FEN?MENOS EXTRA?OS

?Existe alguna raz¨®n fisiol¨®gica para que los hombres escupan m¨¢s que las mujeres?

Vale, ellos segregan m¨¢s saliva que ellas. ?Justifica esto que expeler saliva sea un h¨¢bito t¨ªpicamente masculino?

Lo vemos por la calle no sin cierto repel¨²s: en cualquier paseo urbano, se nos cruza alg¨²n sujeto despreocupado que escupe sobre la acera. Hasta Titanic tiene una escena rom¨¢ntica con Leo DiCaprio expeliendo saliva desde el c¨¦lebre barco. Las generalizaciones no son buenas, pero lo cierto es que, en el imaginario colectivo, este acto se asocia con m¨¢s facilidad al hombre, pese a que no existen datos "que refrenden que ellos escupan m¨¢s que las mujeres", dice Javier Gonz¨¢lez Lagunas, jefe de servicio de cirug¨ªa oral, del Hospital Quir¨®n de Barcelona. ?Pero y si se tratara de una necesidad biol¨®gica masculina? ?Existe alguna raz¨®n para hacerlo?

Hay una respuesta corta y efectiva: por costumbre. "No existe un motivo m¨¦dico subyacente, es cultural. T¨¦cnicamente, los varones producen m¨¢s cantidad de saliva porque sus gl¨¢ndulas salivales tienen un mayor tama?o. Pero esto no justifica el h¨¢bito", argumenta Jos¨¦ Carlos Casqueiro, otorrinolaring¨®logo en el Centro Cl¨ªnico Betanzos 60 y miembro de la plataforma MediCheck. D¨¦bora y Beatriz Vilaboa, directoras de la Cl¨ªnica Vilaboa, consideran que "escupir m¨¢s o menos no es proporcional a la cantidad de l¨ªquido que segreguen las gl¨¢ndulas de cada uno: es una cuesti¨®n de educaci¨®n".

"El uso de pr¨®tesis o aparatos de ortodoncia pueden provocar un aumento de la salivaci¨®n. El mismo efecto pueden tener algunos medicamentos hipertensivos, problemas digestivos o enfermedades del sistema nervioso, pero expulsarla del organismo no ofrece ning¨²n beneficio", dice el doctor Gonzalo Navarro, de Cl¨ªnica Dental Navarro.

Todos salivamos m¨¢s en determinadas ocasiones. Tampoco justifican el esputo. "Sucede en episodios de estr¨¦s para el organismo. Al comenzar a realizar ejercicio f¨ªsico intenso, por ejemplo, se producen unos cambios fisiol¨®gicos que conllevan una mayor producci¨®n de secreciones (ya sea saliva o, generalmente, moco nasal) y eso condiciona que en vez de deglutirlos por ser muy espesos, se tienda a escupirlos", prosigue el experto. "Otras teor¨ªas afirman que el aumento de frecuencia respiratoria unido a la taquicardia hace que la mucosidad presente en la v¨ªa a¨¦rea del deportista aumente como medida de protecci¨®n", comenta Gonz¨¢lez Lagunas. "Al expulsarla, perdemos l¨ªquidos", apostilla Casqueiro.

La saliva es buena

Para Susan Maples, dentista y escritora, la cuesti¨®n cultural no admite dudas: "Hay chicos que crecieron pensando que es una forma de refrescar la boca y nadie les castig¨® por hacerlo", sentencia. "Este gesto puede ser s¨ªmbolo de reafirmaci¨®n o rebeld¨ªa", agrega el doctor Gonz¨¢lez Lagunas. Pero no sirve para nada, ni para limpiar la boca. "Al hacerlo, se expulsan bacterias, pero no es el mecanismo natural de su eliminaci¨®n", ampl¨ªa Casqueiro. Seg¨²n un estudio realizado por Gerbard Meyer, catedr¨¢tico de odontolog¨ªa de la Universidad de Greifswald (Alemania), con este h¨¢bito, el sistema de defensas en la cavidad bucal se desequilibra, lo que puede llevar a la formaci¨®n de caries o parodontitis.

Producir saliva es se?al de buena salud. "Cada d¨ªa, generamos entre 1 y 2 litros; y cada minuto, se segregan al menos 0,5 mililitros", explica el doctor Javier Gonz¨¢lez: "Cuanta m¨¢s saliva tenemos, mejor salud bucal, mayor protecci¨®n de nuestros dientes, de nuestras mucosas y del aparato digestivo". La Universidad de Aarhus (Dinamarca) relaciona incluso la cantidad de secreci¨®n que traga una persona (porque fabrica m¨¢s cantidad) con su dicha. "Contiene una sustancia que se sintetiza de forma natural por las gl¨¢ndulas salivales, se llama opiorfina, se vincula a la felicidad y es m¨¢s potente que la morfina", dicen las doctoras Vilavoa.

Adem¨¢s, seg¨²n la revista m¨¦dica Plos, la saliva protege nuestra boca y est¨®mago si nos damos un atrac¨®n de comida mexicana. "Las gl¨¢ndulas salivales se ponen marcha cuandoingerimos alimentos picantes o con ardor para el est¨®mago", sentencia el estudio. As¨ª las cosas, ?para qu¨¦ arrojar un l¨ªquido tan preciado fuera de nuestro organismo? Definitivamente, no hay excusa.