La pandemia de coronavirus no deja de sorprender a los expertos, que siguen aprendiendo de la enfermedad con el paso de los meses. El caso de Rebecca Wrixon, una mujer brit¨¢nica de 44 a?os, ha sido un buen ejemplo de que la COVID-19 a¨²n guarda misterios. Esta ciudadana del Reino Unido, que desconoc¨ªa que padec¨ªa la enfermedad y era asintom¨¢tica, estuvo cerca de fallecer a consecuencia del virus.

Lo singular del suceso ha llevado a la revista cient¨ªfica Neuroinmunology and Neuroinflammation ha publicar un art¨ªculo sobre su historia, que tambi¨¦n ha sido relatada por la cadena de televisi¨®n estadounidense CBS. Wrixon, que no sufr¨ªa los efectos habituales que produce el coronavirus (como tos, fiebre, falta de olfato y gusto, dolor pulmonar o de cabeza), se levant¨® una ma?ana con el brazo y la pierna derecha entumecidos, por lo que decidi¨® acudir a un centro de salud para que determinasen su dolencia.

A partir de entonces todo se complic¨® para esta ciudadana brit¨¢nica ante la sorpresa de los m¨¦dicos, que decidieron ingresarla en el hospital. En un primer momento, los doctores aplicaron el protocolo establecido para un posible infarto cerebral, a pesar de que los problemas que presentaba la mujer no acababa de encajarles.

Reacci¨®n del sistema inmunol¨®gico

Tras confirmar a trav¨¦s de test que Rebecca Wrixon padec¨ªa el coronavirus y aumentar la incertidumbre por lo extra?o del caso, los neur¨®logos descubrieron que la afecci¨®n de la mujer era provocada por la reacci¨®n del sistema inmunol¨®gico ante la presencia del virus en su cuerpo. En concreto, su cerebro sufr¨ªa una inflamaci¨®n generalizada que le paralizaba uno de los hemisferios.

Los doctores decidieron entonces basar su actuaci¨®n con la paciente por su reacci¨®n inmune antes que por la presencia de la COVID-19. De este modo, le administraron altas dosis de esteroides y le efectuaron una transfusi¨®n de plasma sangu¨ªneo. La reacci¨®n al tratamiento por parte de Wrixon fue positiva y en menos de un d¨ªa recuper¨® parte de la movilidad perif¨¦rica de sus extremidades. Adem¨¢s, a los cinco d¨ªas pudo andar.