?sta fue en todo este asunto la ¨²nica intervenci¨®n del centralismo franquista.
Gracias a esta decisi¨®n, adem¨¢s de a Di St¨¦fano, se les abri¨® las puertas a Faas Wilkes (holand¨¦s fichado por el Valencia), Andr¨¦s Prieto (chileno para el Espa?ol) y Carlos Ducasse (franc¨¦s para el Valladolid). Los tres se encontraban en el mismo caso: sus fichajes se estaban tramitando antes de que se cerrara la importaci¨®n de extranjeros.
El presidente Enrique Mart¨ª se responsabiliz¨® de sus errores en todo el caso Di St¨¦fano y present¨® la dimisi¨®n el 22 de septiembre. Se nombr¨® entonces una Comisi¨®n Gestora, presidida por el ex presidente Agust¨ªn Montal (padre), quien convoc¨® las elecciones que ganar¨ªa Francisco Mir¨® Sans. (Anexo 4).
22 DE SEPTIEMBRE DE 1953. La ficha de Di St¨¦fano fue presentada al anochecer del d¨ªa 22 de septiembre de 1953. Al d¨ªa siguiente, Di St¨¦fano debut¨® en Chamart¨ªn frente al Nancy. El Madrid perdi¨® 2-4 y La Saeta Rubia logr¨® en el minuto 67 su primer gol como jugador merengue. Lo cierto es que su actuaci¨®n, tras nueve meses ausente del f¨²tbol competitivo, no despert¨® grandes emociones entre los aficionados. Su peso de 79,8 kilos estaba muy por encima del adecuado en buena forma. El domingo siguiente, 27 de septiembre, debut¨® en el campeonato de Liga.
Tras la quinta jornada, el Madrid aventajaba al Barcelona en dos puntos. El mi¨¦rcoles 14 de octubre, la Comisi¨®n Gestora, en su reuni¨®n semanal, decidi¨® renunciar a todos sus derechos sobre Di St¨¦fano, siempre y cuando obtuvieran del Madrid la compensaci¨®n econ¨®mica por los gastos que toda la gesti¨®n hab¨ªa producido a las arcas barcelonistas. Bien fuera que a Daucik no le gustase el Di St¨¦fano que ya actuaba en el club blanco, bien que se considerase que bastaba y sobraba un Kubala totalmente recuperado como l¨ªder del equipo, o que Di St¨¦fano pareciera una persona especialmente conflictiva, Agust¨ªn Montal y Alberto Maluquer manifestaron que el Barcelona era demasiado importante para compartir un jugador con un club rival y negociaron en Madrid con Santiago Bernab¨¦u la soluci¨®n final del caso.
El 25 de octubre, en la s¨¦ptima jornada de Liga, se enfrentaron en Chamart¨ªn. Para ese momento compart¨ªan la cabeza de la tabla, con 10 puntos cada uno. Previamente al partido, resuelto a favor del Madrid por 5-0, con dos goles de Di St¨¦fano, se celebr¨® una reuni¨®n entre directivos de ambos clubes, donde se firm¨® el documento que pon¨ªa fin al contencioso. (Anexo 5).
Despu¨¦s de todo este asunto, ?c¨®mo se puede afirmar sin faltar a la verdad que la dictadura y el centralismo espa?ol impidieron que Di St¨¦fano jugara en el Barcelona?
Mucha m¨¢s intervenci¨®n, favorable por supuesto, tuvo el Gobierno espa?ol para que Kubala, a quien r¨¢pidamente concedi¨® la nacionalidad espa?ola, pudiese jugar en el club catal¨¢n.
La culpa principal del fallido destino de Alfredo Di St¨¦fano la tuvo Enrique Mart¨ª al no pagar a Millonarios el dinero que solicitaba el club colombiano (1.350.000 pesetas).
Las culpas a?adidas fueron el abandono de Di St¨¦fano en Barcelona sin ning¨²n apoyo del club, y la no renovaci¨®n por el Bar?a del contrato de Jos¨¦ Samitier, quien se hab¨ªa convertido pr¨¢cticamente en el ¨²nico amigo de Di St¨¦fano en la Ciudad Condal. La verdad que late en el fondo del asunto es que a partir de la recuperaci¨®n de Kubala, el Barcelona perdi¨® inter¨¦s por Di St¨¦fano, cuyo fichaje ya se hab¨ªa vuelto demasiado complicado.
Santiago Bernab¨¦u, por su parte, aprovech¨® los despistes del Bar?a y supo maniobrar bien.
Desde 1929 hasta 1953, a?o de la llegada de Di St¨¦fano, el Madrid s¨®lo hab¨ªa ganado dos de las 21 Ligas disputadas hasta la fecha, ambas antes de la guerra. Ninguna todav¨ªa durante el franquismo. Desde 1953 ha ganado 28 de los 53 campeonatos disputados desde entonces.
ANEXO 1
EL 'PACTO DE LIMA'
Congreso Sudamericano. Lima, 1951
"Los jugadores de los Clubs de la Divisi¨®n Mayor, habiendo pertenecido anteriormente a Clubs de las Asociaciones Nacionales de los ocho pa¨ªses siguientes: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Paraguay, Per¨² y Uruguay, y, habiendo sido transferidos sin tener el certificado correspondiente de transferencia de parte de sus Clubs de origen, son autorizados a continuar jugando con sus Clubs respectivos y actuales de la Divisi¨®n Mayor hasta lo m¨¢s tardar el 15 de octubre de 1954. Inmediatamente despu¨¦s estos jugadores est¨¢n obligados a regresar a sus Clubs de origen.
"La Asociaci¨®n Colombiana de F¨²tbol no est¨¢ autorizada para transferir ni siquiera uno solo de estos jugadores a otra Asociaci¨®n Nacional, a menos que no se haya hecho con arreglo previo a este respecto con la Asociaci¨®n Nacional interesada".
"Los jugadores de los Clubs de la Divisi¨®n Mayor, transferidos sin un certificado de transferencia emitido por su Club de origen, y sin haber pertenecido a un Club de una Asociaci¨®n Nacional de los ocho pa¨ªses arriba mencionados, habiendo sido suspendidos de este hecho por su Asociaci¨®n Nacional correspondiente, quedan suspendidos y no son autorizados de continuar jugando con su Club actual de la Divisi¨®n Mayor, hasta que no se haya hecho un arreglo, por el cual la Asociaci¨®n Nacional competente levantar¨¢ expresa y formalmente la suspensi¨®n promulgada anteriormente".
Asimismo, los jugadores ilegalmente huidos de sus clubs, con contrato en vigor, deber¨ªan retornar a los mismos al finalizar los contratos suscritos con los equipos colombianos y con el plazo m¨¢ximo del d¨ªa 31 de diciembre de 1954.
ANEXO 2
EL RIVER PLATE SE LAVA LAS MANOS
Comunicado de Enrique Pardo, presidente del River Plate. Buenos Aires, 1953.
El 3 de septiembre, Enrique Pardo, presidente del River Plate, hac¨ªa p¨²blico el siguiente comunicado:
1.? Cuando el River Plate transfiri¨® a Di St¨¦fano al Club de F¨²tbol Barcelona no exist¨ªa la resoluci¨®n de la Federaci¨®n Espa?ola que posteriormente prohibi¨® la contrataci¨®n de jugadores extranjeros.
2.? En el convenio de la transferencia de Di St¨¦fano no dej¨® constancia de que cualquier arreglo con el jugador era por cuenta y riesgo del C.F. Barcelona.
3.? Al hacer entrega de la transferencia de Alfredo Di St¨¦fano a la Asociaci¨®n del F¨²tbol Argentino para formalizar su traspaso al Barcelona, el River Plate qued¨® totalmente desligado del jugador y "de los compromisos posteriores".
4.? Si la Federaci¨®n Espa?ola tom¨® una resoluci¨®n posterior a la transferencia,"el River Plate no tiene nada que hacer".
ANEXO 3
DI ST?FANO SE REPARTE
Acuerdo al que llegan Santiago Bernab¨¦u, presidente del Madrid, Enrique Mart¨ª, presidente del Barcelona, y Mu?oz Calero, miembro de la FIFA.
Madrid, 15 de septiembre de 1953
"ACUERDAN.- Primero.- Aceptar plenamente el arbitraje de don Armando Mu?oz Calero, as¨ª como las siguientes cl¨¢usulas dictadas por el mismo, con la advertencia de que est¨¢n inspiradas en el mejor deseo de solucionar esta cuesti¨®n, y que requieren previamente para su efectividad la aprobaci¨®n por parte del Excmo. Sr. Conde del Alc¨¢zar de Toledo, delegado nacional de Deportes, del escrito de S¨²plica al mismo dirigido, y la anuencia de la Real Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol:
"a) El jugador Alfredo di St¨¦fano, una vez cumplido el requisito reglamentario de su inscripci¨®n legal en la Real Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol, podr¨¢ ser alineado en el equipo representativo del Real Madrid F.C. en las temporadas de 1953-54 y 1955-56, y, por el Barcelona C.F. en las temporadas 1954-55 y 1956-57, tanto en los encuentros de competici¨®n oficial como en los amistosos o de entrenamientos p¨²blicos o privados que los respectivos Clubs consideren oportuno organizar.
"b) Los Clubs Barcelona C.F. y Real Madrid C.F. designar¨¢n respectivamente un delegado que con plena autoridad liquidar¨¢ los gastos efectuados por cada uno de los Clubs, aceptando el cargo del 50% del total para cada uno de ellos.
"c) Finalizada la temporada 1956-57, ambos Clubs, con la conformidad del jugador Alfredo di St¨¦fano, y si as¨ª se lo permitieran las disposiciones legales entonces, decidir¨¢n sobre la posterior actuaci¨®n de dicho jugador en Espa?a.
"d) Los ya indicados Clubs podr¨¢n de mutuo acuerdo modificar las anteriores cl¨¢usulas, en el sentido de la cesi¨®n definitiva de derechos sobre el jugador, en favor de alguno de ellos, siempre que a esta modificaci¨®n contractual no se opongan las disposiciones vigentes de los Organismos Superiores.
"e) Sea cualquiera la resoluci¨®n que la Delegaci¨®n Nacional de Deportes adoptara en relaci¨®n con el jugador Di St¨¦fano, ambos presidentes se comprometen a realizar el m¨¢ximo esfuerzo para consolidar las amistosas relaciones deportivas que siempre han debido existir entre sus respectivos Clubs, de tan destacada raigambre en la afici¨®n futbol¨ªstica de Barcelona y Madrid".
ANEXO 4
LA DIMISI?N DE ENRIQUE MART? POR EL CASO DI ST?FANO
Barcelona, 22 de septiembre de 1953
"Aceptando la amable invitaci¨®n que me hace el excelent¨ªsimo se?or gobernador civil y consciente de mi deber, me creo en la obligaci¨®n de dar p¨²blica cuenta de la causa de mi dimisi¨®n a los socios y simpatizantes del Club de F¨²tbol Barcelona.
Iniciadas las gestiones para la adquisici¨®n, en traspaso, del jugador Alfredo Di St¨¦fano, con el River Plate, de Buenos Aires, no pudimos mantener relaciones oficiales con el jugador por estar reglamentariamente prohibido por la Real Federaci¨®n Espa?ola, hasta tanto no fuera un hecho el traspaso.
Una vez tenida la anuencia del River Plate, nos pusimos en relaci¨®n con el Club Millonarios, de Bogot¨¢, y despu¨¦s de largas gestiones y vicisitudes se nos manifest¨® por su delegado que el club que presentara el pase del River obtendr¨ªa tambi¨¦n el de ellos. Esto no sucedi¨®, ya que m¨¢s adelante tuvimos conocimiento de que el presidente del Millonarios hab¨ªa cedido sus derechos al Real Madrid.
Hecha p¨²blica la disposici¨®n de la Delegaci¨®n Nacional de Deportes sobre jugadores extranjeros, orden que acatamos respetuosamente, hicimos todos los posibles para traspasar el jugador a un club extranjero.
Como para esto necesit¨¢bamos la conformidad del Real Madrid, me traslad¨¦ a dicha capital y bajo los auspicios de un miembro de la FIFA, que se ofreci¨® para ello, se hicieron todas las gestiones para efectuar el traspaso de acuerdo totalmente con el Real Madrid, sin lograrlo, en definitiva. En esta situaci¨®n y tratando ya s¨®lo de defender los intereses deportivos y econ¨®micos del club, y bajo el arbitraje del doctor Mu?oz Calero, se dirigi¨® una s¨²plica conjunta al excelent¨ªsimo se?or Delegado Nacional de Deportes, en solicitud de excepci¨®n para dicho jugador, ya que los tr¨¢mites reglamentarios se hab¨ªan cumplimentado con anterioridad.
No obstante, era necesario que ambos clubs se pusieran de acuerdo y tras arduo empe?o m¨ªo en querer superar todas las dificultades, en un caso que, m¨¢s que dif¨ªcil me pareci¨® especial¨ªsimo, sintiendo el pesar de presumir que no satisfar¨ªa la decisi¨®n, acept¨¦ el laudo y firm¨¦ el pacto, que establec¨ªa una igualdad econ¨®mica y un contrato alternativo entre los dos clubs, con las salvedades de que de mutuo acuerdo podr¨ªa ceder un club al otro definitivamente el jugador.
Inmediatamente despu¨¦s de dar cuenta al Comit¨¦ Directivo del club, y sabiendo que el criterio de muchos socios hubiera preferido que se realizara de otra forma, se confirm¨® mi creencia de que cualquiera de ellos, con m¨¢s acierto, podr¨ªa cumplir la misi¨®n mejor que yo, present¨¦ por mi propia voluntad la dimisi¨®n irrevocable, que ha sido aceptada por la Real Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol".
En la presidencia del Club de F¨²tbol Barcelona he puesto con ilusi¨®n toda mi posible capacidad de trabajo, y si el Club ha triunfado en lo deportivo ha sido gracias a la colaboraci¨®n de mis compa?eros de Directiva, de los servicios t¨¦cnicos, de los empleados, entrenadores y, sobre todo, de los jugadores, a los que he animado siempre y tenido verdadero afecto.
No habiendo llevado a cabo todo lo que hubiera querido en beneficio del Club, no tengo ninguna raz¨®n para sentirme satisfecho; sin embargo, mis cinco a?os en la Directiva son bastante conocidos. Por eso, al dimitir no siento amargura.
He buscado el bien por la satisfacci¨®n de hacerlo, y a ello han tendido siempre mis anhelos por los colores azulgranas de mi querido Club de F¨²tbol Barcelona".
ANEXO 5
EL BAR?A RENUNCIA A DI ST?FANO
Madrid, 23 de octubre de 1953
"En Madrid, a 23 de octubre de 1953, de una parte don Jos¨¦ Vidal-Ribas G¨¹ell, como miembro de la Comisi¨®n Gestora del Club de F¨²tbol Barcelona, debidamente autorizado por la misma y en nombre y representaci¨®n del referido Club, y de otra don Santiago Bernab¨¦u de Yeste, como presidente del Real Madrid Club de F¨²tbol, y en nombre y representaci¨®n del mismo, con relaci¨®n al acuerdo concertado entre los Presidentes de ambos Clubs con fecha 15 de septiembre pr¨®ximo pasado, bajo el arbitraje de don Armando Mu?oz Calero, miembro de la FIFA, convienen y estipulan:
Primero.- Que el Club de F¨²tbol Barcelona hace expresa renuncia en favor del Real Madrid Club de F¨²tbol de todos cuantos derechos le corresponden, a tenor de lo que se precept¨²a en el apartado a) del acuerdo antes referido, sobre el jugador don Alfredo Di St¨¦fano, el cual, a partir de este momento, depender¨¢ de la exclusiva disciplina del Real Madrid Club de F¨²tbol durante los cuatro a?os de vigencia del acuerdo antes citado.
Segundo.- Que el Real Madrid Club de F¨²tbol, en compensaci¨®n a esta renuncia, se compromete a reintegrar al Club de F¨²tbol Barcelona la cantidad de CUATRO MILLONES CUATROCIENTAS CINCO MIL PESETAS, importe de los desembolsos efectuados por el Club de F¨²tbol Barcelona, m¨¢s los intereses del pago aplazado en parte que corresponde satisfacer al Real Madrid Club de F¨²tbol.
Tercero.- La indicada cantidad de CUATRO MILLONES CUATROCIENTAS CINCO MIL PESETAS la har¨¢ efectiva el Real Madrid Club de F¨²tbol en la siguiente forma: UN MILL?N DOSCIENTAS VEINTICINCO MIL PESETAS, que se entregan en este acto por cheque al portador n¨²mero 329998 a cargo de la cuenta corriente n¨²mero 20337 que el Real Madrid Club de F¨²tbol tiene abierta en el Banco Mercantil e Industrial, de Madrid. UN MILL?N QUINIENTAS MIL PESETAS, en una letra aceptada por el Real Madrid Club de F¨²tbol, con vencimiento al 31 de julio de 1954, siendo el efecto empleado en esta operaci¨®n de la clase primera n¨²mero A3351252. SETECIENTAS CINCUENTA MIL PESETAS, en otro efecto aceptado por el Real Madrid Club de F¨²tbol, con vencimiento al treinta y uno de enero de mil novecientos cincuenta y cinco, siendo el efecto empleado para esta operaci¨®n de la clase primera, n¨²mero A3351253. NOVECIENTAS TREINTA MIL PESETAS, en otra letra aceptada con vencimiento el treinta y uno de julio de mil novecientos cincuenta y cinco, siendo el efecto empleado en esta operaci¨®n de la clase primera n¨²mero A3351254. Este efecto enjuga el saldo total de la cuenta aplazada y los intereses correspondientes a la misma y con ello quedan canceladas todas las obligaciones que el Real Madrid Club de F¨²tbol hubiera contra¨ªdo con el Club de F¨²tbol Barcelona por cesi¨®n de los derechos que este Club ostentaba sobre el jugador se?or Di St¨¦fano.
Y para que as¨ª conste y surta todos los efectos, lo firman por cuadriplicado las partes en Madrid, en la fecha arriba indicada".