La afici¨®n colombiana vibr¨® con Egan Bernal en Par¨ªs

Desde primera hora de la ma?ana una marea amarilla inund¨® Par¨ªs. Miles de colombianos, muchos con la camiseta de la selecci¨®n de f¨²tbol, esperaban vivir un momento hist¨®rico, que lleg¨® cuando, tras la etapa, Egan Bernal subi¨® a lo m¨¢s alto del podio de Par¨ªs. La primera vez que sonaba el himno de Colombia en los Campos El¨ªseos. ¡°Este chico tan joven tambi¨¦n es el primer sudamericano, su victoria nos representa y nos hermana¡±, dec¨ªa visiblemente emocionado un aficionado reci¨¦n llegado de Bogot¨¢.

Como ¨¦l, a toda prisa, tambi¨¦n hab¨ªa viajado la madre del ciclista, Flor, y su hermano peque?o Ronald, que se reunieron con el padre, Germ¨¢n, y la novia de Egan, Xiomara, que le hab¨ªan acompa?ado en las etapas alpinas. ¡°Es el momento m¨¢s feliz de nuestras vidas¡±, aseguraban. Germ¨¢n no dudaba en echar la vista atr¨¢s: ¡°Es algo hist¨®rico para nuestro pa¨ªs, y que vale m¨¢s cuando uno ve todo lo que le ha costado¡±. Fue a ellos a quien Egan salud¨® justo antes de subir al podio. Hubo tiempo para abrazos, besos e incluso santiguados, con l¨¢grimas en los ojos.

Y desde arriba del podio, desde la cima del ciclismo, Bernal se acord¨® de Colombia, de Italia (donde empez¨® su carrera) y de Francia, el pa¨ªs donde ha cumplido su sue?o. Tambi¨¦n de sus compa?eros, con menci¨®n especial a Geraint Thomas, que le escuchaba desde el segundo escal¨®n. ¡°Es una persona buena, amable, que se preocupa por los dem¨¢s...¡± le cataloga el m¨¢nager del equipo Ineos,

David Brailsford, que no quiso dejar de tener un gesto con la afici¨®n que abarrotaba las calles y, una vez que su corredor cruz¨® la meta, no dud¨® en enfundarse la camiseta de Colombia. ?l, que ha conquistado el Tour con Wiggins, Froome (en cuatro ocasiones) y Geraint Thomas, al fin lo lograba con un ciclista no brit¨¢nico. Un corredor con potencial para marcar una ¨¦poca en el Tour, esa que Colombia sue?a desde aquellos escarabajos de los 80 y 90. El mismo Bernal se encarg¨® de confirmarlo: ¡°Que sean muchos m¨¢s¡±.