CORONAVIRUS

Cient¨ªficos espa?oles descubren c¨®mo atacar al coronavirus con f¨¢rmacos antivirales

GUILLERMO ARIAS

La investigaci¨®n se ha realizado en la Universidad Jaime I de Castell¨®n de la Plana y ha conseguido descubrir el mecanismo molecular de una de las enzimas del virus.

El mecanismo molecular de una de las enzimas que permiten al coronavirus replicarse, la SARS-CoV-Mpro, ha sido descubierto por un grupo de cient¨ªficos espa?oles del Grupo de Bioqu¨ªmica Computacional de la Universidad Jaime I de Castell¨®n de la Plana.

Katarina Swiderek y Vicent Moliner son los nombres propios de esta investigaci¨®n cuyos resulados se han publicado en Chemical Science, que la considera una de las m¨¢s interesantes del a?o, y pueden tener un papel vital en el desarrollo de nuevos f¨¢rmacos antivirales que sean capaces de frenar la capacidad de reproducci¨®n del pat¨®geno.

Para desentra?ar el funcionamiento de la enzima se han aplicado procesos computacionales que mezclan mec¨¢nica cu¨¢ntica y mec¨¢nica molecular. "El proceso completo implica cuatro reacciones qu¨ªmicas que tienen lugar en dos etapas en el mismo centro activo de la enzima. El mecanismo de acci¨®n difiere de otras enzimas de la misma familia, las ciste¨ªna proteasas, presentes en otros seres vivos, incluidos los humanos", explica el catedr¨¢tico de Qu¨ªmica F¨ªsica Vicent Moliner.

"Un excelente objetivo"

Swiderek por su parte cree que esta enzima es "un excelente objetivo" para el desarrollo de nuevos antivirales. ?Por qu¨¦? "Sus caracter¨ªsticas". Cuando el coronavirus entra en nuestras c¨¦lulas rompe las cadenas pept¨ªdicas despu¨¦s del amino¨¢cido Gln, algo que proteasas humanas no son capaces de hacer.

"La credibilidad de nuestros resultados, obtenidos mediante estas t¨¦cnicas computacionales, viene avalada por el hecho de que algunas de nuestras conclusiones, como son la velocidad de reacci¨®n de la enzima o algunas de las interacciones que se establecen entre el centro activo de la enzima y la cadena pept¨ªdica humana que est¨¢ troceando, coinciden con datos experimentales publicados en los ¨²ltimos meses por otros grupos de investigaci¨®n internacionales", asegura Swiderek.