Nico Aubert cruza Espa?a de punta a punta con paramotor en completa autonom¨ªa
El atleta marbell¨ª ha completado con ¨¦xito su traves¨ªa de m¨¢s de 1000km. desde Estaca de Bares (Coru?a) hasta Tarifa (C¨¢diz) en poco m¨¢s de tres d¨ªas.
Nico Aubert (Marbella, 1997) uno de los mejores deportistas mundiales en paramotor, embarc¨® en una aventura que le ha llevado a recorrer m¨¢s de 1000 kil¨®metros desde la Punta de Estaca de Bares hasta Tarifa, cruzando Espa?a entera en poco m¨¢s de tres d¨ªas, con su paramotor como medio de transporte.
Desaf¨ªos de una traves¨ªa in¨¦dita
Parti¨® con un prop¨®sito claro: ¡°Demostrar que el paramotor no solo es un deporte de competici¨®n sino tambi¨¦n una forma ¨²nica de viajar¡±. Para ello se enfrent¨® a desaf¨ªos log¨ªsticos, emocionales y t¨¦cnicos para llevar a cabo esta maravillosa aventura. Los cuenta en AS Acci¨®n.
El primero tiene que ver con la preparaci¨®n del viaje, que implic¨® m¨¢s que solo cargar combustible. ¡°Equip¨¦ mi paramotor con alforjas y bolsas laterales para llevar todo lo necesario, desde un colch¨®n hasta herramientas esenciales¡±, relata Aubert. Eso provoc¨® que ¡°un paramotor que normalmente pesa alrededor de 25 kg lleg¨® a pesar unos 50 kg para esta traves¨ªa¡±, a?ade.
Pero tampoco pod¨ªa excederse con el peso: ¡°La limitaci¨®n de espacio me llev¨® a llevar herramientas m¨ªnimas, pero una placa solar fue esencial para mantener mis dispositivos cargados durante la traves¨ªa¡±. En cuanto al equipo, el protagonista de esta historia se?ala que us¨® un equipo convencional de paramotor, ¡°Un PAP TINOX 1400 con un Vitorazzi Moster 185 y una Viper XC 18m, destacando la versatilidad de este deporte¡±.
El segundo es que ¡°la complejidad de los espacios a¨¦reos en Espa?a requiri¨® una minuciosa planificaci¨®n de rutas para evitar interferencias¡±, reconoce el piloto. Aunque lo que obtuvo a cambio lo compensa: ¡°He volado por sitios incre¨ªbles. Desde las alturas contempl¨¦ la diversidad geogr¨¢fica de Espa?a, desde la majestuosidad de la costa Gallega, con sus acantilados y calas v¨ªrgenes, el impresionante paso de Despe?aperros o el tesoro escondido de la Sierra de Grazalema. La elecci¨®n de destinos no fue convencional; m¨¢s bien, fue un desaf¨ªo constante.
La necesidad de repostar en gasolineras, como si su paramotor fuera un autom¨®vil, tambi¨¦n le llev¨® a otro desaf¨ªo: las decisiones inesperadas, ¡°como aterrizar en un parking de un supermercado, debido a un imprevisto vallado en otro lugar o dormir en mitad de una monta?a plagada de lobos¡±, ejemplifica el espa?ol.
Pero no solo de lobos. Tambi¨¦n de niebla, como en el segundo d¨ªa. ¡°Fue uno de los mayores desaf¨ªos¡±, asegura Nico Aubert. As¨ª lo detalla: ¡°Despertar en la cima de una monta?a a 1500 metros rodeado de niebla era una situaci¨®n que no esperaba. Tras esperar pacientemente durante cuatro horas, decid¨ª improvisar la ruta y bordear la niebla pasando por Portugal¡±.
No faltaron los momentos de tensi¨®n, como cuando escuch¨® un ¡°inesperado ruido en la h¨¦lice¡±, algo con lo que no se juega. Por suerte ¡°result¨® ser una peque?a pieza ca¨ªda que no impidi¨® continuar la traves¨ªa y que en ning¨²n momento me puso en peligro¡±. Respira aliviado.
Amigos para el desaf¨ªo mental
Nico Aubert invit¨® a pilotos locales a unirse en tramos de su traves¨ªa, ¡°creando momentos emotivos al ver el apoyo de la comunidad del paramotor¡±, asegura. Cada aterrizaje en gasolineras o encuentro con locales provoc¨® reacciones asombradas y admiraci¨®n por su aventura con expresiones como ¡°?Est¨¢s loco!¡± o ¡°Qu¨¦ bonito tiene que ser todo desde el aire¡±. Todas fueron ¡°pura motivaci¨®n¡±, explica.
Al llegar a Tarifa despu¨¦s de tres d¨ªas y medio, se encontr¨® con amigos y familiares esper¨¢ndole, culminando la traves¨ªa con un momento emocionante.¡± Esta aventura en paramotor a trav¨¦s de Espa?a no solo fue un desaf¨ªo f¨ªsico, sino tambi¨¦n mental¡±, afirma para acabar concluyendo que ¡°ya estoy pensando en las pr¨®ximas fronteras por conquistar desde las alturas. Esta aventura me ha dejado con un deseo renovado de explorar el mundo desde ah¨ª arriba. Aprend¨ª que los l¨ªmites son autoimpuestos y que, cuando uno quiere algo, puede lograrlo. Tras m¨¢s de diez a?os de competici¨®n de slalom, esta traves¨ªa marca mi transici¨®n hacia la exploraci¨®n y la superaci¨®n de mi zona de confort¡±.