Uno de los mayores temores que hab¨ªa cuando se produjo la vuelta a clase en Espa?a fue que los colegios que convirtieran en focos de transmisi¨®n de la COVID-19 y agravaran la segunda ola. Sin embargo, un informe que el grupo de Biolog¨ªa Computacional y Sistemas Complejos de la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a ha enviado a la Comisi¨®n Europea revela que el curso escolar se ha iniciado de manera segura, con las medidas de protecci¨®n adecuadas, y no ha tenido un impacto relevante en la evoluci¨®n de la pandemia.

Ya han transcurrido las dos semanas que sirven como indicador del progreso de la COVID-19, por lo que ¡°si las escuelas hubieran actuado como amplificadoras de los contagios, ya deber¨ªa observarse un efecto en la incidencia global¡±, se?ala el documento en el que analiza, adem¨¢s de la situaci¨®n espa?ola, el escenario que viven de forma espec¨ªfica Andaluc¨ªa, Catalu?a, Madrid, Comunidad Valenciana, que concentran el 61% de la poblaci¨®n escolar, y Castilla y Le¨®n.

¡°Hay que subrayar que es solo un primer an¨¢lisis y que todo puede cambiar. Pero lo que vemos es que la apertura en s¨ª no ha cambiado significativamente las tendencias. Las comunidades donde la incidencia estaba subiendo han seguido haci¨¦ndolo a un ritmo parecido, y las que estaban bajando han continuado haci¨¦ndolo¡±, afirma en El Pa¨ªs la f¨ªsica Clara Prats, una de las autoras del informe.

El ejemplo m¨¢s claro de que el retorno al colegio no ha sido negativo es la Comunidad Valenciana, donde la situaci¨®n es incluso mejor ahora que antes de abrir las escuelas. El primer d¨ªa hab¨ªa una incidencia de 127 casos por 100.000 habitantes. Las semanas siguientes esta cifra descendi¨® hasta 114, 105, 101 y 103 el 2 de octubre.

Estudio por edades

Para llevar a cabo la investigaci¨®n, los expertos han estudiado las comunidades aut¨®nomas del estado espa?ol que publican series de datos retrospectivos desgranadas por edades. Para analizar el efecto de la apertura de las escuelas, observan la incidencia acumulada de los ¨²ltimos catorce d¨ªas que hab¨ªa en el momento que se abrieron las escuelas y la comparan con la de las semanas siguientes. Despu¨¦s, analizan la evoluci¨®n de los contagios entre la poblaci¨®n de cero a 18 a?os, teniendo en cuenta el 100% de los contagiados, y se observan las variaciones que experimenta la incidencia espec¨ªfica de cada grupo de edad en la incidencia total de contagiados.

Seg¨²n reflejan los datos, Andaluc¨ªa y Catalu?a, han experimentado un ¡°ligero aumento¡± de los contagios en edades de poblaci¨®n escolar. Pero esa subida, de unos tres puntos porcentuales, puede explicarse ¡°por un mayor esfuerzo diagn¨®stico¡± en este sector tras el inicio de las clases, opinan los investigadores. ¡°No quiere decir que sea el motivo, sino que con ¨¦l se podr¨ªa explicar el aumento¡±, sostiene Prats. Castilla y Le¨®n, por su parte, ha experimentado un aumento importante en el grupo de 0 a 9 a?os, cuyo peso en el total de los contagios ha subido 10 puntos porcentuales, hasta alcanzar el 22,8%. Aunque los investigadores consideran que esto puede significar un mayor n¨²mero de contagios en los centros, no descartan que se deba tambi¨¦n a la mayor realizaci¨®n de pruebas en este grupo de edad.

En Valencia, sin embargo, se observa una mejora asociada a la reapertura las escuelas. Si la primera quincena de septiembre el grupo de 0-9 a?os era el 9% de los infectados, en la segunda quincena la cifra baja al 8,5%. Y esto mismo ocurre en el grupo de 10-19 a?os.

No obstante, y pese a que los n¨²meros de algunas comunidades, Castilla y Le¨®n, son para tener en cuenta, Prats asegura que los resultados reflejan una baja tasa de transmisi¨®n, lo que puede explicar la teor¨ªa cient¨ªfica que los ni?os, aunque tambi¨¦n contagian, transmiten menos el virus a los adultos que en sentido contrario.

Fundamental el uso de la mascarilla

Seg¨²n los datos recopilados en los centros durante las dos primeras semanas de clase en Catalu?a, el 87% de los casos de coronavirus detectados en los grupos de convivencia no gener¨® ning¨²n otro contagio en su clase. Es decir, tras realizar pruebas PCR a todos los dem¨¢s compa?eros, no se detectaron m¨¢s infectados, por lo que la infecci¨®n se habr¨ªa producido fuera del centro. En el 7,16% de los casos corresponden a dos alumnos por grupo, el 4,26% a tres, el 0,97% a cuatro y el 0,58% a m¨¢s de cuatro.

En el informe elaborado por el grupo de Biolog¨ªa Computacional y Sistemas Complejos, junto al Centro de Medicina Comparativa y Bioimagen de Catalu?a del IGTP, los investigadores no se atreven a exponer los motivos de que apenas haya contagios o de que las cadenas sean cortas. Pero s¨ª destacan las medidas sanitarias adoptadas, especialmente la obligaci¨®n de llevar mascarilla para profesores y alumnos, a partir de los seis a?os. ¡°En esto interviene quiz¨¢ que los ni?os puedan ser menos infecciosos. Y muy probablemente las medidas implantadas para prevenir los contagios, as¨ª como las cuarentenas de los grupos burbuja, que al aislar a la clase entera permiten cortar r¨¢pidamente la posibilidad de que se produzcan cadenas de contagio en el aula¡±, concluye Clara Prats.