"Mamá, estoy asustado. Estamos bombardeando todas las ciudades, incluso a civiles"

El embajador de Ucrania ante las Naciones Unidas, Sergiy Kyslytsya, leyó en voz alta un intercambio de mensajes de texto entre un soldado ruso en Ucrania y su madre antes de que lo mataran. "Mamá, estoy en Ucrania. Aquí hay una guerra real. Tengo miedo", decía un mensaje según Kyslytsya.

El embajador ucraniano trató de describir durante su intervención gran parte de los horrores de la guerra, y leyó ese intercambio de mensajes de un soldado ruso con su madre poco antes de morir.

"Mamá, estoy en Ucrania, hay una verdadera guerra aquí. Estoy asustado. Estamos bombardeando todas las ciudades, incluso a civiles. Nos dijeron que se nos daría la bienvenida y se están tirando delante de nuestros blindados, bajo las ruedas, para no dejarnos pasar. Nos llaman fascistas. Esto es muy duro", dijo, citando un supuesto mensaje del soldado.

Kyslytsya pidió a la Asamblea General de la ONU una condena de las acciones rusas y un llamamiento a detener las hostilidades y retirar a sus fuerzas. Está previsto que la Asamblea vote una resolución esta semana. El secretario general ha lanzado este mensaje:

La respuesta de Rusia

El embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, habló ayer en la Asamblea inmediatamente después de su homólogo ucraniano e insistió que su país defiende que no está llevando a cabo una guerra contra el país vecino, sino tratando de pacificar un conflicto.

"La Federación Rusa no empezó estas hostilidades. Fueron lanzadas por Ucrania contra sus propios residentes en el Donbás y aquellos que disienten. Rusia busca terminar esta guerra", dijo Nebenzia. El diplomático ruso, que denunció la supuesta "desinformación" en torno al conflicto, culpó a Kiev y a las potencias occidentales del conflicto y dejó claro que para Moscú una posible adhesión de Ucrania a la OTAN es una "línea roja".

Estados Unidos ha expulsado a 12 diplomáticos rusos de su misión en la ONU. El embajador Nebenzia lo ha calificado de "violación grosera" por parte del gobierno de Biden, de su posición de país anfitrión de la ONU, mientras que Estados Unidos ha defendido que estaban implicados en otras actividades que no eran estrictamente diplomáticas.