Hayman da la sorpresa y deja a Boonen sin entrar en la leyenda
Todo se decidi¨® en el vel¨®dromo entre Boonen, que aspiraba a su quinta Roubaix, Vanmarcke, Stannard y el australiano, que sorprendi¨® a sus 37 a?os.
Cuando parec¨ªa que Tom Boonen ten¨ªa las puertas abiertas de la leyenda para convertirse en el ¨²nico ciclista de la historia en apuntarse cinco Paris Roubaix, el australiano Matthew Hayman, de 37 a?os, logr¨® ser el m¨¢s r¨¢pido en el vel¨®dromo de Roubaix para apuntarse la mayor victoria de su vida. Su cara al terminar era m¨¢s de asombro que de alegr¨ªa. No s¨®lo se hab¨ªa impuesto por velocidad a Tom Boonen, segundo, sino tambi¨¦n a Stannard y Vanmarcke, que tambi¨¦n fueron protagonistas y llegaron con opciones al final. En cuanto a los espa?oles, nueva?menci¨®n especial a Imanol Erviti, el navarro del Movistar, que estuvo con los mejores hasta los ¨²ltimos kil¨®metros. Lleg¨® noveno, logrando as¨ª ser top-10 en Flandes y en Roubaix.
Todo despu¨¦s de que el Infierno del Norte no decepcionara. Una batalla sobre el pav¨¦s donde el barro en algunos tramos convert¨ªan cada curva en una loter¨ªa.?Las ca¨ªdas y los cortes se sucedieron, eliminando a nombres importantes. El primero que dej¨® secuelas entre los favoritos lleg¨® a¨²n muy lejos de la meta. Una ca¨ªda en la que se vieron involucrados Terpstra y Boom divid¨ªa al pelot¨®n en dos grupos. El primero, con los Etixx, donde trabajaba Tony Martin para Boonen, en persecuci¨®n de los escapados... y tambi¨¦n para distanciar al segundo grupo, donde se hab¨ªan quedado Sagan y Cancellara.
Ya en el tramo adoquinado de?Auchy-lez-Orchies-Bers¨¦e, a 50 km de meta, era el Sky el que tiraba de ese primer corte, ya entonces cabeza de carrera. Stannard se encontraba hasta con tres compa?eros para controlar y no dejar que llegasen Sagan y Cancellara, que forzaban al m¨¢ximo para enlazar. Pero en esta carrera todo puede saltar por los aires en cualquier momento. Los Sky sufr¨ªan hasta dos ca¨ªdas que dejaban a Stannard pr¨¢cticamente solo en el grupo de Boonen (?y Erviti!), mientras que Cancellara tambi¨¦n se iba al suelo, quedaba eliminado, y perd¨ªa cualquier opci¨®n de sumar su cuarta Roubaix.
As¨ª, a 20 km y ya con Sagan descartado a pesar de haber evitado la ca¨ªda de Espartaco con un caballito, un aceler¨®n de Stannard configuraba el quinteto en el que estaba el triunfo y cada uno empez¨® a jugar sus cartas. Vanmarcke lo probaba desde lejos, Boonen intentaba controlar, lo mismo que un Boasson Hagen que sin mucho ruido se hab¨ªa colado en el rep¨®ker de favoritos. Stannard esperaba su oportunidad... y Hayman, que llegaba de la fuga, permanec¨ªa agazapado.
Porque pocos contaban con este australiano de 37 a?os que disputaba su 16? Roubaix y que s¨®lo hab¨ªa sumado una Paris Bourges en su palmar¨¦s. Para colmo, se hab¨ªa roto el brazo seis semanas antes. Pero, despu¨¦s de que lo probase con fuerza a poco de llegar al vel¨®dromo y Boonen sufriera de lo lindo para pillar su rueda, el aussie del Orica empezaba a ser mirado con desconfianza.
Llegaba fuerte y lo demostr¨®: se guard¨® lo mejor para el final. Entr¨® al vel¨®dromo junto a Boonen, pero para el sprint se les unieron Stannard y Vanmarcke. Tras 257 kil¨®metros, la gloria ser¨ªa para el m¨¢s r¨¢pido. Y, con Boasson Hagen sin opci¨®n unos metros por detr¨¢s, todo apuntaba a que Boonen ten¨ªa todo de cara para su quinta Roubaix, la llave para entrar en la leyenda de ser el mejor ciclista de la historia de esta prueba que cumpl¨ªa este domingo 120 a?os. Pero no midi¨® bien, o se qued¨® encerrado... o simplemente ya no le quedaba fuerza. Lo cierto es que fue incapaz de superar a Hayman, que arranc¨® con convicci¨®n y apret¨® los dientes. No era para menos... era la victoria que justifica toda una carrera sobre la bicicleta.