El cuarto Tour de Froome

A Chris Froome le ha crecido un nuevo rival en este Tour de Francia 2017, que expir¨® en Par¨ªs con el dominio al sprint de Dylan Groenewegen, el triunfo de su vida. Bien lo conoce Froome. Lo ha tenido muy cerca durante la conquista de su cuarta victoria. Tan cerca y tan sometido, que seguramente haya despertado en ¨¦l unas tremendas ganas de revancha. ¡°El Sky me fren¨®... No volver¨¦ a trabajar para un l¨ªder¡±, son las frases que resumen el ¨¢nimo de Mikel Landa, que se marcha con un pu?al clavado en la espalda: ese segundo que le ha separado del podio.

Chris Froome sabe que esos rivales heridos son los m¨¢s peligrosos, porque lo ha experimentado en sus propias carnes. El africano era posiblemente el m¨¢s fuerte del Tour de 2012, pero corri¨® a las ¨®rdenes de Bradley Wiggins, sin libertad. Al a?o siguiente se solt¨® el lastre y desde entonces ha sumado cuatro victorias. S¨®lo se le escap¨® el Tour de 2014, el que gan¨® Vicenzo Nibali, donde abandon¨® despu¨¦s de una ca¨ªda.

Landa dejar¨¢ el Sky al final de la temporada. Con la lecci¨®n aprendida. No m¨¢s l¨ªderes. Esta es la segunda vez que no puede desplegar su potencial porque ha corrido supeditado al jefe. Ya le ocurri¨® en el Giro de Italia de 2015, cuando se le par¨® para ayudar a Fabio Aru. Al menos entonces se subi¨® al caj¨®n y pudo ganar dos etapas. Esta vez tendr¨¢ que conformarse con las fotos en las filas del Sky, tanto en el podio de campeones por equipos como en el paseo triunfal con las copas de champ¨¢n en la mano. No ver¨¢n en ninguna de esas im¨¢genes un gesto de cari?o entre Landa y Froome. Hay distancia. Ya se miden.

El vasco ni siquiera intent¨® reducir ese segundo a Romain Bardet. ?Para qu¨¦? Su equipo ya hab¨ªa dado por cerrado el Tour, lo hab¨ªa dicho su director, Nicolas Portal. Landa lanz¨® un ataque a 81 kil¨®metros, de broma, mientras se part¨ªa de risa. Nadie replic¨®. Nadie le aplaudi¨®. La procesi¨®n iba por dentro.

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Hasta que llegue la hora del nuevo desaf¨ªo, Landa seguir¨¢ siendo un aspirante sin corona, y Chris Froome, el rey absoluto del Tour. El referente de esta ¨¦poca. Su ciclismo no es bello, su pedaleo no atrae, sus miradas al potenci¨®metro nos producen frialdad. Pero es el mejor. Y, adem¨¢s, en contra de otros campeones recientes, no es arrogante: rebosa buena educaci¨®n. Su reino ya no es de este mundo. Su reino est¨¢ con los monarcas Jacques Anquetil, Eddy Merckx, Bernard Hinault y Miguel Indurain, que le aventajan en una victoria en Par¨ªs.

?Qui¨¦n podr¨¢ evitar su llegada a ese trono? Ya hemos anotado a Landa. En la primera parte del Tour le apret¨® Aru, que se desfond¨® en la segunda mitad. Y durante todo el trazado asom¨® con valent¨ªa Bardet, que repite podio por segundo a?o consecutivo. Merecido, aunque duela. Han sido los dos que han calibrado m¨¢s cerca al maillot amarillo. Sin olvidar a Rigoberto Ur¨¢n, cuya regularidad le ha aupado al caj¨®n a los 30 a?os. El colombiano ha suplido a su compatriota Nairo Quintana, que volver¨¢ para retar otra vez a Froome, con un programa distinto y ya veremos si con los mismos colores. Apunten tambi¨¦n a Warren Barguil: clase y frescura.

Y resten de la lista a Alberto Contador, que previsiblemente ha corrido su ¨²ltimo Tour. Se va sin podio, sin etapa... Pero deja el sello de su inconformismo. Un buen punto de partida para quien quiera doblegar a Froome.