Los due?os de perros deberán hacer un curso y no podrán dejarlos solos más de 24 horas

Espa?a contará, por primera vez, con una ley que regulará a lo relativo a los animales. El Ministerio de Derechos Sociales, dirigido por Ione Bellarra, presentó este miércoles un anteproyecto de Ley de Protección y Derechos de los Animales. Supondrá un marco para las legislaciones autonómicas y se fijarán de esta forma algunos requisitos para los animales domésticos, silvestres o las colonias felinas. Se pondrá fin también a las peleas de gallos y el tiro a pichón y quedan igualmente prohibidos los espectáculos con animales salvajes, como leones o tigres.

En este anteproyecto se considera que los due?os deban pasar un curso de formación antes de convertirse en due?os de un perro por primera vez. Igualmente, estará prohibido dejarlos solos durante más de 24 horas. "Vamos a establecer la obligatoriedad de preservar el bienestar animal", expuso la ministra Belarra en la presentación de esta normativa. Su llegada, no obstante, no está prevista hasta comienzos de 2022.

Con el fin de evitar el abandono de los animales, el Gobierno plantea la prohibición de dejarlos sin supervisión durante más de tres días, ya sean gatos, perros u otros animales de compa?ía. Sin embargo, hacen especial hincapié en los perros, puesto que no deberá superar las 24 horas. Y según se indica en el borrados, los titulares deberán hacer un curso de formación acreditado para facilitar "una correcta tenencia responsable del animal".

En caso de ser aprobado, también quedará prohibido mantener de forma permanente a los animales en terrazas, balcones, sótanos, azoteas o similares. En caso de pérdida, se deberá comunicar en un plazo máximo de 48 horas. De no hacerlo se incurrirá en abandono, con sanciones de hasta 100.000 euros.

Sin animales en tienda ni perros peligrosos

La futura Ley de Protección y Derechos de los Animales pondrá fin también a la venta de animales en las tiendas, así como su exposición. Solo se podrán adquirir en ellas peces, mientras que el resto solo podrán ser adquiridos a criadores profesionales o de protectoras. Si estará permitida, aunque por contrato de por medio, la cesión entre particulares, siempre que sea gratuita.

En cuanto al calificativo de perros peligrosos, dejará de aplicarse sobre razas que lo tenían como los Pit Bull o los Rottweiler. No obstante, se valora la realización de estudios de sociabilidad para analizar el carácter del perro, con el fin de determinar si son "de manejo especial". Esto implicaría unas determinadas obligaciones en cuanto a los lugares y espacios en los que se desenvuelven.

Objetivo: sacrificio cero

El director de Derechos de los Animales, Sergio García Torres, ha asegurado que con esta nueva ley se busca el "sacrificio cero. No se matarán animales que hayan sido abandonados". Para ello, asegura, se contarán con diversas herramientas. Solo se podrá sacrificar animales en caso de eutanasia justificada y bajo el control veterinario y casos muy concretos. Cualquier otro sacrificio (económico, de sobrepoblación, vejez) quedará expresamente prohibido.

En lo relativo a las colonias felinas, el texto asegura que se deberá fomentar la "colaboración ciudadana" para su cuidado, quedando prohibido su sacrificio salvo por motivos certificados. En el caso de incurrir en sanciones graves, como matar un animal o causarle secuelas permanentes de forma intencionada, estará castigado con multas de hasta 600.000 euros.

Registro de animales y esterilización

Otro de los objetivos de esta nueva ley pendiente de aprobar es el de identificar a todas las mascotas. Según los cálculos del Ministerio, cerca del 50% de los animales de compa?ía 'escapan' al control oficial. Así, todos ellos deberán figurar en el Sistema Estatal de Registros para la Protección Animal, que contará con cinco listados diferentes.

El texto también recoge la esterilización en según qué supuestos. Con el fin de evitar la reproducción incontrolada, aquellos animales con acceso al exterior de las viviendas, como gatos o perros, deberán estar esterilizados. Si en una vivienda o ubicación hubiera más de la misma especie y distinto sexo, al menos todos los miembros de uno de los sexos deberán estar esterilizados, excepto en el caso de criadores.