Volver a la simple y llana normalidad asoma como deseo com¨²n en La Palma. Y para los m¨¢s j¨®venes del valle afectado por la erupci¨®n esa normalidad pasa tambi¨¦n por volver al aula.

Despu¨¦s de tres semanas sin clase y un a?o previo de pandemia muy complicado, la Consejer¨ªa de Educaci¨®n del Gobierno de Canarias comunicaba ayer que los colegios del valle retrasar¨¢n la reapertura prevista para este mi¨¦rcoles. Suspensi¨®n de la actividad lectiva para una veintena de centros educativos de Los Llanos, El Paso y Tazacorte. Las autoridades insisten. Se trabaja en una vuelta segura.

Juan Miguel Rodr¨ªguez P¨¦rez, profesor de ingl¨¦s en el Colegio Sagrada Familia ubicado en Los Llanos de Aridane, habla con AS sobre el impacto de una realidad tan dura en los m¨¢s j¨®venes. ¡°Esto es una pel¨ªcula de terror. Que pare el volc¨¢n pronto¡±, pide en la plaza del pueblo mientras no para de llover ceniza.

¡°Es mucho lo que est¨¢n pasando los alumnos. Ya son varios a?os con problemas para llevar una din¨¢mica normal. Primero la pandemia, ahora mucha gente ha perdido casas, explotaciones¡­ Ellos pierden su din¨¢mica... Aunque tambi¨¦n es verdad que lo afrontan quiz¨¢s mucho mejor que los mayores, son capaces de adaptarse mejor. Lo ideal ser¨ªa empezar, siempre con seguridad¡±, cuenta Rodr¨ªguez. La importancia de la rutina en los m¨¢s j¨®venes.

Impartir clases en aulas ventiladas para minimizar el riesgo de contagio de coronavirus y controlar la calidad del aire de una zona con una erupci¨®n en marcha se presenta como el gran reto. Coronavirus y volc¨¢n. La combinaci¨®n no resulta sencilla de manejar, pero Rodr¨ªguez remarca la labor imprescindible del docente. ¡°Los docentes hacemos un poco de todo. Creo que hay que tom¨¢rselo de la forma m¨¢s sencilla posible. Al menos as¨ª lo he hecho yo. Simplificando todo un poco. Y sobre todo escuchando. El que quiera hablar del volc¨¢n que hable del volc¨¢n. Quien te hable de otras cosas, de deporte, de la actividad diaria, pues tambi¨¦n. Escuchar e intentar sacar alguna sonrisa de alguna forma¡±, a?ade.

Colegios desaparecidos.

La realidad es dura. La colada de lava se llev¨® el colegio de Todoque y el de Los Campitos. ¡°Estos colegios eran pr¨¢cticamente de familias, de pocos alumnos, donde la educaci¨®n se viv¨ªa de una forma distinta, mucho m¨¢s cercana¡­ Ah¨ª ves el colegio como una familia¡­ Ahora no vas a poder entrar nunca m¨¢s a esa casa que conformaba esa familia. Va a ser complicado y habr¨¢ que dar una soluci¨®n¡±, explica Rodr¨ªguez.

Los alumnos que estudiaban en esos centros acuden ahora al colegio Princesa Arecida, que cuenta con doce aulas y una cocina comedor. La residencia escolar Jarra Canaria se ha puesto tambi¨¦n a disposici¨®n de los alumnos que deban cambiar su residencia.

M¨¢s de cuatro mil quinientos alumnos y unos quinientos docentes esperan volver cuanto antes a clase. ¡°Quien es docente lo es, en general, por vocaci¨®n. Entrar a un aula es compartir. Y tenemos ganas de eso. Tenemos ganas de que los chicos puedan compartir sus experiencias. Merecen, sobre todo, que vivan su normalidad. Tenderles una mano, es lo m¨ªnimo que podemos hacer¡±, cierra Rodr¨ªguez.

Toda una generaci¨®n de ni?os quedar¨¢ asociada siempre al volc¨¢n. Mientras se concreta esa vuelta segura al aula, la tarea est¨¢ marcada: escuchar, procesar y seguir caminando.