Hippolyte Aucouturier, la fuerza de H¨¦rcules

Hippolyte Aucouturier llegaba como gran favorito al primer Tour de Francia de la historia, en 1903, junto al posterior campe¨®n, Maurice Garin. Aquel mismo a?o hab¨ªa ganado la Par¨ªs-Roubaix y la Burdeos-Par¨ªs, con esa exhibici¨®n de fuerza que provoc¨® que Henri Desgrange, el fundador de la Grande Boucle, le apodara El Terrible. Tambi¨¦n se le conoc¨ªa como El H¨¦rcules de Commentry, poblaci¨®n donde tiene una calle con su nombre. Pero su candidatura no pas¨® de la primera etapa: ¡°Nunca me sent¨ª as¨ª. Mi voluntad es fuerte, mi cabeza es buena, mis piernas tambi¨¦n, pero no avanzo. Estoy muy mal del est¨®mago¡±. Tuvo que abandonar. El reglamento de aquella ¨¦poca le permiti¨® correr otros d¨ªas y conquistar dos etapas, en Marsella y Toulouse, pero el triunfo final se esfum¨® en ese lance inicial.

La cosa no mejor¨® en 1904, una de las ediciones m¨¢s escandalosas de siempre. Esta vez s¨ª acab¨® con una buena cosecha: cuatro victorias de etapa y cuarto clasificado. Pero una investigaci¨®n posterior de la Uni¨®n Velocip¨¦dica Francesa acab¨® con 29 ciclistas sancionados, entre ellos los cuatro primeros, acusados de hacer trampas ayud¨¢ndose de trenes y coches para avanzar. El triunfo recay¨® en el quinto, Henri Cornet, de 19 a?os.

En 1905 volvi¨® a la carga. Gan¨® en Besanz¨®n, gan¨® en Tol¨®n¡­ y gan¨®, heroicamente, en La Rochelle. Aquella ma?ana, el rumor circulaba: Aucouturier, el segundo clasificado, sigue con c¨®licos. Sus rivales le atiborraron a ataques, que resisti¨® con su fortaleza habitual. Ni siquiera le tumb¨® una ca¨ªda que le dej¨® maltrecho. Se levant¨®, enlaz¨® con la cabeza y esper¨® su oportunidad. El Terrible se impuso al esprint con el maillot rasgado, el hombro sangriento, las piernas magulladas¡­ Y se lo dedic¨® a sus ¡°j¨®venes¡± rivales: ¡°Han intentado llevarme al tren durante todo el d¨ªa, pero no han logrado derribarme. Ahora que estoy recuperado, les espero en las tres etapas restantes¡±.

A pesar de la bravuconada, Aucouturier no volvi¨® a ganar, ni en esos d¨ªas ni en el futuro. Acab¨® segundo, detr¨¢s de Louis Trousselier. Pero dej¨® el sello que le ha situado en la historia del ciclismo como uno de los m¨¢s ilustres pioneros.