El profesor honorario en la University College London School of Slavonic and East European Studies y bi¨®grafo del presidente ruso, Mark Galeotti, ha asegurado a The Daily Mail que el c¨ªrculo ¨ªntimo de Vladimir Putin se est¨¢ reduciendo, y lo que est¨¢ en juego aumenta.

El mandatario ruso no quiere contraer el coronavirus y llevar a cabo la mayor parte de las reuniones de forma telem¨¢tica, con el objetivo de reducir las conversaciones cara a cara y terminar las conversaciones que le desagradan de forma m¨¢s sencilla.

La gobernadora del banco central del pa¨ªs, Elvira Nabiullina, intent¨® renunciar el mes pasado por la aplicaci¨®n Zoom, en protesta por la invasi¨®n de Ucrania iniciada el pasado mes de febrero. Sin rodeos, esta exhibi¨® que la desastrosa invasi¨®n militar estaba ¡°arrojando a la econom¨ªa a las alcantarillas¡±.

Sin embargo, el presidente ruso se neg¨® a aceptar su renuncia, debido a que su protagonismo era determinante para estabilizar los mercados, asegur¨®, pocos segundos antes de cortar la llamada. Y es que Vladimir Putin no tolerar¨¢ ninguna opini¨®n contraria a la suya.

La inquietud est¨¢ in crescendo

La inquietud est¨¢ creciendo en los pasillos del poder de Mosc¨² ya que se ha informado de que altos funcionarios del Kremlin se han mostrado temerosos de que la invasi¨®n de Ucrania haya sido un error ¡°catastr¨®fico¡± que podr¨ªa ¡°condenar¡± a Rusia a a?os de aislamiento. De forma escalofriante, avisan que podr¨ªa recurrir al uso de armas nucleares t¨¢cticas. Estas cr¨ªticas provienen de ambos flancos, de los nacionalistas y de los tecn¨®cratas socialmente m¨¢s liberales: de los halcones y las palomas, los uniformes y los trajes.

Los nacionalistas est¨¢n horrorizados por lo mal que ha ido la guerra y, por otro lado, los liberales est¨¢n desesperados por el da?o que se le est¨¢ haciendo a Rusia, tanto a su econom¨ªa como a su posici¨®n internacional.

Putin no hace caso a las cr¨ªticas

No obstante, Putin ha seguido sin escuchar a la gran mayor¨ªa de estos. De hecho, la mayor¨ªa de sus asesores y ministros del presidente no son putinistas, debido a que su principal prioridad es su propia piel.

Y si suficientes de ellos se alienan y asustan tanto que est¨¢n preparados para montar un mot¨ªn, un golpe en el Kremlin ya no es algo impensable. Sin embargo, se necesitar¨ªa una alianza de figuras de alto rango en el ej¨¦rcito, el gobierno y los servicios de seguridad. Una de las pocas personas a las que todav¨ªa escucha es al secretario del Consejo de Seguridad, Nikolai Patrushev. Este hace que Putin parezca un pacifista.