Muere el inventor del bodyboard
Tom Morey, quien invent¨® un deporte tan popular como el bodyboard a principio de los 70s, ha fallecido dos meses despu¨¦s de cumplir 86 a?os.
Hace 4 a?os saltaba la alarma porque Tom Morey, inventor del bodyboard, sufr¨ªa graves problemas de vista que apenas le permit¨ªan ver algo y estaba sin dinero. As¨ª, sus amigos se movilizaron creando una campa?a para ayudarle a pagar su casa en San Clemente (California) alegando que siempre ha sido m¨¢s inventor que empresario y que por eso hab¨ªa llegado a esta situaci¨®n. Ahora, dos meses despu¨¦s de cumplir los 86, muere el art¨ªfice de uno de los deportes estrella en las olas del mar.
Morey deja como legado el bodyboard, un deporte que invent¨® tras iniciar su aventura con el surf y un trabajo como ingeniero en una compa?¨ªa aeroespacial. Eso le dio unos conocimientos para expermientar con materiales en el mar. En 1971, tras mudarse a Haw¨¢i desde California, parti¨® una tabla de surf de foam en dos, le dio forma al foam, lo cubri¨® con un papel de peri¨®dico impermeabilizado y cre¨® el Boogie Board. ?l mismo ser¨ªa el encargado de probarlo meti¨¦ndose al agua con sus aletas en los pies, olas de un metro y encontrando una nueva forma de sentir la ola.
Tras algunas sesiones con el Boogie, un hombre le pregunt¨® por comprarla y le puso un precio de 10 d¨®lares. Fue la primera venta de una tabla de bodyboard. Despu¨¦s, con un anuncio en la revista Surfer, vendi¨® tres m¨¢s y obtuvo el dinero para ir aumentando su producci¨®n. Aunque en las tiendas de surfing le recib¨ªan con reticencias, no se rindi¨® y fue directamente a las playas con sus innovadoras tablas.
Tres a?os m¨¢s tarde patentar¨ªa la marca Morey Boogie, que vender¨ªa posteriormente en 1977 -cuando ven¨ªa ni m¨¢s ni menos que 80.000 corchos anuales- y hoy en d¨ªa es propiedad de Wham O, que posee los derechos sobre la marca registrada. Eso significa que nadie m¨¢s puede vender un Boogie, sino un bodyboard. El problema es que cuando la vendi¨® lo hizo para centrarse en inventar m¨¢s cosas. Pero con ninguna de ellas, ni con la m¨¢s importante que cre¨®, hizo dinero suficiente para pasar sus ¨²ltimos a?os de vida con tranquilidad. Por eso sus amigos decidieron ayudarle. Descanse En Paz.