Graba el ataque de un tibur¨®n a su hija en Haw¨¢i
El v¨ªdeo grabado por la madre de la v¨ªctima en la playa surfera de Kalama ha dado la vuelta al mundo. Todav¨ªa debe tener el miedo en el cuerpo.


Kalama es una playa de la isla de Oahu (Haw¨¢i) que suele ser noticia por v¨ªdeos de surf. Cuando una marejada de direcci¨®n noreste se combina con los vientos suroeste se convierte en un muy buen sitio para surfear en cualquier marea, rompiendo derechas e izquierdas. Y a veces, con mucha gente tanto en el agua como en la arena.
Precisamente en la arena -o casi en la arena- es donde ha tenido lugar un ataque de tibur¨®n que ha dado la vuelta al mundo a trav¨¦s de las redes sociales. La protagonista es una ni?a llamada Anela Rezentes (de 6 a?os), que mientras algunos surfeaban mar adentro, ella estaba jugando con las olas en la orilla. Su madre, como tantas otras madres en el mundo, grababa lo bien que se lo pasaba con su tel¨¦fono m¨®vil.
Fue entonces cuando apareci¨®n un tibur¨®n, no se sabe si investigando o atacando a la ni?a, o bien a alguna presa que merodeaba por all¨ª. El caso es que le dio un susto que la hizo salir corriendo del agua. Seg¨²n explica la madre, Sheri Gouveia, a los medios locales, en ese momento no se dieron cuenta de que se trataba de un tibur¨®n. No fue hasta que llegaron a casa y volvieron a ver el v¨ªdeo que se percataron de la situaci¨®n. Lo subieron a redes sociales y no tard¨® en dar la vuelta al mundo.
La propia madre explic¨® que su hija sali¨® del agua "hist¨¦rica", mientras la ni?a asegura que "no me di cuenta de que ten¨ªa un tibur¨®n a mis espaldas, simplemente sal¨ª corriendo, estaba muy asustada". Las autoridades, por su parte, estuvieron investigando si el escualo segu¨ªa por all¨ª para tomar medidas y cerrar la playa, pero finalmente no fue necesario ya que volver¨ªa a aguas m¨¢s profundas. Seg¨²n los expertos, se trataba de un tibur¨®n de punta negra, una especie conocida por cazar en aguas poco profundas, cerca de la costa, justamente donde tuvo lugar el incidente. Por suerte, no hubo que lamentar heridas.