Copa de la UEFA | Middlesbrough 0 - Sevilla 4
El Sevilla toca el cielo
Maresca, con dos goles en la recta final del encuentro, encarril¨® el triunfo del Sevilla cuando m¨¢s estaba apretando el Middlesbrough en busca de la igualada

Nunca el Philips Stadium tuvo tanto arte en sus gradas, tanta animaci¨®n, tanto rojo y blanco. "Somos grandes", dec¨ªa una de las pancartas gigantes, y la afici¨®n sevillista se com¨ªa a la inglesa. De blanco el Sevilla, de rojo el Middlesbrough. Algunos no quer¨ªan ni mirar la copa, hab¨ªa nervios y tensi¨®n, pero tambi¨¦n confianza.
Se sab¨ªa, se intu¨ªa y, finalmente, se demostraba. Era superior, ten¨ªa m¨¢s calidad el Sevilla; s¨®lo ver la primera jugada entre Navas y Alves y el disparo final de ¨¦ste ¨²ltimo bast¨® para comprobar la superioridad t¨¦cnica de los de Juande Ramos. Ellos la perd¨ªan, no combinaban, no hab¨ªa estilistas, s¨®lo estibadores. El plan dise?ado por McClaren, pr¨®ximo entrenador ingl¨¦s, pobres leones, no era otro que el de enviar balones en largo a Viduka, confiarse a la excelente izquierda de Downing y no tomar demasiados riesgos.
El ¨²nico argumento ofensivo de McClaren dio alg¨²n problema al principio. El gigant¨®n australiano del "Boro" provoc¨® una falta de Javi Navarro muy cerca del v¨¦rtice del ¨¢rea y Fabio Rochemback, el ex barcelonista, envi¨® un misil que rechaz¨® como pudo Andr¨¦s Palop. Contest¨® con rapidez el Sevilla con jugadas de Adriano y Luis Fabiano que se marcharon fuera del marco de Schwarzer de puro milagro.
Ten¨ªa buena pinta el Sevilla. Alves y Adriano, los m¨¢s entonados, buscaban la l¨ªnea de fondo y la encontraban, siempre superiores a los chicarrones del "Boro" que les marcaban. Saviola y Luis Fabiano aparec¨ªan con mucho peligro, Navas esperaba su turno dejando detalles por el camino, Maresca y Mart¨ª controlaban la situaci¨®n en la sala de m¨¢quinas y Javi Navarro manten¨ªa a raya a Viduka.
S¨®lo quedaba esperar que la superioridad sevillista tuviera reflejo en el marcador, que ya se sabe que en las finales no siempre gana el que m¨¢s calidad tiene si no el que menos falla. Pero los de Juande no estaban dispuestos a dejar escapar semejante oportunidad. Alves no quer¨ªa. Ni Luis Fabiano. Por eso el peque?o lateral, que demostr¨® un car¨¢cter perfecto para las grandes ocasiones, le puso un preciso bal¨®n a su compatriota para que conectara con habilidad su cabeza y mandase el bal¨®n a la espalda de Schwarzer. Gol. Y fiesta por sevillanas.
Respiraron los dos equipos al borde del descanso, como para descargar la tensi¨®n, un peque?o pacto de no agresi¨®n que respetaron todos menos Adriano, que dej¨® sin c¨¦sped la banda izquierda, de tanto trotarla.
Partido abierto, espectacular y lleno de tensi¨®n hasta que apareci¨® Maresca
Sali¨® Maccarone, el "remontador". Pero si el "Boro" quer¨ªa adelantar l¨ªneas, buscar cuando menos el empate, se pod¨ªa encontrar con una desagradable sorpresa, porque Juande tiene jugadores de rapidez endiablada y en terreno abierto, en el intercambio de golpes, nadie dudar¨ªa en apostar por los Adriano, Alves o Navas, Jes¨²s Navas, no demasiado participativo en la primera mitad pero inmenso en la reanudaci¨®n.
Las galopadas de Navas pusieron en evidencia a la defensa inglesa, lenta y torpe para ocupar tanto espacio disponible, pero como las victorias, y m¨¢s en las finales, siempre llevan impl¨ªcitas muchas dosis de sufrimiento, Viduka, en una de las pocas ocasiones en las que pudo zafarse de la marca de Javi Navarro (espectacular en la marca), puso los pelos de punta a la afici¨®n de Sevilla al quedarse s¨®lo frente a Palop, que realiz¨® la parada de la noche.
De cualquier forma, el Middlesbrough parec¨ªa mejor equipo que el que comenz¨® el encuentro, por los menos le pon¨ªa m¨¢s ganas y jugaba con un poco m¨¢s de inter¨¦s ofensivo; McClaren, que comenz¨® con cinco defensas, ya ten¨ªa cuatro delanteros (Hasselbaink, Viduka, Maccarone y Yakubu) a falta de veinte minutos para el final.
Los del nuevo seleccionador ingl¨¦s se olvidaron por fin de las precauciones defensivas y se lanzaron al ataque, qu¨¦ remedio les quedaba. Para que no se confiaran demasiado, Daniel Alves, en una preciosa jugada (qu¨¦ gran partido del lateral brasile?o) pudo ponerle la puntilla al "Boro", pero Schwarzer envi¨® a corner. A la vuelta, Viduka mand¨® un remate envenenado que se march¨® a pocos cent¨ªmetros del poste izquierdo de Palop. Y tambi¨¦n pudo existir penalti en una jugada entre el australiano y Javi Navarro, pero el ¨¢rbitro, Herbert Fandel, no le prest¨® atenci¨®n, menos mal.
Hab¨ªa mucha tensi¨®n, miedo a la mala suerte. Hasta que apareci¨® un italiano para calmar los ¨¢nimos y llevar al Sevilla a lo m¨¢s alto de su historia. Maresca, el estupendo y prometedor medio centro, anot¨®, en seis minutos, en la recta final del partido, dos goles que sumaban tres y que daban tranquilidad y felicidad absoluta a toda la hinchada de Sevilla. Kanout¨¦, en otra jugada de Maresca, puso el cuarto, la guinda a una noche inolvidable, la mas grande de la historia del Sevilla.