Jugada maestra del Sky y victoria de Kwiatkowski en Donostia
Landa fue madurando un quinteto fugado en Murguil y remat¨® su compa?ero de equipo. Gallopin no pudo en los ¨²ltimos metros y tambi¨¦n cedieron Dumoulin y Mollema.

El Sky jug¨® perfectamente sus bazas:?Kwiatkowski?se impuso al sprint en un grupo de cinco fugados y se llev¨® la txapela de la Cl¨¢sica de Donostia, que se fue decantando en la subida a Murgil: estaba el triunfo entre ¨¦l, Dumoulin, Gallopin, Mollema y su compa?ero Landa, que se fueron agrupando en la bajada. Tras mucho marcaje por las calles de Donostia, el franc¨¦s arranc¨®, pero estaba maduro por el ataque previo de Landa (al que por l¨ªnea interna su compa?ero?Kwiatkowski le pidi¨® gas para jugar sus bazas o en su defecto hacer trabajar a los compa?eros para su remate). El triunfo fue incontestable.
Hac¨ªa un d¨ªa precioso, limpio, de playa en Donostia, pero muchos dejaron el sol para sentir la brisa que levanta el paso de decenas de ciclistas a toda metralleta. Otra vez se decidi¨® casi todo en la pared de Murguil Tontorra. A siete kil¨®metros de meta, muy estrecho y con un?nueve por ciento de dureza,?el puerto no decide del todo la carrera pero en la bajada puedes dar un hachazo, sobre todo por la proyecci¨®n que te da la ¨²ltima curva. En la Vuelta al Pais Vasco se subi¨® a Igeldo desde otro sector, por Orio. Su inicio es muy explosivo y a veces se dan movimientos que toman la figura de escapada buena. Luego hay una zona intermedia que baja un poco y la ¨²ltima parte es un hormiguero de gente.
El italiano Moscon (Sky) hab¨ªa abierto camino anteriormente y entr¨® escapado por ese punto, con 221 kil¨®metros a la espalda, pero la manada le devor¨® por detr¨¢s. Se lanzaron Vanendert y luego?Nieve para Landa. Este arre¨® a falta de 8.5 kil¨®metros con la idea de no parar hasta ver el techo del puerto. Gallopin le aguant¨® y entr¨® bien al relevo, mientras Ur¨¢n saltaba por los aires atr¨¢s. Mollema consigui¨® enganchar con ambos.y Dumoulin y?Kwiatkowski se esforzaron por hacer lo mismo. El tr¨ªo cabecero alcanz¨® seis segundos de ventaja. Sky estaba ante un dilema: ?apostar por Landa delante o esperar la baza de?Kwiatkowski, que baj¨® Murguil como una centella??La carretera zanj¨® el debate porque Kwiatkowski baj¨® Murguil como un misil y logr¨® su prop¨®sito, de tal forma que enganch¨® de forma indirecta a Dumoulin. Landa lo intent¨® a algo m¨¢s de un kil¨®metros para acabar pero
Antes de desenterrar el hacha de guerra con la subida a Arkale y Murguil Tontorra, en el paso por Hondarribia y el callejeo por Irun, a 40 kil¨®metros, se fue castigando al personal con un continuo cambio de mando en la punta de lanza del pelot¨®n, muy distanciada con la cola, con aceleraciones, desorden y latigazos, con ganas de hacer da?o, al salir de una rotonda la inercia hacia que el paquete, en fila india, se estirase mucho, con los de atr¨¢s en constante l¨¢tigo. se fueron formando grupitos. En ese tramo solo trabajaba Quick Step para mantener el orden.
La Cl¨¢sica amaneci¨® con movimiento. Casi con el banderazo de salida arrancaron Bystrom y Chetout, y despu¨¦s les siguieron Insausti, Delage, Erviti, Pfingsten y Le Turnier. en Jaizkibel, a?pie de puerto, en la primera pasada la distancia cog¨ªa un techo de cuatro minutos y medio. El Sky demostraba que no ven¨ªa a disfrutar del precioso paisaje y asociado al Caja Rural trataban de gobernar desde atr¨¢s. En esta aventura guipuzcoana, Intxausti experiment¨® las enormes ganas que ten¨ªa de sentir las piernas girar en busca de protagonismo. La fuga muri¨® a 56 kil¨®metros para acabar la Cl¨¢sica, aunque antes Erviti dio el ¨²ltimo coletazo huyendo de la vigilancia del grupo delantero.?
