Un tibur¨®n no deja ni rastro de un surfista

Este s¨¢bado por la ma?ana, Simon Baccanello disfrutaba de una sesi¨®n de surf junto a otras 15 personas en Walkers Beach, en la Eyre Peninsula, Australia. De repente, seg¨²n cuentan los testigos, recibi¨® un ataque de tibur¨®n. 24 horas despu¨¦s solamente se ha podido recuperar su tabla de surf, pero no su cuerpo.Jaiden Millar, un surfista de 22 a?os que estaba en el agua cuando ocurri¨® el ataque, explica que fue ¡°un incidente impactante. Hab¨ªa como 15 o 20 personas en el pico y podr¨ªa haberle pasado a cualquiera¡±. Seg¨²n relata a los medios locales, vieron la tabla de surf desplomarse a unos 500 metros de la costa mientras el surfista era ¡°arrastrado hacia el fondo y la tabla se manten¨ªa erguida como si fuera una l¨¢pida¡±.En ese momento, tal y como detallan los medios australianos, ¡°los surfistas empezaron a nadar hacia ¨¦l para ayudarlo, pero les dijo que no se preocuparan y que se resguardaran en la orilla¡±. R¨¢pidamente llegaron los servicios de emergencia, que iniciaron una b¨²squeda por tierra, mar y aire que solamente encontr¨® la tabla y tampoco ha podido determinar ni el tipo ni el tama?o del tibur¨®n en cuesti¨®n. ¡°Es una tragedia para esta peque?a comunidad. Este hombre hab¨ªa venido aqu¨ª hace poco¡±, explicaban precisamente los servicios de emergencia. Y es que s¨ª, seg¨²n se ha podido saber despu¨¦s, Baccanello -de 46 a?os- hab¨ªa empezado a trabajar en la escuela de Elliston en enero como profesor de matem¨¢ticas, ciencias y educaci¨®n f¨ªsica y afirman que ya era ¡°muy querido y respetado¡±.Es el segundo ataque de tibur¨®n en poco tiempo en Australia. Hace unas semanas, el surfista profesional Max Marsden tambi¨¦n recibi¨® el mordisco de un escualo, aunque en este caso sobrevivi¨®.