Las medidas de alivio del confinamiento permitieron que toda la poblaci¨®n espa?ola contase con la posibilidad de salir a pasear la calle desde el pasado 4 de mayo. Desde entonces se han visto im¨¢genes de incumplimientos de las distancias de seguridad y otra serie de infracciones que pueden conllevar una multa, como no respetar los horarios fijados para la realizaci¨®n de esta actividad o el l¨ªmite de un kil¨®metro.

Ser sorprendido incumpliendo repetidamente una infracci¨®n puede acabar suponiendo una mayor sanci¨®n. De hecho, es un agravante que puede implicar un castigo inesperado por la persona que lo ha cometido si as¨ª lo consideran las autoridades. Si ¨¦sta adem¨¢s no colabora con los agentes de polic¨ªa o les falta al respeto, puede ser detenido, juzgado y condenado por desobediencia a la autoridad.

Infracci¨®n administrativa o delito penal

El Tribunal Supremo ha establecido distintos criterios para valorar si una infracci¨®n por desobediencia es meramente administrativa o supone un delito penal. La reiterada oposici¨®n al cumplimiento de una orden de la autoridad, la grave actitud de rebeld¨ªa y el incumplimiento voluntario del mandato son algunas de ellas.

Durante el confinamiento se han dado ejemplos que pueden conllevar c¨¢rcel. El de un ciudadano de Reus que el pasado mes de abril ingres¨® en prisi¨®n por incumplir en 14 ocasionas las normas establecidas durante el estado de alarma fue uno de ellos.