Contador entra en la leyenda y Froome es el rey de la Vuelta

El lunes despu¨¦s de una grande es un d¨ªa de sensaciones raras. A la hora de la comida coges el mando a distancia, por pura inercia, y zapeas impulsivamente por el televisor, pero no encuentras a Carlos de Andr¨¦s y Pedro Delgado, ni a Antonio Alix y Eduardo Chozas. Si acaso te topas con una redifusi¨®n. De repente, caes en tu error: ya no hay?Vuelta a Espa?a. Y sientes un enorme vac¨ªo. Inconsolable. Ese vac¨ªo se convertir¨¢ este 11 de septiembre en un abismo cuando, adem¨¢s, recuerdes que ya no volver¨¢s a ver m¨¢s a Alberto Contador en una carrera profesional.

A las 20:24 horas, Contador cruz¨® la meta de Madrid en el puesto 26?. Feliz del trabajo bien hecho. No le import¨® haber perdido la cuarta plaza ante Wilco Kelderman por un corte de siete segundos. El ¨²ltimo recorrido, sobre 117 kil¨®metros, se lo tom¨® como una fiesta, con brindis de cava incluido.?Visti¨® el maillot blanco de la combinada de prestado, porque el ganador de esa clasificaci¨®n es Chris Froome, que tambi¨¦n se ha llevado el rojo de la general y el verde de los puntos, en dura puja final con Matteo Trentin.

Froome cumpli¨® su desaf¨ªo. Le ha costado m¨¢s esfuerzo ganar la Vuelta que el Tour. En Espa?a se descubri¨® como corredor de grandes rondas en 2011, cuando fue segundo tras Juanjo Cobo. Despu¨¦s de aquello se hab¨ªa coronado cuatro veces en Par¨ªs, pero la Vuelta se le resist¨ªa. El reto se transform¨® casi en una obsesi¨®n. Tanto que esta temporada Froome se prepar¨® a conciencia para rendir aqu¨ª. Otras veces lleg¨® m¨¢s cansado, o con un equipo m¨¢s pasota. En 2017 lo ha bordado. El africano se erige como el primer ciclista que gana Tour-Vuelta el mismo a?o, desde que se celebra en ese orden. Jacques Anquetil (1963) y Bernard Hinault (1978) tambi¨¦n lo hicieron, pero cuando la Vuelta se disputaba en primavera.

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Chris Froome se lleva la gloria en el palmar¨¦s y la admiraci¨®n del p¨²blico. "Para todos, mucho, mucho gracias, para tres semanas a tope", se despidi¨® en castellano desde el podio. Es dif¨ªcil no quererle. Su ciclismo no es bello, pero su actitud nos engancha. Sus dos sprints finales contra Trentin son un ejemplo de ello. Para Contador ha sido la gloria eterna y el aplauso infinito. Su ciclismo es bello. Su actitud, tambi¨¦n. Contador nos engancha porque no se ha limitado a recibir los v¨ªtores de los aficionados en cada una de las 21 etapas. Ha atacado cada d¨ªa que ha podido: hasta once d¨ªas, seg¨²n nuestras c¨¢balas. Sin contar el paseo en solitario que se dio en la entrada a Madrid. Emotivo homenaje. Los 2:33 minutos que perdi¨® en la tercera jornada en Andorra han sido un lastre que le ha impedido luchar por el maillot rojo y por el podio. Pero siempre le quedar¨¢ el Angliru: la imagen m¨¢s hermosa de esta Vuelta 2017.

Contador se dio este domingo el ¨²ltimo ba?o de cari?o como profesional. Firm¨® aut¨®grafos en la salida de Arroyomolinos, se hizo fotograf¨ªas¡­ Y lidi¨® como pudo la aclamaci¨®n un¨¢nime: ¡°No te retires, Alberto¡±. Hasta sus compa?eros Markel Irizar y Edward Theuns se lo cantaron en directo para las c¨¢maras de televisi¨®n: ¡°?Un a?o m¨¢s!¡±. Nos vamos a quedar con las ganas. Aunque bien pensado, ?para qu¨¦ arriesgarnos a un broche menos m¨¢gico?

Trentin gan¨® el sprint de Madrid y logr¨® su cuarta victoria en la Vuelta, pero no le sirvi¨® para arrebatar el maillot verde a Froome, que se code¨® con los velocistas ¡®a lo Eddy Merckx¡¯ para clasificarse und¨¦cimo y conservar la prenda por s¨®lo dos puntos. Por cosas as¨ª, Froome es admirable. Mientras el africano se daba ese ¨²ltimo calent¨®n, Contador se autodedicaba un homenaje: una vuelta de honor con la bandera de Espa?a al viento. Ya desmontado de su bicicleta, subi¨® al podio para recoger el premio al M¨¢s Combativo¡­ A un podio similar al que escal¨® otras siete veces como ganador de siete grandes: tres Vueltas, dos Tours y dos Giros. Ah¨ª queda eso.