Primera | Sevilla 1 - Barcelona 1
Empate sin beneficiados
El Sevilla, que termin¨® con diez por expulsi¨®n de Keita, pudo irse al descanso con una ventaja mayor. Capel y Xavi fueron los goleadores. El Bar?a puede quedarse ma?ana a ocho puntos del l¨ªder.
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El Sevilla deber¨¢ aprender del encuentro de esta noche una valios¨ªsima lecci¨®n. El choque se nos hab¨ªa presentado como una final, uno de esos grandes t¨®picos que cada vez se empiezan a utilizar m¨¢s pronto. Siguiendo con los t¨®picos, los de Jim¨¦nez perdonaron hasta la extenuaci¨®n a su rival en la primera mitad, y lo terminaron pagando. El empate final hizo justicia, no porque el Bar?a apabullara a su rival en la segunda mitad, sino por la falta de ambici¨®n de un equipo que necesita imperiosamente sumar de tres en tres, m¨¢s a¨²n jugando en su estadio. S¨®lo un equipo termin¨® contento con el marcador del Pizju¨¢n, y ni siquiera se encontraba en Sevilla.
El encuentro tuvo un arranque vibrante. Ambos equipos lanzados al ataque, practicando un f¨²tbol directo, sin especulaciones, algo de agradecer. El encuentro promet¨ªa. En estos minutos los mejores de cada equipo fueron los guardametas. Palop y Vald¨¦s salvaron todas las aproximaciones del rival. El blaugrana mostr¨® su excelente estado de forma en una falta lanzada por Alves, y Palop hizo lo propio en un tiro de Messi y una internada de Henry.
Tras el primer cuarto de hora el ritmo decay¨®, pero no as¨ª las ocasiones, aunque las mejores cayeron del lado de los locales. El Bar?a comenzaba a ceder terreno gradualmente. Messi, la gran referencia en ataque en el d¨ªa de hoy, ten¨ªa mucho trabajo para zafarse de los centrales sevillistas, pero el argentino no paraba de pedirla e intentarlo. Henry y Giovanni, por el momento, ten¨ªan un paso casi testimonial por el encuentro. Cada vez la posesi¨®n era mayor para el Sevilla, y cuando la ten¨ªan los de Rijkaard, pasaba la mayor parte del tiempo en su campo.
El Sevilla por su parte continu¨® haciendo uso de su mejor arma, un ataque tan directo y constante que da v¨¦rtigo. Con la habitual variedad de opciones en ataque, la pareja Thuram-Milito se ve¨ªa desbordada por momentos, y s¨®lo las actuaciones de Vald¨¦s, primero con un parad¨®n a Luis Fabiano y luego con otra intervenci¨®n de m¨¦rito a Kanout¨¦, imped¨ªan que el Sevilla estuviera ya en ventaja. Demasiado para un s¨®lo hombre. Hubo tiempo para la pol¨¦mica, en un supuesto penalti de Thuram a Kanout¨¦ que en televisi¨®n pareci¨® no ser para tanto.
El premio a la insistencia sevillista lleg¨® pasada la media hora de juego, en una internada de Navas que Capel, completamente solo en el segundo palo, se encarg¨® de empujar al fondo de la porter¨ªa. Impresionante la facilidad con la que llegaban los cuatro de arriba del Sevilla. Para entonces el Bar?a era ya un desastre. Incapaz de contener la estampida que se le ven¨ªa encima e igualmente negado a la hora de crear juego. Sin contar los minutos del inicio, sorprendi¨® la incapacidad de realizar m¨¢s de tres pases una vez que el bal¨®n pasaba de la mitad de la cancha. El descanso fue mano de santo.
El Sevilla se echa para atr¨¢s
Tras el paso por vestuarios, Edmilson y Thuram dejaron su sitio a Ronaldinho y M¨¢rquez. Rijkaard arriesgaba. Lo de la entrada de Ronaldinho es casi una obligaci¨®n, pese a su p¨¦simo estado de forma. Si la apuesta sal¨ªa bien, todos contentos, si no ya no habr¨ªa muchas soluciones m¨¢s. A los 12 minutos lleg¨®, forzosamente por lesi¨®n de Henry, el tercer cambio. Gudjohnsen ocup¨® su lugar.
La segunda mitad fue diametralmente opuesta a la primera. El Sevilla baj¨® los brazos de forma incomprensible. Los de Jim¨¦nez optaron descaradamente por jugar a la contra, lo cual no es mala idea aparentemente. Jugadores tienen para ello, pero viendo lo ocurrido en los primeros 45 minutos no se entiende muy bien tomar tantos riesgos innecesarios. Cierto es que el Barcelona segu¨ªa siendo m¨¢s o menos el mismo, con m¨¢s posesi¨®n del bal¨®n (igualmente infructuosa), pero en cualquier caso segu¨ªa siendo el Barcelona.
El paso de los minutos no hac¨ªa m¨¢s que menoscabar el ¨¢nimo 'cul¨¦'. Con Ronaldinho ofreciendo, una vez m¨¢s, una triste imagen, el Bar?a parec¨ªa depender m¨¢s que nunca de Messi. Los del Nervi¨®n, ante la incapacidad, del rival optaron por irse estirando, y pronto se vio el error cometido en todos los minutos anteriores. Capel y Navas desbordaban una y otra vez a Oleguer y Abidal, y Kanout¨¦ y Luis Fabiano eran siempre un peligro. De nuevo comenzaron a llegar las ocasiones, y poco despu¨¦s del cuarto de hora de la reanudaci¨®n el encuentro cambi¨® por completo. El Sevilla, que se dedic¨® a jugar con el resultado en lugar de ir a por el encuentro, vio como del posible 2-0, en un remate de M¨¢rquez contra su propia meta, se lleg¨® al empate tras una jugada entre Messi y Xavi que el catal¨¢n se encarg¨® de finalizar.
Minutos despu¨¦s todos los planes sevillistas se vinieron abajo con la expulsi¨®n de Keita por doble amarilla tras zancadillear a Messi. El argentino estaba en todas, y en los minutos finales volvi¨® a tirar del equipo ante la falta de otro l¨ªder que le acompa?ara, pero no fue suficiente. S¨®lo las pseudo-ocasiones de Ronaldinho a bal¨®n parado llegaron a inquietar un tanto a la parroquia sevillista.