Las ¨²ltimas pedaladas de Bahamontes
Toledo mantendr¨¢ en su memoria a un ciudadano ilustre que pase¨® por la ciudad hasta el ¨²ltimo momento
Todav¨ªa al final de la aventura, el ¡®Aguila de Toledo¡¯ se dejaba ver a trav¨¦s de las sinuosas calles del casco antiguo de la Ciudad Imperial. ¡®Fede¡¯, como todo toledano le conoc¨ªa - aunque su nombre real era Alejandro -, era reconocido durante sus paseos y m¨¢s reclamado por los vecinos veteranos del Toledo m¨¢s vetusto y no tanto por los habituales turistas de la ciudad.
¡°Este se?or fue el primer espa?ol en ganar un Tour de Francia¡±, una frase mil veces repetida, de padres a hijos y de abuelos a nietos en una Plaza de Zocodover ya acostumbrada a las andanzas del toledano m¨¢s ilustre. Han sido, hasta hace unos meses, las ¨²ltimas pedaladas de un hombre casi centenario pero en envidiable estado f¨ªsico, transmisor de cientos de an¨¦cdotas ciclistas y vitales contadas con todo lujo de detalles y con la frescura propia de un Bahamontes en¨¦rgico e inimitable.
Un deportista cuya importancia radica para Toledo en que, apenas cien metros m¨¢s abajo, cuenta con una figura propia dedicada a su memoria, que guardar¨¢ a Bahamontes en el recuerdo de todos, subido a una bicicleta a la par que escala la tremenda cuesta de la Calle Real del Arrabla ante la mirada del emblem¨¢tico Alc¨¢zar de su ciudad.