"Si la gente se subiera a la bici y viera a qu¨¦ velocidad vamos, no se criticar¨ªa la falta de ataques"
Corredores como Enric Mas achacan a la velocidad la falta de movimientos, pero tambi¨¦n reconocen que hay miedo a ceder terreno y se guardan fuerzas.
De seis etapas, el pelot¨®n ha dispuesto de tres oportunidades de monta?a. En la segunda, con Colmiane, Turini y ?ze; en la cuarta, con la meta en alto en Orci¨¨res-Merlette; y en la sexta, el encadenado Lusette-Mont Aigoual. De momento no se han producido m¨¢s diferencias que las bonificaciones de Roglic, Pogacar y Martin, y los segundos conseguidos en Niza y restados por sanci¨®n de Alaphilippe. La pregunta sobrevuela el Tour: ?por qu¨¦ los favoritos no aprovechan territorio propicio para moverse?
Enric Mas se explay¨® en sus explicaciones a los micr¨®fonos de COPE y SER: ¡°Quiz¨¢ resulte pol¨¦mico lo que voy a decir, pero lo dir¨¦. El otro d¨ªa algunos espectadores, comentaristas y periodistas se quejaban de que camino de Privas no hubo escapada o que en etapas anteriores no se produjeron ataques. Pienso que si estuviesen encima de la bici y vieran las velocidades a las que subimos, se les quitar¨ªan las ganas de afirmar esas cosas. En Orci¨¨res-Merlette ascendimos a 30 o 35 por hora, un ritmo al que era imposible acelerar. Arrancas y, tan pronto saltas, te quedas de nuevo. En La Lusette sucedi¨® lo mismo: Castroviejo puso ah¨ª una marcha constante, siempre entre los 5,5 y los 6 vatios kilo, y, o est¨¢s muy bien, o sales y te vas para atr¨¢s. En la quinta jornada no se fug¨® nadie porque la dise?aron en descenso, con viento en contra en el arranque, y se sab¨ªa que se llegar¨ªa al esprint. Todo el mundo cre¨ªa que escaparse se trataba de un suicidio. Aun sin fuga, en la primera hora sacamos 40 kil¨®metros... Llevamos un Tour muy r¨¢pido, y a la vez y por alg¨²n motivo que no s¨¦, se compite con m¨¢s cabeza que otros a?os¡±.
Aunque Mikel Landa corrobor¨® sus palabras, a?adi¨® el factor canguelo: ¡°No ocurri¨® nada porque vamos muy r¨¢pido, poco se puede hacer as¨ª. Quiz¨¢ adem¨¢s exista algo de miedo, nadie desea pegarse un calent¨®n, no abrir hueco e incluso perder tiempo¡±. Mas y Landa coinciden en que el panorama debe cambiar a partir de los Pirineos: ¡°Se presentar¨¢n unos finales en bajada que ofrecer¨¢n m¨¢s variantes t¨¢cticas. En Pirineos y Alpes, y en el Macizo Central, vendr¨¢n seguro los ataques. Hay bloques como Movistar, Bahrain, Jumbo o Groupama que fijo que queremos probarlo¡±.
Otra conclusi¨®n clave tampoco difiere y, como el recelo a moverse, no exculpa a los ciclistas: ¡°Falta much¨ªsimo Tour y los equipos valoran que, cuanto menos se gaste en estos primeros d¨ªas, mucho mejor para cuando entremos en las jornadas decisivas¡±. As¨ª que ahorrar energ¨ªas, desplegar estrategias conservadoras en este inicio de carrera y el temor a ceder terreno suponen elementos tanto o m¨¢s determinantes que la velocidad para que, por ahora, no haya batalla.