CORONAVIRUS

La parosmia, una de las secuelas del coronavirus que distorsiona los olores y sabores

La parosmia, una de las secuelas de la p¨¦rdida del gusto y el olfato tras la COVID-19, hace que en algunas personas, ¡°la carne sepa a gasolina¡±.

La enfermedad del coronavirus ha dejado efectos secundarios a su paso entre las personas que lo han sufrido as¨ª como la p¨¦rdida del olfato y el gusto, la conjuntivitis, las lesiones cut¨¢neas en forma de urticaria o la p¨¦rdida del cabello de una forma r¨¢pida y masiva.

Entre estas consecuencias producidas por la enfermedad, la que peor est¨¢n llevando los afectados es la p¨¦rdida del olfato y el gusto que, en algunos casos, desaparece a los meses de haber padecido la infecci¨®n y, en otros, est¨¢ dejando secuelas.

Muchos pacientes est¨¢n sufriendo un trastorno llamado 'parosmia', un fen¨®meno que hacen que los olores y sabores se distorsionen. Esto es lo que le ocurri¨® a Kate McHenry, una mujer inglesa de 37 a?os que sufri¨® la enfermedad en el mes de marzo y que, tras perder el olfato durante unas cuatro semanas, lo recuper¨® de una manera muy extra?a: "las cosas empezaron a oler muy raras".

"La carne me sabe a gasolina"

Como ha contado Kate para la BBC, lo que para ella antes ten¨ªa un aroma exquisito, ahora tiene el peor de los hedores. A la hora de la ducha, explica que "el agua de la pila deja un olor horrible" y que su champ¨² favorito "tiene ahora el olor m¨¢s asqueroso del mundo".

A Kate le encantan las comidas, pero ahora cuenta que tiene ansiedad y que a?ora poder comer y beber como antes: "Me encanta las buenas comidas, salir a restaurantes y beber con amigos, pero todo eso se ha ido. La carne me sabe a gasolina y el prosecco a manzana podrida. Si mi novio Craig se come un curry el olor es horrible. Le sale de sus poros y es dif¨ªcil estar cerca de ¨¦l".

Tambi¨¦n que ha perdido peso ya que afirma comer poco debido al mal sabor de boca que le deja cualquier alimento: "Me entristezco cuando cocino en las tardes. Craig me pregunta qu¨¦ quiero comer y me siento mal porque no hay nada que me apetezca. S¨¦ que todo tendr¨¢ un sabor horrendo. Me asusta quedarme as¨ª para siempre".

Como explica la publicaci¨®n de la BBC, la parosimia puede darse debido a que la COVID-19 da?a los nervios de la nariz haciendo que cuando estos se regeneran, el cerebro sea incapaz de identificar el olor real de un alimento, planta, etc.

"La pasta de dientes deja un sabor a sal"

Otro paciente, Pasquale Hester tambi¨¦n cont¨® su testimonio a la BBC y declar¨® que "la pasta de dientes la deja un sabor a sal".

Al mismo tiempo, se?ala como un d¨ªa comi¨® curry y lo escupi¨® porque "la comida sab¨ªa a pintura". Frente a esto, la joven afirma que "algunas cosas se toleran mejor. El caf¨¦, el ajo y la cebolla son lo peor. Puedo comer jud¨ªas verdes y queso. Lo que me est¨¢ pasando me afecta. No se lo desear¨ªa ni al peor enemigo".

"Todo huele a carne podrida"

Brooke Jones, una estudiante inglesa de 20 a?os, cont¨® que trata de imaginarse los sabores de las cosas y dice que "Si como comida china, incluso si no sabe tan bien, me convenzo de que en realidad no est¨¢ tan mal".

Jones dice que casi todo le huele como "carne podrida con algo sacado de una granja" y ha escrito una lista con alimentos que s¨ª puede tolerar, como el gofres tostados, pepino y tomate.