Nairo Quintana conquista los Lagos en una etapa ¨¦pica

La Vuelta a Espa?a 2016: etapa 11 en directo

La etapa de este lunes s¨ª honr¨® al ciclismo, a la Vuelta a Espa?a y a una cima m¨ªtica como los Lagos de Covadonga. Gan¨® el colombiano Nairo Quintana, igual que gan¨® su compatriota Lucho Herrera all¨¢ por 1987. Y se visti¨® el maillot de l¨ªder, igual que hizo entonces El Jardinerito de Fusagasug¨¢. Lucho se coron¨® aquel a?o en Madrid. Y Nairo va camino de hacerlo si no lo impide nadie. Y el ¨²nico que lo puede impedir, por lo visto en esta d¨¦cima etapa, es Chris Froome. Puro orgullo. El africano se qued¨® en las rampas iniciales del coloso asturiano, pero hizo una remontada ¨¦pica hasta entrar tercero, a 25 segundos del jefe del Movistar. Alberto Contador estuvo valiente con un ataque en La Huesera, la zona m¨¢s dura, pero acab¨® cediendo 1:05.

Las seis primeras veces que se subieron los Lagos de Covadonga, en pleno auge de la Vuelta en los a?os 80, ganaron Marino Lejarreta, Raymond Dietzen, Pedro Delgado, Robert Millar, Lucho Herrera y ?lvaro Pino. En las seis ¨²ltimas ocasiones en que se ha llegado, sin contar la de este lunes, todas ellas en el Siglo XXI, los triunfadores hab¨ªan sido Juanmi Mercado, Eladio Jim¨¦nez, Vladimir Efimkin, Carlos Barredo, Antonio Piedra y Przemyslaw Niemiec. Sin ¨¢nimo de faltar, la comparaci¨®n habla por s¨ª misma.

El prestigio y la m¨ªstica de este cl¨¢sico de los Picos de Europa se merec¨ªa ya algo m¨¢s. Y tambi¨¦n la presente Vuelta, que hab¨ªa visto triunfar a cuatro fugas en las primeras cuatro llegadas en alto. M¨¢s all¨¢ de las estrategias de cada equipo y de cada ciclista, siempre respetables, y de los ahorros de esfuerzos, hay algo sagrado en este deporte: el p¨²blico. Con desenlaces siempre previsibles, corre el peligro de que los aficionados se espanten, las audiencias bajen, los patrocinadores se cansen¡­ No estoy inventando nada: ci-clis-mo. Siempre se puede culpar al recorrido, a la acumulaci¨®n de metas en subida. Pero los ciclistas tambi¨¦n tienen una responsabilidad. Y sus directores.

El Movistar entendi¨® al fin el mensaje y tom¨® la cabeza del pelot¨®n a 50 kil¨®metros del final. ¡°La etapa es importante¡±, explic¨® su t¨¦cnico, Jos¨¦ Luis Arrieta, en el directo televisivo. Sin poner el rodillo, el equipo telef¨®nico dej¨® al pelot¨®n a pie de puerto a 2:30. Asumible. Para espolear un poco m¨¢s al grupo de los gallos, Froome se qued¨® descolgado a las primeras de cambio. Kennaugh y David L¨®pez asistieron a su jefe. A diez kil¨®metros de la meta, parec¨ªa que el africano se iba a dejar la Vuelta en las rampas asturianas. Pero Froome es Froome. Ya lo hemos visto otras veces.

En La Huesera, el tramo m¨¢s duro de los Lagos, Contador lanz¨® un valeroso demarraje. ?nicamente Nairo pudo seguirle. En ese momento imagin¨¢bamos un duelo entre ambos. No solo por el triunfo de etapa, sino por la victoria final en Madrid. Froome estaba quedando eliminado¡­ O eso cre¨ªmos. Siempre picamos. Ya sin compa?eros, el brit¨¢nico de origen keniano encontr¨® su ritmo de pedalada. Poderosa. Por delante, Nairo remataba a Contador en el Mirador de la Reina. Por detr¨¢s, Froome engull¨ªa rivales. Incluido Contador. A tres segundos del africano entr¨® Alejandro Valverde. No me quiero olvidar de ¨¦l. Incombustible.

Nairo Quintana pas¨® a Robert Gesink como un avi¨®n. No hubo piedad para los fugados. Como debe ser. Su nombre ya figura entre los grandes. Para honra del ciclismo, de la Vuelta y de los Lagos.