La pol¨¦mica que ha rodeado a la vacuna de AstraZeneca por los casos de trombos detectados ha incrementado la preocupaci¨®n de los ciudadanos ante los posibles efectos adversos que pueden causar estos f¨¢rmacos contra el coronavirus. Se trata de un fen¨®meno que ha ido en aumento a pesar de la insistencia en la seguridad de las vacunas de las autoridades.

El tiempo r¨¦cord en el que se han desarrollado las vacunas contra el coronavirus que han sido autorizadas por los reguladores es uno de los argumentos que emplean los m¨¢s esc¨¦pticos para poner en duda esta tesis, recordando que el proceso hasta lograr la aprobaci¨®n de un medicamento de este tipo en muchas ocasiones supone a?os.

Advertencia de s¨ªntomas adversos

El cirujano Pedro Cavadas, uno de los expertos que m¨¢s se ha prodigado en sus opiniones durante la pandemia, avisaba el pasado mes de octubre en una entrevista en ¡®El Hormiguero¡¯, programa de Antena 3, que ¡°la realidad es que es metaf¨ªsicamente posible que haya una vacuna testada, pero bien testada, en a?os¡±, se?alando que para contar con un remedio en menos tiempo ser¨ªa necesario ¡°aceptar que van a aparecer s¨ªntomas adversos¡±.

El doctor valenciano, que analiza habitualmente la evoluci¨®n de la pandemia y que ya alert¨® de la posibilidad de sus graves efectos antes de que la enfermedad se extendiese a nivel mundial, apuntaba en la entrevista que ¡°la realidad es que una vacuna para que est¨¦, siendo realista, antes de un par de a?os no me la creo¡± y se?alaba a esta necesidad de asumir posibles efectos secundarios si la poblaci¨®n estaba dispuesta a aceptar ¡°algo r¨¢pido¡±.

Vacunarse, un acto de responsabilidad

Los efectos secundarios no previstos inicialmente tras la administraci¨®n de vacunas como la de AstraZeneca o Janssen respaldan las palabras que expresaba entonces el cirujano, quien, no obstante, ya ha sido vacunado y defiende la necesidad de que todos los ciudadanos accedan a la inmunizaci¨®n, principalmente, por un acto de responsabilidad.

Las autoridades sanitarias espa?olas e internacionales insisten en que los beneficios de las vacunas superan ampliamente los riesgos y que todas ellas han pasado los controles exigidos para garantizar su seguridad y eficacia y apelan, asimismo, a la necesidad de protegernos a nosotros mismos y a los que nos rodean.