?Qu¨¦ fue de... Chiappucci, El Diablo que atacaba a Indurain?
El italiano, de 57 a?os, fue uno de los protagonistas de la d¨¦cada de los 90. Subi¨® al podio de Giro y Tour, pero nunca pudo con Miguel Indurain.
El Giro de 2020 deb¨ªa arrancar hoy, 9 de mayo, desde Budapest. La pandemia pospuso la cita hasta octubre, del 3 al 25, y Hungr¨ªa no acoger¨¢ la salida. Uno de sus protagonistas en la d¨¦cada de los 90, Claudio Chiappucci, valora ese aplazamiento y que se conserven las 21 jornadas de la Corsa Rosa como "la ¨²nica opci¨®n posible para mantener el honor de Italia". El exciclista de 57 a?os siempre se ha considerado "un enamorado de lo italiano": vencedor de La Classicissima en 1991, segundo en los Giros de 1991 y 1992 y tercero en el de 1993, se colg¨® con su selecci¨®n la plata en el Mundial de Sicilia en 1994. Tambi¨¦n brill¨® en Francia, con otros dos segundos (1990 y 1992) y un tercero en el Tour (1991). En 1992 exigi¨® "much¨ªsimo" a Miguel Indurain y conquist¨® una de las mejores etapas de la Grande Boucle en su pa¨ªs, en Sestriere. Pero¡ ?qu¨¦ fue de El Diablo, uno de los mayores adversarios del navarro?
Nacido el 28 de febrero de 1963 en Uboldo, en Lombard¨ªa, Chiappucci pas¨® con el Carrera a profesionales en 1985 (con el que permaneci¨® hasta 1996). Ya promet¨ªa mucho como escalador en el campo aficionado: alcanz¨® el Nacional amateur en 1982 y qued¨® segundo en el Piccolo Lombard¨ªa en 1984. Aunque el Giro de Lombard¨ªa, por tratarse de la competici¨®n de su regi¨®n, se convirti¨® cada temporada en uno de sus m¨¢ximos objetivos, nunca lo gan¨®. S¨ª que se anot¨® el otro monumento de Italia, la Mil¨¢n-San Remo (en 1991), con un ataque lejano en el Turchino y tras aguantar el pulso a los intentos perseguidores y al pelot¨®n: "Quiz¨¢ mi victoria m¨¢s especial". Despu¨¦s de presentarse en sociedad con una segunda plaza en el Tour de 1990, en el que visti¨® de amarillo y s¨®lo le bati¨® Greg LeMond gracias a la crono de Lac de Vassivi¨¨re (de 45,5 kil¨®metros), en 1991 se produjo su explosi¨®n: segundo del Giro (superado por Franco Chioccioli) y tercero del primer Tour de Indurain, con el que firm¨® una cabalgada mano a mano camino de Val Louron. "Para m¨ª el triunfo y para ¨¦l, el maillot amarillo. Tuve la mala suerte de coincidir con un extraterrestre como Miguel, y ¨¦l se benefici¨® un poco de la rivalidad que vivimos Gianni Bugno y yo", reconoce para AS.
En 1992 consigui¨® un doblete de segundos puestos en Giro y Tour, en ambos casos derrotado por Indurain: "No ten¨ªa nada que hacer contra ¨¦l por culpa de las contrarreloj. Intentaba lanzar mis ofensivas desde lejos, como el hist¨®rico d¨ªa de Sestriere, en el que complet¨¦ escapado m¨¢s de 200 de los casi 250 kil¨®metros. Aquello era ciclismo de verdad, al ataque y sin pinganillos". Indurain ensalza la figura de Chiappucci: "Seguramente mi enemigo m¨¢s complicado, nunca se rend¨ªa y se mov¨ªa en cuanto pod¨ªa, de manera imprevisible". A El Diablo le apodaron as¨ª en un Cl¨¢sico RCN de Colombia, en 1992, por su estilo valiente y por enfrentarse sin complejos a los escarabajos de aquella edici¨®n. Antes y despu¨¦s tambi¨¦n le llamaron Gitano o Calimero, pero el mote de El Diablo todav¨ªa le acompa?a. Lo registr¨® junto a su nombre y funciona a modo de empresa en la actualidad: "Al retirarme me transform¨¦ en una especie de embajador de la bicicleta. Viajo casi 150 d¨ªas al a?o, me invitan a carreras y pongo en contacto a corredores, organizadores y patrocinadores. Y procuro permitirme peque?os lujos que estaban prohibidos cuando compet¨ªa".
En Espa?a ha apadrinado eventos en Ibiza, Ordizia, Valencia, Canarias o ?zaro: "La gente me recuerda con mucho cari?o, aunque quisiera vencer a Indurain. Eso se debe al carisma, a que llevaba elementos con dibujos de diablitos, o a que corr¨ªa de forma espectacular. Si nos encontramos, como en ?zaro, nos picamos en broma. En el Pa¨ªs Vasco de 1991 conquist¨¦ mi primera general de prestigio. Me encanta Espa?a. En cambio, el deporte de ahora me parece aburrido y demasiado fiscalizado". En territorio nacional se apunt¨® dos de sus ¨²ltimas dianas de m¨¢s pedigr¨ª: la Cl¨¢sica de San Sebasti¨¢n (1993) y la Volta a Catalunya (1994). En 1993 abandon¨® los podios de las grandes con su tercera plaza en el segundo Giro de Indurain. Gan¨® tres parciales y la monta?a del Tour en dos ocasiones, y otra jornada y tres maglias de mejor escalador en el Giro. Declin¨® con una velocidad similar a la que se granje¨® la fama, y en 1997 infringi¨® un an¨¢lisis de sangre y le investigaron como cliente del doctor Francesco Conconi. En un primer momento asumi¨® que tom¨® EPO desde 1993, para posteriormente retractarse de su declaraci¨®n. No obstante, las autoridades judiciales confirmaron el consumo de sustancias prohibidas de los implicados. Colg¨® la bici en 1999, en las filas del Amica Chips-Costa de Almer¨ªa, despu¨¦s de otro curso en 1997 con el Asics.
Acorde a su visi¨®n desenfadada del mundo, en 2006 particip¨® en la cuarta edici¨®n de L'isola dei famosi, el formato italiano del reality Supervivientes. Y otra vez se cruz¨® alguien que le priv¨® del ¨¦xito: Luca Calvani, presentador y actor, le releg¨® a la segunda posici¨®n. Ejerci¨® como comentarista en la RAI, pero le motivaba m¨¢s "disponer de libertad para ir y venir". Esta semana se pas¨® al rodillo desde el confinamiento de su casa con motivo del Giro de Italia Virtual: "Siempre que monto rememoro mi haza?a de Sestriere y mis duelos con Indurain. Aunque pude lograr m¨¢s triunfos, me siento satisfecho de mi trayectoria. Hice amigos y cosas extraordinarias que guardar¨¦ en mi coraz¨®n hasta que muera". Y as¨ª contin¨²a con su papel de embajador¡ mientras disfruta de la vida.