El Bar?a se llev車 un repaso
Lecci車n t芍ctica del Sevilla. Segundo t赤tulo en tres meses. El Barcelona apenas se vio. Renato, Kanout谷 y Maresca, los goleadores.

L芍grimas de amor, fe y pasi車n tras la exhibici車n de M車naco. En alg迆n sitio desconocido del mundo, alguien ha debido levantar la maldici車n con la que el Sevilla viv赤a anclado desde hac赤a muchas d谷cadas. En algo m芍s de tres meses, el destino ha virado radicalmente para este centenario club, dejando atr芍s decenas de tardes decepcionantes. Cien a?os de desesperaci車n para terminar explotando de manera alucinante, incre赤ble, esperanzadora. Para acabar deslumbrando a la Europa futbol赤stica con una exhibici車n de f迆tbol ante el mejor equipo del mundo. ?Una locura! La haza?a de M車naco coron車 al Sevilla entre los m芍s grandes, le entreg車 la Supercopa, rememor車 el sue?o del t赤tulo de la UEFA que a迆n segu赤a vivo y provoc車 que muchos sevillistas volvieran a sentir como la sangre rojiblanca corr赤a por su cuerpo. La m芍quina de Rijkaard, que no dejaba de asombrar a todos, tuvo que arrodillarse ante un equipo cargado de sentimiento, amor propio, calidad y mucha disciplina t芍ctica.
El Sevilla, simplemente, devor車 a la bestia azulgrana en un derroche de f迆tbol descomunal que quedar芍 grabado en las retinas de los hinchas de Nervi車n durante mucho tiempo. Juande Ramos ten赤a un plan en la mente y sus jugadores lo ejecutaron de manera admirable. Gracias a un derroche f赤sico descomunal, anularon todas las ideas de un equipo que, hasta la noche de ayer, era m芍gico por su repertorio de posibilidades. El Bar?a fue derrumbado a base de pu?aladas de humildad.
Se trat車 de una lecci車n t芍ctica magistral. El Sevilla cerr車 filas y redujo el campo a poco m芍s de 25 metros entre su defensa y Luis Fabiano y Kanout谷. La intenci車n era eliminar las zonas amplias dentro del terreno de juego, donde la calidad del Barcelona explota de forma invencible. La estrategia necesitaba del trabajo com迆n, pero del esfuerzo y la concentraci車n de dos futbolistas principalmente: Poulsen y Renato. Ambos ten赤an la misi車n de convertirse en las sombras de Deco y Xavi. Las 車rdenes las elaboraron a la perfecci車n. Los sevillistas, con los dientes apretados, encimaban a los barcelonistas en cada acci車n. El Bar?a no encontr車 nunca un solo cent赤metro para darse la vuelta y pensar. Se vio desbordado por completo. Xavi y Deco sintieron siempre el aliento en la nuca de dos cazarecompensas. La presi車n era asfixiante y pronto las alarmas se encendieron en el banquillo catal芍n.
El Sevilla golpe車 desde el principio hasta el fin. Ten赤a muy claro que para mantener alguna opci車n de victoria deb赤a atacar, con sus ideas muy fijas, la l赤nea de flotaci車n de su rival. Liquid車 a los dos cerebros de Rijkaard, Xavi y Deco, hasta acabar con la inteligencia y la capacidad de maniobra del rival. Ninguno pudo salir jam芍s de la presi車n del dan谷s y el brasile?o. Para colmo, Luis Fabiano y Kanout谷 murieron en el trabajo defensivo para tapar cualquier otra posible salida.
Arranque ganador.
En medio de un inicio arrebatador, con cada metro del campo cubierto por los de Juande, Renato se invent車 un pase interior entre M芍rquez y Puyol. Luis Fabiano se col車 entre ambos, pero err車 en la definici車n. Su compatriota volv赤a a aparecer para rematar la acci車n. 0-1. El Luis II se disfrazaba de Nervi車n. El Bar?a se quedaba helado, no entend赤a c車mo hab赤a sido maniatado y pasaba a desempe?ar un papel secundario. No se trataba de un espejismo, porque mientras que los minutos se esfumaban, el gui車n no variaba lo m芍s m赤nimo.
Los pivotes eran perseguidos con pasi車n y el Barcelona le daba el bal車n a Motta y Puyol. Desde ah赤, la creaci車n era nula. Ronaldinho, Messi y Etoo, sin v赤as de servicio, se desesperaron hasta casi desaparecer. Era aut谷ntica impotencia ante lo que poco pod赤an hacer. El potencial ofensivo del Bar?a quedaba reducido a la m赤nima expresi車n. Un juguete demoledor hace unas horas que pasaba a ser un juguete entre las manos de los sevillanos. Muchos se frotaban los ojos ante la superioridad del Sevilla, que termin車 de herir de muerte a su rival con el gol de Kanout谷 antes de la primera parte. El Supercampe車n era arrollado.
Mucho m芍s m迆sculo.
Tras el descanso, Juande meti車 m芍s pelea en el campo con Mart赤 y Maresca. Rijkaard intent車 meterle cabeza a su centro del campo y sac車 a Iniesta. Pero ni la acumulaci車n del trabajo hizo que la presi車n del Sevilla disminuyera. Es m芍s, los de Juande jugaban ya con la sensaci車n de haber hecho lo m芍s complicado. A partir de entonces, se trataba de aguantar los arreones del Barcelona y correr hasta caer derrumbados.
Messi bajaba a recibir, el delantero brasile?o Ronaldinho ca赤a de un lado hacia el otro y Etoo lo intentaba, una y otra vez, con tiros lejanos. Gudjohnsen y Giuly se sumaban al ataque desesperado del Barcelona, que no pod赤a dar cr谷dito a lo que estaba pasando en el estadio monegasco.
Pese al esfuerzo, el conjunto sevillista no cedi車 un cent赤metro durante todo el partido y supo mantener la intensidad necesaria para convertir cada jugada de recuperaci車n en la m芍s importante de la vida. El encuentro entr車 en una fase atractiva para los sevillistas. Con el Barcelona volcado sobre la porter赤a del guardameta Palop, el equipo pod赤a armar en cada recuperaci車n las contras que tanto le gustan. Y as赤 fue. El canterano Puerta, que sigue apuntando muy alto, galop車 hasta la l赤nea de fondo hasta que sinti車 un empuj車n. Enzo Maresca, el h谷roe de Eindhoven, no desperdici車 la oportunidad de apuntar de nuevo su nombre en la historia del club y remat車 al rival con el penalti. El italiano de nuevo se hac赤a protagonista en una noche m芍gica. El Barcelona era un alma en pena que rezaba para que el final del partido llegara cuanto antes. La goleada pudo ser a迆n mayor si Puerta llega a definir otro contragolpe maravilloso.
El Bar?a no pudo ni meter miedo y se arrodill車 ante el Supercampe車n para rendirle pleites赤a. Maresca dio la estocada definitiva con el tercer gol. El Sevilla era un hurac芍n que hab赤a destrozado al mayor ej谷rcito del mundo. Juande Ramos se hac赤a con su segundo t赤tulo europeo con el Sevilla. Los m芍s viejos aseguraban que ya s赤 se marchar芍n felices. El esp赤ritu rojiblanco deslumbr車 a Europa. Aut谷ntica exhibici車n. Una locura de buen f迆tbol. Puro sentimiento. La historia ha cambiado en Nervi車n.
Sin hora y sin marcador
El partido de la Supercopa de Europa de anoche en M車naco estuvo marcado por el espect芍culo y los goles, pero result車 llamativo que en la retransmisi車n del choque en Antena 3 la cadena no ofreciera en ning迆n momento el marcador y el minuto de juego, algo habitual.