El macabro uso de los primeros microondas
Con esta pr¨¢ctica, el principal objetivo era avanzar en la investigaci¨®n sobre la congelaci¨®n de ¨®rganos y plasma sangu¨ªneo.
Uno de los electrodom¨¦sticos m¨¢s utilizados en la vida cotidiana son sin duda los microondas. La tecnolog¨ªa en la que est¨¢n basados fue descubierta en 1940, aunque no se comenzaron a comercializar hasta dos d¨¦cadas despu¨¦s.?
Su sorprendente uso durante esos 20 a?os ha sido desvelado ahora por la web tecnol¨®gica Gizmodo: calentar h¨¢msters congelados e intentar devolverlos a la vida. Al principio, la idea pasaba por helar casi hasta la muerte a los roedores, para posteriormente intentar revivir el tejido aplicando calor de manera directa. As¨ª, se pretend¨ªa avanzar en la investigaci¨®n sobre la congelaci¨®n de ¨®rganos y plasma sangu¨ªneo.?
M¨¦todo alternativo
Sin embargo, el ¨¦xito del experimento fue muy bajo. Casi ning¨²n rat¨®n revivi¨®, y adem¨¢s se produjeron graves quemaduras en los animales. Debido a este motivo, los cient¨ªficos decidieron optar por otro m¨¦todo: la diatermia. Este procedimiento consiste en utilizar corrientes electromagn¨¦ticas para producir calor como una forma de terapia.?
El experto James Lovelock explic¨® la decisi¨®n de aplicar este tratamiento: "Una bi¨®loga, Audrey Smith, pudo revivir a un h¨¢mster que hab¨ªa sido congelado. Cuando se despertaron, sufrieron una quemadura gigantesca en el pecho. Eso debe haber sido bastante doloroso y complicado. Pens¨¦ que era una forma p¨¦sima de hacerlo, as¨ª que dije ¡®?por qu¨¦ no usar diatermia?".
Sanos siete meses despu¨¦s
As¨ª, coloc¨® unos magnetrones dentro de una caja que conten¨ªa una jaula de Faraday. Este sistema era esencialmente un horno de microondas moderno: "Pusimos al h¨¢mster all¨ª, congelado. Puse el aparato a m¨¢xima potencia en el microondas y despu¨¦s de tantos segundos el h¨¢mster se despert¨® y empez¨® a deambular".
"En un caso, una sola rata se reanim¨® 10 veces despu¨¦s de ser enfriada a intervalos de 2 a 10 d¨ªas cada vez. Las ratas se mantuvieron bajo observaci¨®n y permanecieron sanas siete meses despu¨¦s de su terrible experiencia", detall¨® Lovelock.