Jorge Zepeda: ¡°En mi novela el pelot¨®n del Tour es el Expreso de Oriente, a lo Agatha Christie¡±

?C¨®mo lleg¨® a la idea de ambientar un thriller en una gran carrera ciclista?

Por dos razones. Por un lado me llamaba mucho la atenci¨®n la ¨¦pica, el sacrificio y la entrega de estos atletas. Creo que es la disciplina que m¨¢s exige al deportista de alto rendimiento. Correr un Tour de Francia es correr un marat¨®n todos los d¨ªas. Y en esta manera de vivir, pr¨¢cticamente entregados a la bicicleta, se generan muchas pasiones. Se presta muy bien a la intensidad de un drama de ambici¨®n y amoroso.

?Da para una novela negra?

En ellas siempre est¨¢n exacerbadas las pasiones humanas. Y algo tan competido y sufrido como un Tour facilita extralimitar a¨²n m¨¢s estas pasiones. Por otro lado, en el ciclismo la muerte siempre est¨¢ presente en carrera. Se juegan la vida. Los vi bajando a m¨¢s de 90 kil¨®metros por hora, indefensos, s¨®lo con un ligero casco, en carreteras de monta?a llenas de gravilla, donde la distancia entre ellos y el abismo es cero, donde una curva mal tomada significa una tremenda ca¨ªda, todo para ahorrar unos segundos en una carrera de muchos kil¨®metros... ?Si est¨¢n dispuestos a morir para ganar esos segundos c¨®mo no van a poder estar dispuestos a matar por ello?

?Y la otra raz¨®n para elegir el ciclismo como escenario?

Que me apetec¨ªa mucho hacer una novela de corte cl¨¢sico, a lo Agatha Christie, en la que el victimario fuera un grupo cerrado. Ah¨ª uno de ellos es el asesino y tienen que verse una y otra vez las caras, sabiendo que uno de ellos puede ser la pr¨®xima v¨ªctima. Justamente el pelot¨®n del Tour est¨¢ junto durante 21 d¨ªas; se convirti¨® en mi Expreso de Oriente. El pelot¨®n, como ese tren, se va desplazando y tiene una fecha de llegada a un destino, que es Par¨ªs en lugar de Estambul. Y como ver¨¢ el lector, es una trama en la que el asesino va dando golpes dentro del pelot¨®n y s¨®lo puede ser uno de ellos por la manera en la que se han presentado. Esto le da una doble intensidad a la novela.

Incluso hay dos historias en la novela: qui¨¦n ser¨¢ el asesino y qui¨¦n ganar¨¢ el Tour¡­ Y enganchan por igual.

F¨ªjese que me ha dado mucha satisfacci¨®n la reacci¨®n de los lectores en el sentido de que les han apasionado en igual medida estas dos tensiones. Qui¨¦n es el asesino es la pregunta cl¨¢sica de toda novela negra. Aqu¨ª hay algo m¨¢s.

?Ha gustado la novela en el mundo cicl¨ªstico profesional?

Bueno, s¨¦ que la tiene Marc Soler, Alejandro Valverde y alguno m¨¢s¡­ Lleg¨® a los directivos de Movistar¡­

Le pregunto porque usted dibuja un mundo del ciclismo feroz por competitivo.

De hecho, para la investigaci¨®n, estuve pegado a ellos en alguna gran vuelta. Incluso, muy generosamente, la gente de Movistar me subi¨® de copiloto en alguna de las etapas en el coche oficial. Adem¨¢s, en el n¨²mero 1, el que va pegado al pelot¨®n. Fue en la Vuelta a Catalu?a, que es menos tensa, digamos, y permite un mayor acercamiento. Incluso en alguna charla de sobremesa algunos de los ciclistas profesionales y los mec¨¢nicos me ayudaron a armar dos o tres ideas sobre c¨®mo boicotear una bicicleta y cosas as¨ª.

?Qu¨¦ vio cuando se meti¨® dentro de ese mundillo?

Es un mundo muy ¨¦pico. Puede que hace 30 a?os fuera otra cosa, pero ahora son vidas dedicadas por completo. Si alguien se toma dos semanas de vacaciones en diciembre ya no es competitivo en febrero. Tengo un profund¨ªsimo reconocimiento y admiraci¨®n por estos monjes-atletas. En el Tour, el cuerpo es incapaz de absorber las calor¨ªas que est¨¢ perdiendo y al final de la segunda semana est¨¢ consumiendo tu propio cuerpo. Algunas de estas competiciones son contra natura. Y el gramo de voluntad que ponen para subir las ¨²ltimas rampas a m¨ª, verdaderamente, me conmueve.

Steve y Marc, l¨ªder y gregario, dos de los personajes centrales. El primero tiene un origen acomodado y su gregario tuvo una infancia pobre y dura. ?Encierra esta relaci¨®n alguna lecci¨®n de vida que quiera representar?

Tal cual. La vida nos impone condicionamientos que terminan dictando la posibilidad de ser l¨ªderes o escuderos para unos u otros. Muchas veces pensamos que estamos marcados. Pero de alguna manera la historia de la novela es que los escuderos, en un momento dado, pueden trascender las condiciones que los limitan y ser due?os de su propio destino. Es algo que sucedi¨® en la novela y que parece haber sucedido en el Tour, donde el escudero ha ganado a Froome.

Es parte de la historia de la novela.

De estas veces que la realidad termina copiando a la ficci¨®n, porque Thomas y Froome son muy buenos amigos, como Steve y Marc en la novela. El libro tiene un trasfondo que no s¨®lo es la competencia que tienen por la chica. Tambi¨¦n es una historia sobre la amistad, sobre la lealtad y la traici¨®n, sobre la confrontaci¨®n entre servir a un amigo o conquistar el sue?o albergado durante toda una vida. Pero unido a esto tiene una tercera tensi¨®n.

?Cu¨¢l es?

Es la reivindicaci¨®n de los de abajo en el sentido de que no est¨¢n los dados absolutamente echados.

?Le fue dif¨ªcil entrar en la psicolog¨ªa de los ciclistas?

Es f¨¢cil entender la psicolog¨ªa de los ganadores. La de Steve, la de un l¨ªder. Ellos est¨¢n compitiendo por la gloria. Es m¨¢s dif¨ªcil de comprender, en cambio, el papel de un gregario. Particularmente cuando son tan buenos atletas y tienen una vida de sacrificios por otros. Como dice Marc: ¡°Mi oficio es no ganar¡±. ?C¨®mo construir una psicolog¨ªa que sacrifica tanto hasta el punto de ponerse como alfombra, a los pies de otro, que va a ser el que se lleve la gloria?

?C¨®mo lo hizo?

Yo llegu¨¦ al ciclismo con esta pregunta en la cabeza. ?De d¨®nde sacan esta fuerza de voluntad los ciclistas para quemarse en la monta?a como si fueran fusibles, sabiendo que despu¨¦s de eso se ir¨¢n a la cola del pelot¨®n y llegar¨¢n 20 minutos m¨¢s tarde? Y todo por su l¨ªder. Y no hay premio aparente, al menos ante el gran p¨²blico. Para m¨ª, est¨¢ claro que son h¨¦roes. Yo veo a Thomas habiendo pasado alguna noche como las que pas¨® Marc, debati¨¦ndose entre su alma de gregario y su ansia de pasar a la historia. Se trata de todo un drama personal.

Fiona es un personaje muy central en la novela, pero no aparecen m¨¢s chicas¡­ ?Debe el mundo ciclista mejorar en eso, en la igualdad?

Yo encontr¨¦ en los equipos masajistas, dietistas, doctoras, jefas de prensa¡­ No es motivo de sorpresa y eso me gust¨® mucho. Y por otro lado, el amateur y semiprofesional se pueden encontrar a muchas mujeres en la competici¨®n, lo cual es muy satisfactorio. Las grandes competiciones son un mundo de varones, s¨ª, pero no necesariamente machista. Incluso, en casi todos los medios de comunicaci¨®n del mundo suele haber una mujer en la triada o dupla de comentaristas.

Despu¨¦s del proceso que ha experimentado siguiendo el ciclismo y escribiendo la novela, ?ha cambiado su visi¨®n de este deporte?

Gen¨¦ricamente aprend¨ª much¨ªsimo. Ahora veo el Tour y me doy cuenta de que ah¨ª dentro hay 200 batallas, no s¨®lo las que se ven en la parte de delante en la televisi¨®n. He aprendido a ver este deporte. El joven que es invitado por primera vez por el equipo al correr el Tour quiere hacerlo bien para repetir, y se juega la vida. El que lleva dos o tres a?os y tiene un competidor de su nivel dentro del equipo est¨¢ en el mismo caso, quiere mantenerse o ascender a la posici¨®n siguiente. Hay 200 agendas, tantas como ciclistas hay en el pelot¨®n, y es muy divertido ver c¨®mo juegan sus cartas. Esa dimensi¨®n s¨ª es nueva para m¨ª y me gustar¨ªa que el que lea la novela, empiece a visualizarlo as¨ª.

?Cree que atraer¨¢ aficionados?

Sin duda. Por otro lado, yo abord¨¦ lateralmente el tema del dopaje porque, dopaje o no, la cuota de sacrificio que implica recorrer 21 d¨ªas todas esas carreteras y rampas, esa cantidad de kil¨®metros, supone tal ¨¦pica, sacrificio y fuerza de voluntad que este deporte sigue teniendo sentido.

Usted viene del thriller pol¨ªtico. ?La pol¨ªtica se presta m¨¢s que el deporte a ese ambiente de intrigas?

Por supuesto. Pero justamente despu¨¦s de hacer tres novelas de thriller pol¨ªtico me apetec¨ªa mucho tocar esta historia, que es esencialmente humana, la de esta ¨¦pica. Al final, la ambici¨®n o la traici¨®n habitan en mucho de lo que tocamos en la vida cotidiana.

Como mexicano, ?qu¨¦ ambiente ve en su pa¨ªs despu¨¦s del ascenso al poder de L¨®pez Obrador y la izquierda?

Es un ascenso tan dr¨¢stico el suyo¡­ El presidente electo ha basado su camino en presentarse como un candidato antisistema. Su triunfo para muchos representa una enorme esperanza y para otros un enorme temor. Nadie queda indiferente a este tsunami pol¨ªtico que lleg¨® a M¨¦xico. La exasperaci¨®n y la rabia frente al desplome de las cosas en M¨¦xico, sobre todo de la seguridad p¨²blica y la corrupci¨®n, hizo que al votante la rabia superara al temor y vot¨® por este cambio. Toma posesi¨®n a primeros de diciembre, pero sus medidas tienen a todos, como le digo, o entusiasmados o espantados. Bajo mi punto de vista, el pa¨ªs hab¨ªa tocado fondo y una sacudida al tablero era necesaria.