Biarritz pone mediadores de surf para evitar peleas por las olas
La ciudad francesa, uno de los epicentros del surf en Europa, intenta poner remedio a los problemas derivados de la masificaci¨®n de sus playas.
Hace ya m¨¢s de 60 que se dice que el surf desembarc¨® en Europa por las playas de Biarritz (Francia). La ciudad convirti¨® este deporte entonces for¨¢neo en un vector econ¨®mico y cultural. Es la capital de una zona llamada Glissicon Valley o la California francesa (como la llam¨® el The New York Times)que comprende los 35 kil¨®metros de costa desde la frontera espa?ola hasta las Landas, cuyo volumen de negocio es de 2.000 millones de euros anuales y est¨¢ formado pro 400 compa?¨ªas que emplean a 4.500 trabajadores, seg¨²n inform¨® El Pa¨ªs en su d¨ªa.
Pero todo este tejido empresarial formado por escuelas de surf, fabricantes de tablas y viveros para startups tiene tambi¨¦n su parte "negativa" y es la masificaci¨®n de sus playas. Cada a?o, m¨¢s turistas acuden a esta ciudad en busca de olas, ya sea como expertos o para iniciarse en el surf. Como muestra, un v¨ªdeo del 2014 que ya hablaba del spot de surfing m¨¢s masificado del mundo y que muestra im¨¢genes realmente impactantes en cuanto a gente en el agua compartiendo (en el mejor de los casos) olas. 2014. Estamos en 2022.
En este contexto, las peleas o conflictos por las olas son habituales. Gente que no respeta las normas, principiantes que no est¨¢n en su sitio, surfistas que usan el material inadecuado... los motivos son m¨²ltiples. As¨ª, el Ayuntamiento de Biarritz ha decidido buscar una soluci¨®n a este problema y que se pueda seguir conviviendo y compartiendo olas en paz. La soluci¨®n por la que han apostado se llama Surfing Ambassadors y son surfistas voluntarios de las distintas escuelas de surf que hay en la ciudad francesa que vestir¨¢n una licra verde fluorescente y que ejercer¨¢n de mediadores en estos conflictos, intentando evitarlos como primera opci¨®n y apacigu¨¢ndolos en caso de que no lleguen a tiempo para el primer objetivo.
Dichos embajadores deber¨¢n informar y recordar las buenas pr¨¢cticas del surf: respetar las zonas delimitadas para surfear en ¨¦poca de ba?o, el uso de aletas para el bodyboard, los inventos, las reglas no escritas del surfing como las prioridades, etc. Del mismo modo, tambi¨¦n ejercer¨¢n una funci¨®n preventiva en cuanto a los peligros del mar en s¨ª: corrientes, zonas rocosas, mareas, etc. Y tendr¨¢n potestad para enviar a los surfistas a las ¨¢reas adecuadas a su nivel. O lo que ser¨ªa lo mismo, podr¨¢n hacer lo que hacen los surfistas locales o instructores de escuelas de surf y surf camps en muchas partes del mundo, aunque en este caso con un papel ¡°neutral¡±. Habr¨¢ que ver qu¨¦ tal funciona, porque es la primera medida de este tipo a nivel oficial en el mundo del surf. Desde luego, seguro que otros ayuntamientos con playas masificadas por este deporte lo seguir¨¢n atentamente, ya que no es el ¨²nico sitio del mundo con estos problemas.