La mayor tragedia del Tour: 9 muertos en Port de Couze

Una ni?a se acerc¨® a los ciclistas, apostados sobre el puente. Ten¨ªa las medias rotas, manchadas de sangre, la pierna derecha herida. ¡°Jac?ques, haz algo, haz algo... Mi madre est¨¢ muerta¡±, le dec¨ªa entre l¨¢grimas al corredor que vest¨ªa el maillot amarillo. Anquetil, que presenciaba la tragedia codo a codo con Raymond Poulidor, no pudo nunca olvidar aquella imagen: ¡°He tenido episodios duros en mi vida, pero ese 11 de julio es el peor de mis recuerdos¡±.

El pelot¨®n descansa hoy en el departamento de la Dordo?a, donde aconteci¨® la mayor desgracia en la historia del Tour de Francia. Era la 19? etapa de 1964, entre Burdeos y Brive la Gaillarde. En el kil¨®metro 106, el puente de Port de Couze, cerca de Lalinde, congregaba a numeroso p¨²blico. El recorrido de ma?ana volver¨¢ a pasar por all¨ª. Era un buen sitio para ver a los ciclistas, porque hab¨ªa una curva, ah¨ª tendr¨ªan que ralentizar la marcha.

Pero el que no fren¨® fue un cami¨®n-cisterna de la Gendarmer¨ªa, cargado de queroseno para abastecer a helic¨®pteros. Entr¨® a toda velocidad y en su ca¨ªda al agua se llev¨® a 40 personas por delante. Murieron nueve, tres de ellas ni?os. Eran las 13:15. Un cuarto hora m¨¢s tarde pas¨® el pelot¨®n, que ech¨® el pie a tierra durante un par de minutos. Suficientes para darse cuenta de la gravedad del accidente y para retomar la ruta con el coraz¨®n encogido.

Seis kil¨®metros despu¨¦s, un aficionado ajeno al drama les grit¨®: ¡°M¨¢s r¨¢pido, banda de perezosos¡±. Pierre Everaert no pudo contenerse y se lio a pu?etazos con el espectador. Tuvieron que intervenir su director adjunto en el Saint Rapha?l, Raymond Louviot, y la polic¨ªa para apaciguar los ¨¢nimos.

El belga Edward Sels gan¨® la etapa, su cuarta victoria en su debut. Y Jacques Anquetil se mantuvo de amarillo hasta Par¨ªs. Luego busc¨® a la ni?a. Nunca la encontr¨®.