M¨¢s de 45 millones de personas en todo el mundo han sido contagiadas por el coronavirus SARS-CoV-2 desde el inicio de la pandemia. La cifra de muertes se acerca al mill¨®n doscientas mil. Y la evoluci¨®n de las ¨²ltimas semanas no invita al optimismo. Confinamientos m¨¢s severos, cifras r¨¦cord de contagios y la saturaci¨®n de hospitales ponen en riesgo la salud y la econom¨ªa de los pa¨ªses.

Sin embargo, en esta segunda ola que castiga a todo el mundo hay excepciones. Una de ellas es Taiw¨¢n, un estado insular al este de China, lugar que se considera el origen del virus. Con una extensi¨®n de 36.000 kil¨®metros cuadrados y una poblaci¨®n que supera los 23 millones de habitantes, esta isla administrada por China apenas suma 553 casos positivos (solo 55 de transmisi¨®n local) y siete muertes.

Y lo que es m¨¢s incre¨ªble: se cumplen 200 d¨ªas desde el ¨²ltimo caso de transmisi¨®n local de la enfermedad, m¨¢s de medio a?o. Aquel d¨ªa, el 12 de abril, en el mundo apenas se hab¨ªan registrado 1,7 millones de contagios y 110.000 fallecimientos.

?C¨®mo lo ha conseguido Taiw¨¢n?

La respuesta a esta pregunta es que las autoridades locales estuvieron realmente ¨¢giles desde un primer momento de la pandemia. Y todo ello sin recurrir a confinamientos estrictos ni privaci¨®n de libertades fundamentales.

El 31 de diciembre, cuando se detecta el primer caso de coronavirus en Wuhan, en Taiw¨¢n comenzaron a inspeccionar a cada pasajero que llegaba a la isla desde la ciudad donde surgi¨® el primer brote. Tras registrar su primer contagio, el 21 de enero, cerraron fronteras con Wuhan. Adem¨¢s, los pasajeros de China, Hong Kong y Macao deb¨ªan someterse a controles. Ya en marzo, prohibi¨® la entrada de extranjeros a la isla, excepto a diplom¨¢ticos, residentes y aquellos con permisos especiales.

Otro de los factores fundamentales fue la geograf¨ªa, pues el hecho de tratarse de una isla facilita la labor de control en la entrada y salida de las fronteras.

La experiencia del SARS

Como todo en la vida, la experiencia es un grado. Y en la isla asi¨¢tica la ten¨ªan despu¨¦s del brote del s¨ªndrome respiratorio agudo severo (SARS) en el a?o 2003. Tras ello, se realizaron grandes esfuerzos para hacer frente a una pandemia, tal y como explic¨® el ministro de Relaciones Exteriores del pa¨ªs, Joseph Wu, el mes pasado.

Con la llegada de la COVID-19, se activ¨® el Centro de Comando Central de Epidemias, establecido a ra¨ªz del SARS. Se aument¨®, adem¨¢s, la capacidad de producci¨®n de mascarillas y equipos de protecci¨®n individual y se invirti¨® en la realizaci¨®n de pruebas masivas y el rastreo de contactos.

El exvicepresidente del pa¨ªs, Chen Chien-jen, que adem¨¢s es epidemi¨®logo, asegura que los confinamientos no son lo ideal. Adem¨¢s, critic¨® el sistema de pruebas masivas que se realiza en China cuando se detectan algunos casos, que desencadenan millones de pruebas. "El rastreo de contactos muy cuidadoso y las cuarentenas muy estrictas de los contactos cercanos son la mejor manera de contener al COVID-19".