Van der Poel gana la Amstel con un esprint para la historia
Impresionante triunfo en la cl¨¢sica holandesa del ¨ªdolo local. Su esprint quedar¨¢ para la historia del ciclismo. Se trata de la mejor victoria de este ciclista que apunta a superestrella.
Mathieu Van der Poel, la gran irrupci¨®n de lo que llevamos de temporada ciclista, sum¨® una victoria ¨¦pica que mostrar en su candidatura a superestrella de este deporte. La logr¨® en el mejor escenario posible, la Amstel Gold Race de su pa¨ªs, Holanda, donde la afici¨®n esperaba verle coronarse con el maillot de campe¨®n nacional. Y lo consigui¨®, s¨ª, pero de una manera espectacular, cuando pocos daban ya alguna oportunidad a este genial ciclista que viene del ciclocross y que ya se rifan los mejores equipos del pelot¨®n tras sus seis victorias en apenas 15 d¨ªas de competici¨®n en 2019.
Su estirpe, nieto de Raymond Poulidor e hijo de Adrie van der Poel (ganador de esta misma carrera hace 29 a?os), tendr¨¢ algo que ver en su car¨¢cter de corredor valiente y amante del ciclismo batallador y atractivo. Lo hab¨ªa intentado desde lejos, acompa?ado de Gorka Izagirre, en la ¨²nica oportunidad en la que hubo algo de protagonismo espa?ol en la carrera, ya que?Alejandro Valverde estuvo ausente por una p¨¢jara ("me sent¨ªa vac¨ªo").
Esa arrancada de Van der Poel y Gorka en Gulpeberg, a 43 km de meta, fue sofocada.?Los que s¨ª lograron marcharse fueron Julian Alaphilippe y Jakob Fuglsang, una pareja de ciclistas de gran calidad que se coordinaron para abrir hueco. Pronto alejaron al grupo de favoritos y s¨®lo Trentin y Kwiatkowski se empe?aron en cazarles. Estuvieron cerca de cogerles, pero nunca contactaron. El polaco del Sky nunca baj¨® los brazos, como adivinando lo que ocurrir¨ªa en los kil¨®metros finales.
Y lo que pas¨® quedar¨¢ para la historia de la carrera. Alaphilippe y Fuglsang comenzaron esa vigilancia que con tanta sangre fr¨ªa hay que realizar para no perder las opciones de triunfo. No fue el caso. La parsimonia de los dos escapados propici¨® que el batallador Kwiatkowski les pillara la rueda, mientras al fondo de la recta final aparec¨ªa el grupo de favoritos comandado por Van der Poel.
El holand¨¦s, que llevaba el ritmo de la persecuci¨®n, ya marchaba lanzado, pero no parec¨ªa que le diera tiempo a llegar a cabeza. S¨ª que le dio. A 400 metros se puso de pie imprimiendo a la bicicleta una velocidad que le permiti¨® llegar al tr¨ªo, rebasarlo y entrar en meta con gesto de que ni ¨¦l mismo se cre¨ªa lo que acababa de protagonizar... ?Hab¨ªa ganado! Tras la meta, se tir¨® al suelo, completamente vac¨ªo, mientras asimilaba la haza?a. Una nube de fot¨®grafos le rodeaba y los aficionados hac¨ªan fotos con sus m¨®viles. Nadie se quer¨ªa perder la instant¨¢nea. El nacimiento (o ya m¨¢s bien la confirmaci¨®n) de una estrella.