Alba Fuertes es una chica de 26 a?os residente en Mieres (Asturias) que, tras informar de su positivo en coronavirus, ha tenido que sufrir insultos, amenazas e incluso que difundieran sus fotos, su n¨²mero de tel¨¦fono y sus redes sociales por el simple hecho de haber avisado a sus contactos para que tuvieran cautela.

El pasado mes de julio, Alba sali¨® a cenar con unos amigos madrile?os y posteriormente fueron a tomar una copa al local La Buena Vida de Gij¨®n, lugar de donde posteriormente surgi¨® un gran brote en el que uno de los camareros tambi¨¦n dio positivo. En aquel local sus amigos llamaron a un conocido de Oviedo y a otros dos chicos de Madrid. A partir de ah¨ª, la pesadilla comenz¨® para la joven asturiana que cuenta para El Comercio todo lo que ha pasado en los ¨²ltimos meses.

Despu¨¦s de aquel d¨ªa, Alba explica para el diario asturiano: ¡°Trabaj¨¦ todo el fin de semana, el lunes me reincorpor¨¦ a la oficina y fui a la playa. Me quem¨¦, as¨ª que cuando el martes me encontr¨¦ cansada y con dolor en la lumbar lo achaqu¨¦ a eso y la falta de sue?o. Pero mi amigo me avis¨® de que ten¨ªa fiebre y otros dos chicos tambi¨¦n. As¨ª que, por descartar, me hice la prueba¡±.

Se adelant¨® a los rastreadores

Sin saber todav¨ªa el resultado, la joven se qued¨® en su casa por precauci¨®n hasta que el d¨ªa 28 de julio la confirmaron que hab¨ªa dado positivo en coronavirus. Alba se adelant¨® al trabajo de los rastreadores y prefiri¨® avisar a sus contactos por cuenta propia, lo que ocasion¨® todo el revuelo:

¡°Antes de que me llamaran los rastreadores hice memoria y fui avisando a todas las personas con las que hab¨ªa estado. Llam¨¦ al gimnasio, avis¨¦ a la oficina, a La Buena Vida... De hecho, fui yo quien alert¨® al camarero que se contagi¨®, que hab¨ªa estado con la mascarilla todo el tiempo mientras nos atendi¨®. A ¨¦l se le se?al¨®¡±, cuenta.

Decidi¨® enviar un audio de WhatsApp y todo se desat¨®: ¡°Me hab¨ªan dicho que los dos primeros d¨ªas tras el contacto no se contagia y quise explicar que la gente con la que estuve estaba avisada y con PCR. Cont¨¦ lo ocurrido por un grupo y empez¨® a correr el audio y mi n¨²mero de tel¨¦fono. Cogieron fotos de mis redes sociales e hicieron memes. Comenzaron a cuestionarme, a decir que era una irresponsable¡­¡±, cuenta Alba apenada ya que en cuanto tuvo la primera sospecha no sali¨® de casa.

¡®Bullying¡¯ por tener el coronavirus

¡°Me daba igual exponerme al m¨¢ximo, no me importaba que la gente supiera que ten¨ªa el virus, solo quer¨ªa que quien tuviera sospechas se hiciera la prueba, pero fue todo lo contrario¡±, pero esto no sent¨® bien a los habitantes de Mieres y enseguida cargaron contra ella y su familia.

¡°Nos hicieron 'bullying'. La gente que me conoce se port¨® bien, pero a mi padre llegaron a denunciarle porque, habiendo dado negativo ese mismo d¨ªa, sali¨® a comprarme paracetamol. Me llamaron del servicio de epidemiolog¨ªa a decirme que hab¨ªa habido denuncias y que pod¨ªan detenerlo por un delito contra la salud p¨²blica¡±, explica.

La joven asturiana ha tenido que sufrir insultos por la calle y todo tipo de maldades por parte de sus vecinos: ¡°El primer d¨ªa que sal¨ª me gritaban desde los balcones. Fui al banco y desde un coche, cinco chicos con mascarilla me gritaron: ?La del coronavirus, a su casa!. Bulos, conjeturas... Se dijo de todo sin pensar en el da?o que causaban a una persona o a su entorno¡±.

Ning¨²n familiar sali¨® de casa hasta 20 d¨ªas despu¨¦s

¡°Ni mi padre se reincorpor¨® al trabajo, ni mi madre ni mi hermano salieron a la calle. Se comieron los 20 d¨ªas conmigo, est¨¢bamos cada uno en su habitaci¨®n. Todos, incluso mis padres, en cuartos separados¡±, cuenta Alba.

Adem¨¢s, Alba relata como pidieron la compra a domicilio y al enterarse la empresa de a qu¨¦ casa iba el pedido decidieron cancelarlo: ¡°Mis amigos estaban en cuarentena preventiva, no ten¨ªa a qui¨¦n llamar para que me trajera la compra. Hicimos un pedido al supermercado, llam¨¦ para avisar de que lo dejaran en la puerta y cuando supieron qui¨¦n era, lo cancelaron¡±.

En ning¨²n momento tuvo s¨ªntomas

¡°No tuve fiebre, cansancio, tos ni ahogamiento. No me imped¨ªa hacer vida normal. Quiz¨¢s me alarm¨¦ y al querer avisar a todo el mundo la gente empez¨® a colapsar el sistema sanitario de Mieres, porque mucha gente pasa por el centro deportivo Manuel Llaneza, donde hab¨ªa ido a crossfit el s¨¢bado, y quer¨ªan hacerse la prueba¡±, explica Alba.

La situaci¨®n actual

Aunque ya ha pasado un tiempo, Alba cuenta: ¡°Mis padres lo llevan mal, pero yo tengo la conciencia tranquila. No tengo ni que avergonzarme ni que pedir perd¨®n. A nadie le ped¨ª jam¨¢s explicaciones porque me pegara un catarro o una gripe, ?por qu¨¦ tengo yo que justificarme por salir a la calle?¡±.

No se plantea denunciar aunque s¨ª que se lo recomendaron: ¡°Me dijeron que lo hiciera, pero quiero pensar que quienes primero compartieron el audio no pensaron la repercusi¨®n que pod¨ªa tener y que no se hizo con maldad¡±.

Pide respeto y consideraci¨®n para las personas que sufren la enfermedad: ¡°Yo me considero fuerte mentalmente, pero esto puede hundir a cualquiera. Porque yo no tuve un caso grave, pero entre el coronavirus, la posibilidad de perder el trabajo y ser discriminado socialmente puedes destrozar a una persona".

Alba denuncia que, en general, no podemos echar la culpa constantemente a los dem¨¢s y a?ade que hay que empezar a buscar soluciones para parar esta enfermedad que cada d¨ªa tiene un culpable: "La culpa va botando: primero sanitarios, luego extranjeros, m¨¢s tarde los j¨®venes y ahora ser¨¢n los colegios. Dejemos de echar culpas que no existen y busquemos soluciones. Hay que evitar el enfrentamiento, el se?alar con el dedo. Tenemos que ser emp¨¢ticos y pensar que esto nos puede tocar a cualquiera¡±.