DIETA Y EJERCICIO F?SICO

El doble (e inevitable) problema de cumplir a?os a partir de los 40

El gasto energ¨¦tico basal y la sarcopenia son los responsables de que engordemos con el paso del tiempo y perdamos masa muscular respectivamente, aunque la buena noticia es que se puede prevenir.

as.com

Los a?os no perdonan. Una manida frase que esconde una gran verdad en lo que se refiere a nuestro estado de forma. Con el paso del tiempo se produce un proceso natural mediante el cual solemos engordar al mismo tiempo que perdemos masa muscular. Y la explicaci¨®n no es otra que el gasto energ¨¦tico basal, la energ¨ªa que gasta el organismo en mantener las funciones vitales b¨¢sicas, y la sarcopenia, una enfermedad progresiva y generalizada del m¨²sculo esquel¨¦tico, caracterizada por una disminuci¨®n de la fuerza muscular, de la masa muscular y finalmente del rendimiento f¨ªsico.

En el caso del gasto energ¨¦tico en reposo o gasto energ¨¦tico basal, conforme cumplimos a?os se produce una reducci¨®n paulatina, independientemente de la dieta o de la actividad f¨ªsica. De hecho, una vez que concluye la fase de crecimiento, el gasto energ¨¦tico en reposo disminuye aproximadamente un 5 por ciento por cada d¨¦cada y a partir de los 50 a?os, aproximadamente un 10 por ciento durante el mismo periodo de tiempo.

Por su parte, la p¨¦rdida de masa muscular ocurre naturalmente despu¨¦s de los 40 a?os, aunque puede pasar desapercibida debido al aumento de peso que, como ya hemos comentado, es com¨²n en la mediana edad. Se estima que se pierde anualmente entre el 1 y el 2 por ciento de la masa muscular despu¨¦s de los 50 a?os, aunque existen factores que pueden acelerar esa p¨¦rdida muscular como el sedentarismo, ya sea voluntario u obligado, patolog¨ªas endocrinas como la resistencia a insulina, enfermedades cr¨®nicas, sobre todo si est¨¢n asociadas a procesos inflamatorios, c¨¢ncer, y alteraciones en el estado nutricional.

La buena noticia es que gracias a la dieta y al ejercicio f¨ªsico se puede evitar tanto la ganancia de peso como la p¨¦rdida de masa muscular. La reducci¨®n del gasto energ¨¦tico basal puede conducirnos a la obesidad, especialmente si no llevamos una dieta adecuada y hacemos algo de ejercicio, y a un sinf¨ªn de complicaciones asociadas, mientras que la sarcopenia puede provocar a la larga fracturas, discapacidad f¨ªsica, aumento de ingresos hospitalarios, empeoramiento de la calidad de vida y mortalidad.

Algunas pautas ¨²tiles

  • En el caso del gasto energ¨¦tico basal, reducir la ingesta de calor¨ªas para evitar ganar peso.
  • La dieta mediterr¨¢nea es id¨®nea para combatir los estragos del menor gasto cal¨®rico en reposo.
  • Andar o nadar son actividades con multitud de beneficios para la salud y muy recomendables a determinadas edades.
  • En el caso de la sarcopenia, adecuar la ingesta de calor¨ªas y prote¨ªnas, y consultar la necesidad de utilizar suplementos alimenticios en funci¨®n de cada caso.
  • Los ejercicios de resistencia se han demostrado efectivos para mejorar la masa muscular, la fuerza y la funci¨®n f¨ªsica.
  • La actividad f¨ªsica debe producir la contracci¨®n del m¨²sculo esquel¨¦tico mediante el uso de resistencia externa como pesas, bandas de terapia el¨¢stica y el peso corporal en s¨ª.
  • Evitar en ambos casos el sedentarismo.