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El futuro incierto de las barber¨ªas de Kabul

El miedo y la norma que proh¨ªbe a los hombres afeitarse han reducido considerablemente la asistencia de los afganos a estos establecimientos.

MAHMOUD ZAYYAT

Los barberos de Kabul est¨¢n atemorizados con la llegada de los talibanes al poder, pues no guardan buenos recuerdos de la ¨²ltima vez que estos gobernaron. Entre 1996 y 2001, los insurgentes impusieron una versi¨®n estricta y radical de la ley isl¨¢mica o shar¨ªa que prohib¨ªa a los hombres, por ejemplo, afeitarse la barba o llevar peinados extranjeros.

Debido a esto, muchos barberos fueron encarcelados por recrear en sus clientes el peinado de Jack Dawson, el personaje que Leonardo DiCaprio interpret¨® en la pel¨ªcula 'Titanic', que tuvo una gran repercusi¨®n en Afganist¨¢n. Tambi¨¦n numerosos j¨®venes que llevaban ese corte de pelo fueron arrestados.

Miedo a que la historia se repita

Ahora, estos profesionales se enfrentan a una nueva era dominada por los talibanes y temen que se repitan situaciones como aquellas. "No hay trabajo. En el anterior r¨¦gimen, los talibanes ya dec¨ªan que estaba en contra de la ley y los tatuajes masculinos tampoco estaban permitidos", se?ala a Reuters Mohammad Amin Noori, due?o de una peque?a barber¨ªa familiar ubicada en Kabul. "La gente tiene miedo de salir de casa y ahora para qu¨¦ se van a cortar el pelo", lamenta.

De momento, la situaci¨®n es muy desalentadora, pues, en apenas diez d¨ªas, ha pasado de ganar 4.000 afganis (unos 40 euros) al d¨ªa a unos 400 (cuatro euros, aproximadamente), mientras que tiene que pagar casi 400 euros mensuales de alquiler. La vida social de los afganos en todo Kabul ha cambiado de la noche a la ma?ana. "Nadie quiere despertarse y ser golpeado en la calle o llevado a la c¨¢rcel por haberse afeitado", cuenta a la cadena Al Jazeera. Cabe recordar que, de nuevo, los hombres no pueden afeitarse, sino que la barba debe crecer lo suficiente como para sobresalir del pu?o si se agarra por debajo de la barbilla.

Otros sectores que se ver¨¢n afectados

Younus, de 42 a?os, se encuentra en una situaci¨®n similar a la de Mohammad. Posee una tienda de alimentaci¨®n por la que tiene que pagar un alquiler de 800 euros al mes y teme no poder hacer frente a este gasto si no se restablece la calma en Afganist¨¢n, seg¨²n recoge el diario NIUS.

Como ellos, muchos profesionales temen por su futuro, especialmente los que pertenecen a sectores como la m¨²sica, la danza y los deportes, sobre todo femeninos. Y es que, entre las normas impuestas por los talibanes destacan tambi¨¦n la prohibici¨®n de escuchar m¨²sica y de aplaudir a los jugadores en los eventos deportivos.