Muere Bahamontes: primer espa?ol ganador del Tour y mito del ciclismo

El ciclismo mundial llora la p¨¦rdida de uno de sus h¨¦roes m¨¢s memorables. Federico Mart¨ªn Bahamontes ha fallecido a los 95 a?os. Una leyenda con may¨²sculas, porque sus ¨¦xitos y sus logros no s¨®lo fueron el orgullo de una generaci¨®n de espa?oles que a¨²n pagaba el precio de la Guerra Civil que el mismo Bahamontes vivi¨® siendo un ni?o, sino que su figura inspir¨® a todos los grandes ciclistas que llegaron despu¨¦s, que siempre vieron a este toledano como un referente obligado. Una persona que entreg¨® su vida al deporte de la bicicleta y que ser¨¢ recordado, entre sus muchos hitos, por un logro que perdurar¨¢ siempre en la historia: ser el primer espa?ol en ganar el Tour de Francia en 1959.

Aquella gesta, para una Espa?a poco acostumbrada a sacar pecho, fue un acontecimiento. ¡°Ni a Franco ni al Papa le han recibido as¨ª¡±, sol¨ªa recordar Bahamontes de aquel verano en el que una marea humana inund¨® Toledo para recibirle. Nunca fue modesto, porque sab¨ªa lo que le hab¨ªa costado cada una de sus haza?as, y una vez que las relataba, adornadas con todo tipo de detalles y chascarrillos, era capaz de captar la atenci¨®n de aquel que le escuchaba sin importar su edad. Venerado no s¨®lo en su pa¨ªs, el ciclismo mundial siempre le nombrar¨¢ como quiz¨¢ el mejor ciclista de siempre cuando la carretera se empinaba. No obstante, el Tour de Francia le reconoci¨® como el mejor escalador de su historia. Conquist¨® la clasificaci¨®n de la monta?a en la Grande Boucle¡­ ?seis veces! Tambi¨¦n se la llev¨® en el Giro (una) y en la Vuelta (dos).

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Pero el legado de Fede, como le conoc¨ªan los que le quer¨ªan a pesar de que en realidad se llamaba Alejandro, va mucho m¨¢s all¨¢ de su extenso palmar¨¦s, en el que adem¨¢s del Tour y sus logros en las cumbres hay que sumar 11 victorias en grandes vueltas y numerosos triunfos en todo tipo de carreras ante nombres como Anquetil, Gaul, Bobet... Lo que atra¨ªa de ¨¦l, sobre todo para aquellos que no le vieron correr, eran aquellas historias (¡°a mi gente le gusta que le cuente batallitas¡±, dec¨ªa) que desgranaba con tanta chispa. Como cuando para competir en una carrera en Asturias se traslad¨® desde Toledo en la propia bicicleta, sus rencillas con otras figuras nacionales como Loro?o, sus triqui?uelas en un ciclismo mucho m¨¢s sufrido y diferente o aquella leyenda que ha calado en la historia del ciclismo sobre el d¨ªa que esper¨® a sus rivales (en realidad por aver¨ªa) en la cima de La Romey¨¦re comi¨¦ndose un helado.

Un periodista extranjero que se traslad¨® a Toledo para hacerle un reportaje es el autor del apodo con el que fue conocido mundialmente, el ?guila de Toledo. Fue en honor al ave bic¨¦fala del escudo de la ciudad, que se encuentra ubicado muy cerca del Paseo del Miradero, donde desde 2018 est¨¢ colocada una formidable estatua (justo donde ¨¦l quer¨ªa) que representa la figura esbelta de Bahamontes, levantado sobre los pedales de su bicicleta y en plena ascensi¨®n.

Un lugar ya de obligada peregrinaci¨®n para todo aquel aficionado al ciclismo que le interese esta figura singular de una Espa?a que siempre le vio como un h¨¦roe nacional. Con ¨¦l se va un pedazo de historia del deporte, pero tambi¨¦n de Espa?a, aunque sus gestas e historias se quedan en la memoria de este pa¨ªs. Alejandro ¡®Federico¡¯ Mart¨ªn Bahamontes ha fallecido, pero las andanzas del ?guila de Toledo perdurar¨¢n para siempre. Un h¨¦roe de otro tiempo. Una leyenda inmortal.