La desesperación de los enfermos con COVID persistente

Según algunas estimaciones, en Espa?a hay alrededor de 360.000 personas que pasaron el coronavirus y sufren la llamada 'Long COVID' o 'COVID persistente'. Tal y como explica el Ministerio de Sanidad, "es un síndrome que se caracteriza por la persistencia de síntomas de COVID-19 semanas o meses después de la infección inicial, o por la aparición de los síntomas tras un tiempo sin ellos".

Puede afectar tanto a pacientes leves como a graves hospitalizados. Asimismo, afecta a personas de cualquier edad, aunque aparece de forma más frecuente en edad media y en mujeres. Estos síntomas provocan un elevado impacto en la calidad de vida, además de en el ámbito laboral y social.

Duro día a día

Por tanto, las personas que sufren esta afección tienen un día a día incluso peor que cuando contrajeron el patógeno. Debido a que todavía no está reconocido como dolencia, son un colectivo casi invisible, pero realmente se trata de enfermos crónicos con diferentes sintomatologías.

Otro de los aspectos que les preocupa es que no saben si se van a curar, ya que la comunidad médica y científica no tiene certezas. Actualmente, los estudios se han centrado en cómo combatir al virus en su fase inicial, pero la saturación existente y la urgencia por atender lo realmente inmediato dejan en un segundo plano al 10% de ciudadanos que sufren esta afección.

Guía clínica

Las únicas instrucciones existentes son las que han ofrecido la Sociedad Espa?ola de Médicos Generales y de Familia (SEMG), afectados del colectivo Long Covid Acts, y medio centenar de sociedades científicas y asociaciones de pacientes.

Estas agrupaciones han sacado una guía clínica que pretende "homogeneizar y coordinar la atención con el objetivo de que los profesionales sanitarios dispongan de directrices comunes y los pacientes no se sientan huérfanos".

Sintomatología variada

Los pacientes que sufren COVID persistente presentan sintomatología de todo tipo: diarrea, conjuntivitis, erupciones en la piel, pérdida del habla, fallos de memoria, fatiga, dolor de cabeza... Por todo ello, han solicitado más inversión e investigación para obtener alguna solución a su enfermedad.