Diego Tamayo: de volver a nacer a volver a la Titan Desert
El colombiano fue atropellado en junio de 2017 por un conductor que dio positivo en el test de drogas. Se propuso llegar a la carrera y lo ha conseguido.
Hace diez meses, en Lleida, Diego Tamayo (Caldas, Colombia, 19-9-1983) fue v¨ªctima de la moda que no pasa de moda en la combinaci¨®n ciclista-conductor-carretera: mientras volv¨ªa de entrenar, sufri¨® un atropello que le tuvo en el hospital una semana, tiempo en el que "se te pasa cualquier cosa por la cabeza": "Te replanteas muchas cosas cuando est¨¢s postrado en una cama con un collar¨ªn, inmovilizado por completo. Piensas, hasta cierto punto, si merecer¨ªa la pena seguir o no". Tamayo recuerda esos miedos que llenaron su cabeza mientras esperaba que el paso de los d¨ªas, un diagn¨®stico positivo, acabara con ellos. Porque el atropello, adem¨¢s de dejarle inconsciente en una rotonda, le llen¨® de contusiones y le caus¨® una fractura en una de las cervicales, en la v¨¦rtebra C7. Aliviado y algo nervioso, explica que la aver¨ªa pudo haber sido mucho mayor: "Si hubiera afectado a la m¨¦dula o si hubiera habido desplazamiento... podr¨ªa haberme quedado vegetal".
Por ello ahora vive sus d¨ªas con otra perspectiva, como si cada ma?ana desenvolviera un regalo nuevo: "S¨®lo el estar aqu¨ª ya es un logro, un premio que me ha dado la vida. Puedo decir que volv¨ª a nacer. La vida me ha dado una nueva oportunidad y la quiero aprovechar". En sus palabras se percibe esa mezcla de satisfacci¨®n y emoci¨®n del reto conseguido, porque participar en esta Titan Desert (gan¨® la de 2015), una carrera de la que se declara un enamorado, fue su gran motivaci¨®n desde que decidi¨® que un accidente no iba a poder con su pasi¨®n por el ciclismo. De momento, pese a la inactividad, va 9?, cuatro puestos por debajo de su hermano Sebasti¨¢n, que viaj¨® a Espa?a para acompa?arle f¨ªsica y moralmente en la preparaci¨®n para Marruecos.
Tamayo destaca a dos protagonistas, por motivos diametralmente opuestos, desde aquel mi¨¦rcoles a las 20 h, el momento en que todo cambi¨®: el joven de 23 a?os que dio positivo en el control de drogas tras atropellarle, del que no quiere saber nada, ni bueno ni malo, s¨®lo que la justicia haga honor a su nombre, y su pareja, Mireia, el ¨²nico punto de la conversaci¨®n en el que su sonrisa es plena¡ "Me gustar¨ªa reconocer el apoyo y el trabajo de mi familia, de mis patrocinadores y de mi pareja, Mireia, que est¨¢ ah¨ª en el d¨ªa a d¨ªa. Todo esto que he podido conseguir ha sido, sobre todo, gracias a ella". Adem¨¢s, con conocimiento de causa, desde la psicosis en torno a la bici de carretera que le ha provocado el incidente, pide que se escuche su mensaje, que conciencie de una vez: "Te sientes muy vulnerable, fr¨¢gil y desprotegido. Quiero aprovechar para hacer hincapi¨¦ en que haya respeto al ciclista, en el metro y medio de distancia de seguridad que siempre decimos". Lo dice ¨¦l, pero lo necesitamos todos.