El 1 de abril de 1979, en el D¨ªa de los Inocentes para los americanos (April Fool's Day), David Kirke y sus amigos planearon un salto desde el puente suspendido de Clifton en Bristol (Reino Unido), que tiene una altura de 76 metros. Sin probar la cuerda, para mantener la emoci¨®n y la aventura.

Kirke realiz¨® el salto de manera impecable mientras sosten¨ªa una botella de champ¨¢n. Varios miembros de su club siguieron su ejemplo. La polic¨ªa los estaba esperando en el puente, los arrest¨® y los mantuvo detenidos durante la noche, luego les liber¨®. Desde entonces, desde el primer salto de puenting recreativo de la historia, est¨¢ prohibido saltar desde ese puente.

Kirke lideraba en esa d¨¦cada un grupo de la Universidad de Oxford conocido como el "Club de Deportes Peligrosos". Los estudiantes se vest¨ªan con sombreros de copa, trajes y corbatas, y realizaban haza?as extremadamente peligrosas, a menudo acompa?adas de alg¨²n tipo de alcohol.

Este grupo intr¨¦pido se lanzaba desde acantilados con globos de helio y se catapultaba en el aire con aut¨¦nticos trabuquetes (fund¨ªbulos, lanzapiedras, unas armas de asedio medieval). Esto los llev¨® a tener numerosos enfrentamientos con la ley. Desde entonces incorporaron el puenting y realizaron saltos por todo Estados Unidos, como en el Golden Gate o el Royal Gorge. Tambi¨¦n se lanzaron desde globos aerost¨¢ticos y desde gr¨²as. El puenting comenz¨® a extenderse como un reguero de p¨®lvora y se convirti¨® en un deporte recreativo.

?De d¨®nde le vino la idea?

David Kirke, autoapodado "bucanero an¨¢rquico", se inspir¨® en una tradici¨®n conocida con el nombre de "Gol" en la isla de Vanuatu, en el Pac¨ªfico Sur. All¨ª, los j¨®venes pon¨ªan a prueba su valent¨ªa y fuerza al lanzarse desde plataformas elevadas con lianas atadas a los pies para evitar lesiones. El ritual era uno de los m¨¢s peligrosos del mundo. Kirke decidi¨® realizarlo con cuerdas "artificiales" el¨¢sticas y desde un puente, abriendo un nuevo camino en el mundo de la adrenalina.

Hasta el ¨²ltimo d¨ªa, Kirke describi¨® su amor por los deportes extremos como "vocaci¨®n". En un comunicado tras su muerte, su familia ha escrito que "nunca habr¨ªa cambiado la vida que llev¨®". Una vida que le llev¨® a morir en su lecho, de manera natural, a los 78 a?os. Y a obtener "la gran recompensa", tal y como dec¨ªa ¨¦l, que no es otra que con su invento "haber hecho felices a personas que nunca conocer¨ªa".