"Salvamos a un surfista de un ataque de tibur¨®n porque Dios lo quiso"
Durante el D¨ªa Internacional del surf el sacerdote P. Liam Ryan asegura que "todo sucede porque Dios quiere. No fue casualidad que estuvi¨¦ramos all¨ª".

P. Liam Ryan tiene 35 a?os. Termin¨® sus estudios en el Seminario y fue ordenado sacerdote en agosto del 2019. Empez¨® a trabajar como capell¨¢n en el Hopsital P¨²blico St. John of God en Midland (Perth). Un a?o despu¨¦s vivi¨® el episodio m¨¢s impactante de su vida. En la playa, porque adem¨¢s de cura es tambi¨¦n surfista. Empez¨® con el surf a los 12 a?os.
El incidente ocurri¨® el 31 de julio del 2020, cuando estaba con dos amigos -Jess Woolhouse y Alex Oliver- compartiendo sesi¨®n de surf en Bunker Bay. Otro de los surfistas que estaba en el pico, Phil Mummer (28 a?os) recibi¨® el brutal ataque de un tibur¨®n en la pierna. Su r¨¢pida intervenci¨®n le salv¨® la vida a la v¨ªctima y recibieron por ello el Australian Bravery Award (un premio australiano a la valent¨ªa). Al d¨ªa siguiente, Lyam Ryan ofreci¨® una misa en la playa para dar las gracias a Dios.

Dos a?os despu¨¦s, en declaraciones a ACI Prensa, el sacerdote reflexiona acerca del incidente: "Todo sucede porque Diolo quiere. Salvamos a un surfista de un ataque de tibur¨®n porque Dios lo quiso. No fue casualidad que estuvi¨¦ramos all¨ª ese d¨ªa. Tampoco que la mordida se quedara a solo 2 cent¨ªmetros de la arteria de Phil, permiti¨¦ndole vivir y no morir". Y precisa: "No soy un h¨¦roe, soy un pobre hombre que es amado por Dios y elegido por ?l por amor".
En la misma l¨ªnea, P. Liam Ryan asegur¨® tambi¨¦n que "no tengo miedo a los tiburones porque Dios tiene el control". Eso s¨ª, afirma que el escualo era muy grande, salvaje y que "en el mar te sientes peque?o, recuerdo haber pensado que si quer¨ªa nos com¨ªa a los cuatro como almuerzo, pero gracias a Dios no ten¨ªa mucha hambre".
Respecto a su condici¨®n de sacerdote y surfista relata que "s¨ª, soy un sacerdote que hace surf. Para m¨ª surfear siempre ha sido una experiencia divina, rezo siempre antes de surfear para que Dios me mantenga seguro y veo muchos paralelismos del surfing con la vida espiritual". Y concluye que ejerce para todo el mundo, cat¨®licos y no cat¨®licos: "Phil no era cat¨®lico, pero tras salir del hospital vino con su novia a Misa para dar las gracias a Dios. ?Sorprendente!"