El coronavirus vuelve a poner de moda las 'ventanas del vino', populares durante la peste
Las 'buschette del vino' florentinas se popularizaron en el Siglo XVII en mitad de un brote de peste negra y ahora se est¨¢n volviendo a utilizar.

La crisis sanitaria y econ¨®mica generada por el coronavirus SARS-CoV-2 ha generado una nueva normalidad a la que tendremos que acostumbrarnos poco a poco, con la implementaci¨®n de la mascarilla como un complemento m¨¢s a la hora de salir a la calle.
Sin embargo, hay m¨¢s medidas que se aplican en los diferentes negocios de la vida cotidiana. Una de las ideas adoptada por algunos establecimientos en Italia tiene su origen en el siglo XVII, cuando una oleada de peste bub¨®nica azotaba el pa¨ªs. Una opci¨®n similar a lo que ser¨ªan las pantallas protectoras de metacrilato de la actualidad.
Se trata de una peque?a ventana en los muros, a trav¨¦s de los cu¨¢les se vend¨ªan botellas de vino sin necesidad de establecer contacto directo con el cliente, que depositaba el dinero en una pala met¨¢lica para evitar los contactos directos
Una vieja idea tra¨ªda a la actualidad
Estas buschette del vino, que as¨ª se llaman, son una forma que han encontrado en Florencia, lugar donde se originaron, para reactivar la econom¨ªa sin poner en riesgo la salud de los dem¨¢s. La asociaci¨®n cultural Buschette del Vino se encarga de dar a conocer esta tradici¨®n, y en su web recogen la ventana m¨¢s antigua que existe, de 1634.
Son las 'buschette del vino' florentinas ('ventanas del vino'), se utilizaron en el siglo XVII en Italia para entregar vino a los clientes durante un brote de peste negra. pic.twitter.com/YrUQQ3BN7U
— Historia y arte de la medicina (@HistoriaDelame1) August 9, 2020
Entonces, como su nombre indica solo despachaban vino a trav¨¦s de estas ventanas, pero ahora tambi¨¦n hay locales en en Florencia en los que podemos encontrar helados y refrescos.
La asociaci¨®n contabiliza hasta 149 ventanas de este tipo dentro de los muros de la ciudad de Florencia y otras 24 tras ellos, adem¨¢s de otras 93 fuera de la ciudad. Una cifra que poco a poco podr¨ªa ir subiendo y, qui¨¦n sabe, exportarse a otros pa¨ªses.