Tour de Francia: 2020 y otras ediciones en las que el Tour ha estado en riesgo de cancelaci¨®n
El coronavirus ha puesto en riesgo la celebraci¨®n del Tour de Francia 2020, una situaci¨®n que ya ha ocurrido m¨¢s veces a lo largo de la historia.

Este s¨¢bado 29 de agosto comienza en Niza lo que ser¨¢ el Tour m¨¢s at¨ªpico de los ¨²ltimos 70 a?os en cuanto a realizaci¨®n se refiere debido a la crisis sanitaria generada por el coronavirus.
La pr¨®xima edici¨®n ser¨¢ la primera en su historia que no desarrolle en julio y es que, desde de 1908, no acaba tan tarde el Tour. Ahora, 112 a?os despu¨¦s, ese r¨¦cord ser¨¢ batido si la pandemia lo permite, estableciendo el 20 de septiembre como una nueva fecha l¨ªmite en la historia del Tour. Lo que significar¨¢ que han conseguido sortear la cancelaci¨®n, situaci¨®n que era muy habitual en las primeras ediciones de la ronda gala.
1904 y 1905, unos a?os marcados por los sabotajes
En 1904 durante la segunda edici¨®n de la ¡®Grande Boucle¡¯ el fundador de la carrera, Henri Desgrange introdujo una serie de cambios para poder afianzar a carrera, como por ejemplo que los ciclistas pudiesen apuntarse a participar ¨²nicamente a una selecci¨®n de etapas y as¨ª combatir la baja participaci¨®n que ten¨ªa y no poner en riesgo su celebraci¨®n pero lo cierto es que aquella intenci¨®n de revitalizar la carrera fue todo lo contrario.
Ciclistas que se sub¨ªan a los coches, otros que se remolcaban con una cuerda atada de un extremo del veh¨ªculo y la otra entre los dientes, encapuchados que amenazaban a los ciclistas en marcha y hasta una batalla?campal en la ciudad de Nimes.
Ocurri¨® en la tercera etapa, con un grupo de partidarios de Ferdinand Payan, corredor natural de aquella ciudad y que hab¨ªa sido expulsado de la carrera por compincharse con motoristas de la zona. A modo de represalia, los hinchas decidieron vengarse escupiendo, insultando y pinchando las ruedas de los veh¨ªculos de la organizaci¨®n y ciclistas. La batalla campal se dispers¨® tras la intervenci¨®n de la polic¨ªa y no sin realizar varios disparos pero poco despu¨¦s, a la salida de la ciudad, una lluvia de piedras sobrevol¨® el pelot¨®n causando multitud de da?os. Todo ello, llevar¨ªa a Henri Desgrange a anunciar que la de 1904 ser¨ªa la ¨²ltima, se cancelaba su celebraci¨®n para a?os venideros. "El ¨¦xito lo ha matado", lleg¨® a decir en una de las cr¨®nicas del momento, tal y como recoge el periodista ?lvaro Calleja en su libro Historias del Tour.
Finalmente tras reconsiderarlo y no sin mucho trabajo de persuasi¨®n por parte de su c¨ªrculo de confianza, Henri decidi¨® sacar adelante la tercera edici¨®n de la carrera en 1905. Una edici¨®n que result¨® nuevamente un quebradero de cabeza y que volver¨ªa a provocar dudas sobre la continuidad de la competici¨®n. Y es que en la primera etapa, 125 kilos de clavos?repartidos durante el recorrido de la etapa volvieron a despertar a los fantasmas del pasado. Hasta 28 clavos lleg¨® a sacar de un neum¨¢tico un periodista que cubr¨ªa la carrera y que provoc¨® que s¨®lo 15 ciclistas lograran completar la etapa evitando el fuera de control. El Tour volv¨ªa nuevamente a estar al borde de la cancelaci¨®n.

La Europa de Entreguerras
Pero no fue hasta 1915, 10 a?os despu¨¦s, cuando lleg¨® la primera suspensi¨®n. El estallido de la Primera Guerra Mundial provoc¨® un par¨®n obligado de cinco a?os y que posteriormente traer¨ªa consigo el nacimiento de la prenda m¨¢s valiosa, el maillot amarillo de l¨ªder para distinguir al mejor del pelot¨®n.
En esa Europa de Entreguerras y bajo un clima de inestabilidad constante y totalitarismos en auge, los recortes econ¨®micos en la ronda francesa se convirtieron en habituales para conseguir as¨ª sacar adelante esas ediciones y sortear la cancelaci¨®n, sobre todo en los primeros a?os tras el reinicio, con carreteras inexistentes v¨ªctimas de la guerra y sin dinero para los carburantes?hicieron de ese primer Tour tras el reinicio una odisea que s¨®lo lograron acabar 11 corredores.
Despu¨¦s vinieron a?os de bonanza, dos d¨¦cadas en las que el prestigio del Tour se dispar¨® antes de detenerse de nuevo en 1940 por la Segunda Guerra Mundial, que unida a la desaparici¨®n del hasta entonces diario organizador L'Auto y los tres intentos de imitaci¨®n de la carrera tuvieron a Francia durante 7 a?os sin Tour y pusieron en duda que se volviese a retomar. Pero finalmente, en 1947 el Tour volvi¨® a renacer, esta vez bajo la edici¨®n de L'Equipe y desde entonces se ha convertido en una m¨¢quina imparable y estandarte del verano franc¨¦s durante d¨¦cadas hasta que en 1998 estuvo al borde del colapso.
1998, caso Festina
El Tour, que hab¨ªa logrado vencer los boicots de sus inicios, se hab¨ªa sobrepuesto a las dos Guerras Mundiales y con casi 100 a?os de recorrido, se encontr¨® en 1998 con la peor situaci¨®n y el futuro m¨¢s negro de su historia a causa del dopaje tan extendido en el pelot¨®n en aquella ¨¦poca. La organizaci¨®n del Tour tuvo que soportar fuertes presiones que ped¨ªan la suspensi¨®n de la prueba a la par que se presenciaban im¨¢genes dantescas. En la retina perduran aun los registros en los camiones y habitaciones de los equipos, corredores en los calabozos, la gendarmer¨ªa interviniendo en plena carrera a 50 metros de la cuarta etapa del Tour para detener al director del equipo Festina Bruno Roussel? o la ya famosa sentada de los ciclistas en medio de la carrera.
El dopaje en aquella ¨¦poca estaba tan extendido como si de una epidemia se tratase metaf¨®ricamente hablando. Y es casualmente una epidemia lo que ha puesto una vez m¨¢s contra las cuerdas la realizaci¨®n del Tour, algo ya habitual en los m¨¢s de 100 a?os de historia de la carrera y que, de momento, parece haber logrado sortear con un aplazamiento de fecha mediante y unos estrictos protocolos de seguridad.