La historia detr¨¢s del reloj de Mar¨ªa Antonieta de 30 millones de d¨®lares
Un admirador de la reina encarg¨® un reloj exclusivo para ella a Abraham-Louis Breguet, el denominado "padre de la relojer¨ªa moderna" por sus innovaciones.
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El Antiquorum de Ginebra se convirti¨® hace poco m¨¢s de 30 a?os en el pionero de la subasta de relojes modernos con su famosa subasta 'Arte de Patek Philippe'. Hasta entonces, el coleccionismo de relojes exclusivos no era algo normal. Hubo que esperar hasta las d¨¦cadas de 1070 y 1980, con la aparici¨®n de modelos electr¨®nicos de cuarzo baratos, para que los relojes artesanales obtuvieran una consideraci¨®n especial.
La hist¨®rica subasta, que tuvo lugar en 1989, encumbr¨® a Patek Philippe como una de las grandes marcas de la alta relojer¨ªa, una reputaci¨®n que perdura todav¨ªa. De hecho, en noviembre del a?o pasado el Grandmaster Chime de titanio de Patek Philippe se vendi¨® por m¨¢s de 27 millones de euros en Christie's, lo que supuso un r¨¦cord hist¨®rico.
Sin embargo, esta no es la ¨²nica marca asidua en las colecciones de relojes de alta gama. Desde Rolex hasta Breguet, son varias las marcas que lideran el mercado de las subastas astron¨®micas y largas listas de espera para adquirir nuevos modelos. Aunque el hecho de contar con precios prohibitivos hace que muchos de estos relojes se conviertan en exclusivos, tener una gran historia detr¨¢s ayuda.
El Breguet No. 160
Es el caso del Breguet No. 160. Este reloj fue fabricado por el relojero parisino Abraham-Louis Breguet, el denominado "padre de la relojer¨ªa moderna" y al que se atribuyen la industrializaci¨®n de la alta relojer¨ªa e innumerables innovaciones tecnol¨®gicas. Su obra maestra es este reloj n¨²mero 160, conocido como Mar¨ªa Antonieta.
La historia de este reloj es una leyenda de origen asesino y protagonista de uno de los atracos m¨¢s sonados de los ¨²ltimos tiempos. Su creaci¨®n se remonta a 1783, cuando un admirador de la corte de Versalles de Mar¨ªa Antonieta encarg¨® a Breguet que fabricara el reloj m¨¢s complicado y precioso para su reina, que cada vez perd¨ªa m¨¢s popularidad. El relojero equip¨® a este reloj de bolsillo con muchas invenciones, algunas propias como la cuerda autom¨¢tica, y otras ya existentes, como la hora celestial, el estado de cuerda y un calendario perpetuo. Todo ello fabricado en metal precioso.
Sin embargo, al ser una creaci¨®n con tantas complicaciones, el encargo se dilat¨® mucho m¨¢s de lo deseado: el reloj no termin¨® de fabricarse hasta pasados casi 30 a?os. Esto significa que cuando el reloj estuvo listo, hab¨ªan pasado muchos a?os desde la ejecuci¨®n de Mar¨ªa Antonieta y, de hecho, ni el propio Breguet estaba vivo, sino que lo acabaron los relojeros de su taller bajo la supervisi¨®n de su hijo.
106 relojes robados
Una vez acabado y con sus due?os fallecidos, el reloj fue adquirido por Sir David Salomons, el primer alcalde jud¨ªo de Londres. Cuando este falleci¨®, el Breguet No. 160 pas¨® a formar parte de la colecci¨®n de relojes de bolsillo del brit¨¢nico como la exhibici¨®n principal en el Museo de Arte Isl¨¢mico de Jerusal¨¦n. Fue all¨ª, el 17 de abril de 1983, cuando fue robado junto a otro centenar de relojes de la colecci¨®n de Sir David.
El atraco fue un misterio durante 23 a?os, cuando la polic¨ªa israel¨ª recibi¨® un aviso de dos personas que aseguraban haber visto art¨ªculos de la colecci¨®n. Naaman Diller, un ladr¨®n israel¨ª, hab¨ªa sido el autor del robo, eludiendo el sistema de seguridad del museo para llevarse los relojes y esconderlos en cajas fuertes repartidas por Estados Unidos, Europa e Israel. Tras su muerte, su viuda trat¨® de vender los relojes, pero finalmente fue atrapada. De los 106 relojes sustra¨ªdos, solo 39 pudieron ser restaurados y devueltos a la exposici¨®n del museo. El Mar¨ªa Antonieta, valorado en 30 millones de d¨®lares (m¨¢s de 27 millones de euros), afortunadamente, fue uno de ellos.