Los trabajos de reparaci¨®n en un embalse de Italia han desvelado los restos de un pueblo que hab¨ªa permanecido sumergido durante d¨¦cadas. El lago Resia, ubicado en el Tirol del Sur limitando con Austria y Suiza, es especialmente conocido por el campanario de la iglesia que emerge de sus aguas heladas, imagen que incluso ha inspirado un libro y una serie de Netflix.

Una vez drenado temporalmente el lago, los habitantes han podido ver los restos de Curon, una aldea que fue el hogar de cientos de personas antes de que se inundara para crear una planta hidroel¨¦ctrica en el a?o 1950. Pese a las objeciones de los residentes, las autoridades decidieron construir una presa y fusionar dos lagos cercanos, lo que llev¨® a la desaparici¨®n del asentamiento.

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Aldea cercana

En las fotos que se han difundido, se pueden observar escalones, s¨®tanos y paredes de la villa. As¨ª, m¨¢s de 160 casas quedaron sumergidas, lo que provoc¨® que la poblaci¨®n de Curon se tuviera que desplazar, aunque varios de ellos decidieron permanecer en una aldea creada en las cercan¨ªas.

El lago tiene una capacidad de 120 millones de metros c¨²bicos y es el m¨¢s grande de la provincia. Lo alimentan los r¨ªos Adigio, Rojenbach y Karlinbach y es drenado por el Adigio. Se trata de un emplazamiento muy popular que le hace recibir visitas tanto en verano como en invierno.

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Leyenda del campanario

Precisamente, cuando llega la temporada de fr¨ªo, los turistas pueden caminar a trav¨¦s de la superficie helada para tratar de llegar al famoso campanario. Existe una leyenda que dice que durante la ¨¦poca invernal a¨²n se pueden escuchar las campanas sonando, aunque en realidad se quitaron el 18 de julio de 1950, una semana antes de que se demoliera la iglesia y se formara el lago.