Una nutria pre?ada roba la tabla a un surfista y le ataca
El v¨ªdeo, grabado desde fuera del agua, permite ver la aventura de un surfista por intentar recuperar su tabla de surf, en manos de una nutria marina.
Steamer Lane es un famoso spot de surf cerca de los acantilados de la zona residencial de West Cliff, en el centro de Santa Cruz (California). Desde all¨ª hay un buen punto de vista de las sesiones de surf que se producen cuando hay buenas olas. All¨ª hemos visto a surfistas como el profesional Kolohe Andino dar un aut¨¦ntico recital de surf.
No siempre es as¨ª. Tambi¨¦n hay d¨ªas tranquilos. Con olas peque?as, ordenadas y limpias (sin viento). En este caso con unas cuantas algas marinas, tambi¨¦n. Y un surfista local, Nick Ericksen, en una situaci¨®n que seguramente poco se imaginaba antes de salir de casa: una nutria marina embarazada le roba su tabla de surf y, desde la comodidad de la misma, la defiende con u?as y dientes ante sus intentos de recuperarla.
No se sabe si la nutria quer¨ªa surfear o simplemente se hab¨ªa apropiado de un barco gratis, pero ni los chapoteos ni los movimientos de la tabla de surf que intenta el surfista tienen ¨¦xito en su intento de recuperar el material. La nutria, mientras, va mordiendo trozos de la tabla y llega incluso a bajar de la misma para hacer intentos de atacar al surfista y alejarle de su nueva propiedad. Desde los acantilados, el p¨²blico disfruta del espect¨¢culo, que tampoco parece de una peligrosidad extrema.
Tras varios minutos -spoiler- y con ayuda de otro surfista, el protagonista consigue recuperar su tabla de surf. Cuenta quien publica el v¨ªdeo, como an¨¦cdota, que Ericksen le hab¨ªa comentado alguna vez que su primer tatuaje ser¨ªa una nutria y que "quiz¨¢s tras esto habr¨¢ cambiado de opini¨®n".
El caso es que otro de los comentarios de un surfita local es que ¡°esto es algo que ocurre semanalmente en el Lane. Este a?o las nutrias se han rebelado¡±. Unas nutrias marinas que eran muy comunes en la costa oeste de los Estados Unidos antes de que los cazadores empezaran a usar sus pieles en el Siglo XVIII. Por aquel entonces se calcula que entre 150.000 y 300.000 nutrias habitaban en aguas del Pac¨ªfico entre Jap¨®n y M¨¦xico. Los cient¨ªficos estiman que su poblaci¨®n actual, sin embargo, es de 3.000.