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?Qu¨¦ pasar¨¢ con las terrazas COVID en Madrid a partir del 31 de diciembre?

Los vecinos m¨¢s pr¨®ximos a estos establecimientos hosteleros piden la eliminaci¨®n de esta concesi¨®n tras no aguantar m¨¢s los ruidos de los clientes.

Xinhua v¨ªa Europa Press

El Ayuntamiento de Madrid autoriz¨® la aplicaci¨®n de terrazas en exteriores en establecimientos hosteleros con el objetivo de frenar los efectos negativos de la COVID en este sector. Sin embargo, el final de esta autorizaci¨®n est¨¢ teniendo un gran revuelo en el Ejecutivo de la capital madrile?a debido a las quejas de los vecinos m¨¢s pr¨®ximos a estos establecimientos.

Un total de 883 terrazas se encuentran distribuidas en el callejero madrile?o de los barrios m¨¢s emblem¨¢ticos como Chamber¨ª, Retiro o la zona centro de la capital. Adem¨¢s, esta concesi¨®n ha motivado la creaci¨®n de 6.000 empleos nuevos en el sector hostelero. De hecho, la Comunidad de Madrid aporta en torno a un 7% el PIB, ya que cuenta con m¨¢s de 30.000 bares y restaurantes.

Reacciones desde el Ayuntamiento

La postura inicial del Ayuntamiento de Madrid, no se inclina a favor del deseo de los vecinos, ya que la idea del Gobierno regional es que aquellas terrazas que ocupan plazas de aparcamiento se mantenga su licencia durante dos a?os m¨¢s en aquellas zonas que no haya una saturaci¨®n. Por ello, el grupo est¨¢ trabajando en la confecci¨®n de un mapa para conocer las zonas de alta ocupaci¨®n. Sin embargo, esta propuesta no ha gustado a Mar¨ªa Teresa G¨®mez, presidenta de la asociaci¨®n de Vecinos Pasillo Verde-Imperial de Arganzuela, que afirma que "la hosteler¨ªa no se puede salvar a cambio del sufrimiento de los vecinos".

Quejas de los vecinos

Muchos de los vecinos que se encuentran en la zona pr¨®xima de estas nuevas terrazas, no aguantan m¨¢s esta situaci¨®n debido a la gran molestia que causan los clientes. "Nos han invadido el espacio, el ruido es bestial, de jueves a domingo es imposible vivir", cuenta uno de los afectados por esta medida. Adem¨¢s, despu¨¦s del cierre de los establecimientos, muchos se concentran hasta la madrugada, bebiendo y gritando en las calles.

Al principio, esta idea fue concebida de buena manera en los primeros d¨ªas por los vecinos m¨¢s pr¨®ximos, pero el enorme ruido en las calles residenciales ha provocado que sus vecinos no concilien el sue?o. "Hemos perdido la calidad de vida y ahora no sabemos cuando podremos volver a la normalidad", cuenta un vecino del Retiro.