Los hermanos Iker y Eneko Pou llevan toda la vida en la monta?a sin que los Juegos Ol¨ªmpicos hubieran metido sus garras en este deporte. Desde hace unos a?os, sin embargo, han empezado a ver las orejas al lobo y este 2020 la escalada har¨¢ -si el coronavirus lo permite- el debut ol¨ªmpico en Tokio.

En este contexto, los Pou han decidido aportar su visi¨®n en un escrito, cargado de reflexi¨®n, que incluye tanto pros como contras. Aunque partiendo de la base de que consideran lo suyo como "m¨¢s que un deporte", lo cierto es que tienen muchas dudas sobre los beneficios que los JJOO les puedan aportar.

De esta parte positiva destacan que comportar¨¢ "una mayor tecnificaci¨®n y por tanto mejores instalaciones, m¨¦todos de entrenamiento" y a la postre, una subida de nivel. Adem¨¢s, habr¨¢ "m¨¢s dinero por parte de instituciones p¨²blicas y privadas para los deportistas".

Aunque no suene mal, lo cierto es que a continuaci¨®n expresan sus 'contras' y no son pocos. Empiezan por un "mayor esp¨ªritu competitivo" donde por ejemplo "el crono prime ante la dificultad", una mirada que ellos afirman que nunca han tenido.

Por otra parte, aseguran que el dinero de m¨¢s que recibir¨¢n los atletas "no ser¨¢ un regalo" porque estar¨¢ "invertido para conseguir medallas". En este sentido y sin pelos en la lengua pronostican que "si ya costaba encontrar ayudas para alguien joven que se dedicaba al alpinismo (la esencia de las actividades de monta?a) imaginaros ahora". Nos imaginamos al pol¨ªtico de turno preguntando: "?Pero t¨² no puedes conseguir una medalla?".

Sus dudas no acaban aqu¨ª, sino que siguen por la posible llegada de sustancias prohibidas. "Suponemos que hace tiempo que ya est¨¢n, pero est¨¢ claro que cuando empieza a haber m¨¢s dinero y lo importante es ganar al de al lado, siempre hay quien rompe la reglas", escriben los Pou.

Dos m¨¢s. La primera, relacionada con las nuevas generaciones. "Todos est¨¢n muy fuertes, pero casi ninguno se plantea aprovechar esa fortaleza para equipar v¨ªas propias, la mayor¨ªa piensa que los parabolts caen del cielo y se quedan pegados a la roca", cuando en realidad "hay un esfuerzo enorme tras abrir vrutas de alpinismo o equipar v¨ªas, un esfuerzo que nunca se apoya lo suficiente".

La segunda y ¨²ltima, que "las federaciones lo van a tener a¨²n m¨¢s f¨¢cil para apoyar solo al deporte reglado y quitarse de encima lo que les da problemas, laactividades al aire libre, olvid¨¢ndose que hist¨®ricamente se constituyeron para defender esto ¨²ltimo", afirman con rotundidad.

Para terminar aclaran que "apoyaremos a nuestros deportistas en las olimpiadas porque sabemos la ilusi¨®n, las horas de entrenamiento y el sacrificio que hay detr¨¢s de una clasificaci¨®n para las mismas". Pero tambi¨¦n ayudar¨¢n "a que toda esta nueva generaci¨®n se reinvente volviendo a la monta?a con un taladro en mano, unas zapatillas en los pies o los esqu¨ªs y lleven la actividad un poco m¨¢s lejos.

Y Eneko e Iker Pou tienen una respueta para quienes consideren que se trata de una mentalidad antigua o excesivamente rom¨¢ntica: "A mucha honra. La monta?a es mucho m¨¢s que un deporte. Lo disfracemos de lo que lo disfracemos, los grandes escenarios seguir¨¢n siendo los mismos: esos grandes picos, con caras norte espeluznantes, en los que tan solo de pensar en meterse, nos crean un nudo en la gargante...".